Las últimas cifras del sector construcción evidencian que el proceso de desaceleración que se presentan desde hace algunos meses se está consolidando y podría profundizarse. Muestra de ello es que una caída histórica en las ventas de vivienda, con una variación negativa de 61,6% anual, que se explica por la caída tanto del segmento VIS (-64%) como del no VIS (-55,8%).
Asimismo, la producción de concreto en Colombia registró una caída anual de 2,4%. Esta contracción es una de las señales más relevantes del proceso de desaceleración en el que entró el sector meses atrás y que, de confirmarse, se tendrían mayores indicios de una profundización en la desaceleración de la actividad constructora.
De acuerdo con el informe del Bancolombia del sector, otra señal de debilidad se encuentra en el índice de ventas reales, que bajó en todos los subsectores respecto al mes anterior y además ahora se expande solo en tres de los seis subsectores de referencia en términos anuales.
Por el lado positivo, las obras civiles marcan un repunte en producción de concreto para este segmento (5,5% a/a), así como por el IMOC (2,4% a/a), nuestro indicador sintético de la actividad de obras civiles que nos permite entregar información del sector oportuna con frecuencia mensual.
Con lo anterior, se reitera la percepción de que el sector ha iniciado un proceso de desaceleración, desatado por el entorno de alta inflación y altos costos de crédito. Entretanto, la infraestructura parece estar reactivándose, pero no con la intensidad necesaria para compensar lo sucedido en vivienda.
Cemento y concreto
En enero la producción de concreto en Colombia registró una caída anual de 2,4%, con la que se alcanzó un volumen de 0,47 mn m3. Este nivel de producción es el más bajo desde mayo de 2021 y su variación anual la más negativa desde febrero de 2021.
Esta contracción es una de las señales más relevantes del proceso de desaceleración en la que entró el sector meses atrás y, de confirmarse, se tendrían mayores indicios de una profundización en la actividad constructora.
En contraste, la producción de cemento alcanzó 1,05 mn toneladas, 0,56% superior al registro del año anterior y el nivel más bajo desde enero de 2022. En despachos, se alcanzó un total de 0,93 mn de toneladas y una caída de 3,48%, con la que se consolida el decrecimiento anual que partió desde octubre de 2022.
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La demanda de concreto fue impulsada por el segmento de vivienda (+2,8%); este crecimiento ha sido el más bajo desde febrero de 2021. Además, se evidencia cierta estacionalidad en el primer mes del año.
El crecimiento más relevante viene del segmento de obras civiles, que se expandió 5,5% anual tras haber estado creciendo a doble dígito los últimos dos trimestres, Esto nos da señales de que el segmento ha comenzado a tener mejor dinamismo y se han reactivado algunas obras civiles.
Edificaciones
Entre tanto, el concreto destinado a edificaciones profundizó su caída en terreno negativo, con un decrecimiento del 23,4% anual y un comportamiento persistentemente débil.
Es importante resaltar el comportamiento de la demanda de concreto para vivienda y su contraste entre el desempeño VIS (17%) y no VIS (-8,4%), que mantuvieron sus divergencias, aunque la brecha se ha ido reduciendo. Cabe resaltar que el crecimiento anual en VIS ha sido el más bajo desde octubre de 2021, y la caída en no VIS es la octava consecutiva en términos anuales con lo que se consolida la tendencia de desaceleración.
En diciembre, las importaciones de cemento y clinker alcanzaron 94,92 toneladas, 221,2% más que en diciembre del 2021. Después de varios periodos consecutivos cayendo da cuenta de un crecimiento que no se observaba desde junio de 2022. A pesar de lo anterior, los volúmenes asociados a este repunte no permiten concluir que se está consolidando una tendencia de incremento.