El binomio republicano | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Agosto de 2012

* Oxígeno puro

** Obama lanza duras críticas

 

La tensión política en Estados Unidos alcanzó su más alta intensidad la semana pasada antes del anuncio de la fórmula republicana a la Vicepresidencia. En Washington se especulaba con la posibilidad de que se escogiese un centrista que no despertara mayores antagonismos o a un político de origen latino. En el entendido que la polarización en esta oportunidad no conviene al gobierno. Es más fácil lidiar con una candidatura moderada, un tanto gris, que no se aparte del guión convencional y que compita en seguir la misma vía del gobierno, puesto que entre dos candidatos con posturas semejantes los votantes al final prefieren seguir con el gobernante que ya conocen, en vez de apuntarse a otro que ofrece lo mismo y no saben en realidad qué hará con el poder.

No piensa lo mismo Mitt Rommey, un experimentado político. La moderación calculada que ha mantenido hasta ahora le ha servido para ganar el centro y subir entre los indecisos, mas es insuficiente para despertar a la poderosa centro-derecha conservadora, que predomina en varios de los Estados más poblados e influyentes de la Unión, como es el caso de los ultranacionalistas de Texas, entusiastas, ricos e influyentes, que no necesariamente piensan lo mismo que las gentes de Nueva York o de Boston. Por lo que hizo caso omiso de los cantos de sirena de los medios republicanos y los analistas políticos comprometidos, que querían un vicepresidente débil que fuese un peso muerto en la campaña y no aportara votos.

En el interior del Partido Republicano el anuncio por parte del candidato Mitt Rommey de ir por la Casa Blanca con Paul Ryan produjo al instante como un choque eléctrico que irradió un ventarrón de optimismo y oxígeno, particularmente entre los más caracterizados conservadores de su Partido, en los demócratas la noticia cayó como un baldado de agua fría. Entre los medios que apoyan el continuismo y la reelección de Barack Obama se destaca el influyente The New York Times, vocero de los liberales e intelectuales de avanzada, que apostaba a un vice débil para Rommey. El Times, en un duro editorial se apresura a señalar que el flamante candidato a vicepresidente “representa la opción política más extremista posible”. Y agrega: “Ryan se ha destacado en su carrera como congresista por sus planes para realizar severos recortes al presupuesto del país mientras que eliminaría impuestos para la población más acaudalada”, algo que el diario llamó un “presupuesto políticamente tóxico”. En el fondo se trata de la vieja disputa entre demócratas y republicanos, en la que los primeros pretenden que el Estado asuma un papel paternalista cada vez más marcado, mientras que los republicanos consideran que se debe disminuir el tamaño del Estado y sus gastos, lo que facilita destinar más recursos para la economía y aliviar impuestos de los más ricos, como de la clase media. El presidente Obama también descalificó al candidato a la Vicepresidencia republicano como un ideólogo, un elemento pensante y un antagonista de su gobierno. Esas críticas han tenido el efecto de entusiasmar más a los opositores quienes desde que se anunció la fórmula presidencial con el “ideólogo derechista” han batido en tres días su propia marca de recolección de fondos.

Los actos de campaña en los que han participado Rommey y Ryan en Virginia, Mooresville, High Point y Wisconsin, el Estado natal del vice, mostraron el renovado vigor que representa la fórmula republicana. Su presencia ha despertado el instinto de lucha de su Partido, para llegar a conquistar la solidaridad nacional y ganar la justa presidencial. Lo que significa que los demócratas desde Washington harán cuanto esté a su alcance para mermar el impulso que ha tomado la campaña republicana, a sabiendas de que en medio de la crisis mundial se juega el destino de los Estados Unidos.

Rommey aclaró que no imitará a los socialdemócratas europeos que descalabraron económicamente al viejo continente con personajes nefastos como Rodríguez Zapatero, lo que indica que con algunas modificaciones volverá al modelo conservador renovado que con tanto éxito ensayó en su hora Ronald Reagan. Si bien las circunstancias actuales son muy distintas a las de los tiempos en los que su país se presentaba como potencia unipolar. Obama, que es un rudo combatiente político, sabe que a dos meses de campaña un nuevo aliento de los republicanos puede ser fatal para sus aspiraciones. Por lo que las pullas que le lanza Ryan no le causan risa. El político republicano sostiene que: “La economía no está funcionando como debería. El presidente (Barack) Obama llegó hace cuatro años con muchas promesas, esperanza y cambio”, que se han desvanecido. Por tanto, sigue Ryan, la elección del 6 de noviembre es “entre dos futuros” y él y Romney tienen la fórmula para “devolver al país al camino correcto”.