Caficultura sigue a todo vapor | El Nuevo Siglo
/Foto Fedecafé
Jueves, 6 de Marzo de 2025

En medio de un panorama económico poco alentador, con un crecimiento apenas del 1,7%, caída de la inversión extranjera directa, leve retroceso en las exportaciones, aumento del desempleo de diciembre a enero y las firmas calificadoras de riesgo replanteando a la baja las notas de Colombia, hay pocas buenas noticias en el sector productivo.

Sin embargo, pese a este complicado escenario, hay algunos hechos que destacar, como una inflación controlada, el repunte del comercio, las cifras potables del turismo y varios rendimientos superlativos en el agro.

En este último rubro, así como semanas atrás se destacaba el volumen de aguacates y flores que se lograron exportar a Estados Unidos con ocasión de la final del fútbol americano y el día de los enamorados, ahora el café sigue dándole buenas nuevas, después de que en 2024 fue uno de los motores del fuerte desempeño del sector agropecuario, sin el cual la descolgada del Producto Interno Bruto hubiera sido más dramática.

De acuerdo con la Federación Nacional de Cafeteros en el periodo de marzo del año pasado a febrero de 2025 la producción llegó a 14,79 millones de sacos de café. Se trata de un volumen que no se registraba desde hace 29 años.

La anterior cifra confirma que persiste el buen momento en la caficultura colombiana, jalonado no solo por el aumento de la producción y las exportaciones, sino por el valor de nuestro grano en los mercados internacionales. De hecho, ayer la cotización de la libra de café en la bolsa de Nueva York era de 3,87 dólares, en tanto que a nivel interno la carga de 125 kilos se le está pagando al productor por más de tres millones de pesos.

Aunque las directivas cafeteras prefieren que no se hable de bonanza, es claro que esta época de buenos precios ha permitido un importante alivio económico a las más de 557.000 familias cultivadoras en todo el país, que han podido compensar las pérdidas y bajos ingresos de años anteriores.

Lo importante, en todo caso, es que, de un lado, el Gobierno no siga poniéndole zancadilla a las acciones de la federación y, de otro, que se aproveche esta coyuntura de vacas gordas para ahorrar recursos y fortalecer la renovación de cafetales y toda la cadena productiva.