Una investigación privada prevé que la situación fiscal en el país es más apremiante de lo que pretende señalar el Gobierno, sobre todo por el complicado cuadro macroeconómico que está viviendo Colombia y el hecho de que el mundo atraviesa un complejo fenómeno inflacionario y de incertidumbre global.

Sostiene la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) que “esperamos que al cierre del año fiscal de 2022 el balance del Gobierno Nacional Central llegue a -6 % del PIB, una protección menos optimista que la del Gobierno (-5,6 %). Eso, teniendo en cuenta la paulatina estabilización de los ingresos tributarios que se ha dado después del choque de la pandemia, el crecimiento económico, los ingresos adicionales por cuenta de los precios altos que se mantendrán del petróleo”.

Argumentos

El principal argumento del centro de pensamiento es que el Gobierno no solo se enfrenta a problemas de vieja data, como el déficit fiscal y el de cuenta corriente, sino también a algunos que han asomado durante el año pasado y que amenazan con generar mayores presiones fiscales, como la inflación que no da tregua, la devaluación de la moneda, el endurecimiento de las condiciones de crédito a nivel mundial y una creciente percepción de riesgo del país.

“Bajo esa lógica y teniendo en cuenta el panorama macroeconómico global, en ANIF para este año esperamos un balance de -4 % del PIB, asumiendo que se han estabilizado las fuentes de ingreso tributario generadas por la reforma tributaria que empezó a regir desde el 1 de enero, sumado a la relativa normalización de situación macroeconómica global”.

Además, se debe tener en cuenta que el Gobierno debe enfrentar el conseguir los recursos para tapar el hueco fiscal en el Fondo de Estabilización del Petróleo y Combustibles, que en parte será recortado por el incremento en el precio de la gasolina.

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Plan Financiero

Sumado a eso, el Plan Financiero 2023 estipula que los ingresos totales del Gobierno Nacional Central aumentarán en $29,5 billones para la siguiente vigencia, gracias a los recursos adicionales de la reforma tributaria. Así mismo, el déficit total disminuiría 0,2 % hasta 3,8 % del PIB, con lo cual se espera un superávit primario de 0,6 % del PIB. En siguientes publicaciones se hará un análisis riguroso del Plan Financiero 2023.

“Si tomamos como ejemplo el precio del petróleo en los últimos 10 años, lo primero que vale la pena señalar es que el precio internacional ha estado por debajo del percentil 30 en solo unos cuantos años. Para este año es probable que los precios se mantengan por encima del percentil 60, eso significa una sobretasa adicional del 15 % para llegar a una tarifa nominal del 50 %”, sostiene el estudio de ANIF.

Agrega el informe que “si a eso se suma que, de acuerdo con el nuevo estatuto tributario, las regalías no serán descontables del impuesto de renta, en conjunto, consideramos que estas medidas podrían dejar al país en una posición muy mala a nivel competitivo. Menos inversión y menos actividades mineras en el país harían caer los ingresos por regalías y los impuestos que se recaudan por estas actividades, lo que tendría, a su vez, un efecto negativo en los ingresos del país y su capacidad de gasto”.

Asimismo, ANIF menciona que “el sector extractivo es el principal generador de divisas en el país, de este depende la sostenibilidad del déficit externo que, vale la pena recordar, se amplió al 7,1 % según las últimas cifras del Banco de la República. Completado el panorama, las tasas nominales de tributación para personas jurídicas, si incluimos al sector hidroeléctrico, el financiero y las actividades extractivas serán de las más altas del mundo”.