* Pese a Copa América, hay buenas noticias

* No dejar que le quiten al país esa alegría

 

En medio de los convulsos momentos que atraviesa el país y el duro golpe a su imagen internacional, una vez más son los deportistas los que sacan la cara por Colombia, proporcionando no solo alegrías y orgullo a todos los habitantes sino recalcando a nivel externo que talento humano es lo que le sobra a nuestra nación.

Llena de optimismo el liderato de Egan Bernal en el Giro de Italia, en donde afrontará esta última semana con la intención de conquistar otra de las tres grandes competencias del calendario mundial ciclístico. Igual debe destacarse que Miguel Ángel López también esté de primero en la Vuelta a Andalucía. Ya Nairo Quintana y Esteban Cháves se habían reportado con triunfos de etapa en pruebas europeas semanas atrás.

En el fútbol es claro que la actuación de Juan Guillermo Cuadrado, Luis Fernando Muriel y Duván Zapata en la liga italiana ha sido muy reconocida, al punto que los dos primeros, así no hayan logrado conquistar el scudetto con sus respectivos equipos, figuran entre los mejores de la Serie A.

También sigue sorprendiendo gratamente la tenista Camila Osorio que consiguió el jueves la clasificación a las semifinales del WTA 250 de Belgrado, logrando así meterse al top 100 mundial. Ya semanas atrás había ganado el WTA de Bogotá. En este deporte, ya la estelar dupla de Sebastián Cabal y Robert Farah sumó este año dos torneos ATP 500: Dubai y Barcelona.

En las clasificatorias a los Juegos Olímpicos, a realizarse en escasas ocho semanas en Tokio (a menos que la pandemia obligue a su cancelación) se reportan también noticias prometedoras. Los atletas criollos ya tienen asegurados 44 cupos dentro de la meta de llevar 80 y superar la histórica cosecha de medallas de las justas de Rio de Janeiro. El Comité Olímpico Colombiano está confiado en que no sólo se completará la delegación, sino que en varias disciplinas hay una alta probabilidad de preseas.

De cara a los Juegos Paralímpicos, que también se realizarán en tierras niponas, el optimismo es alto: el país tiene asegurados 51 cupos en siete deportes. Ya en Río, hace cinco años y con una delegación de apenas 39 atletas, se conquistaron 17 medallas y ahora se va por más. A ello se suma que días atrás la colombiana Carolina Munévar (carta clave para Tokio) se colgó su segunda medalla de oro en la Copa Mundo de Paracycling en Ostende.

También hubo buenas noticias en las últimas semanas en el tiro con arco, clavados, atletismo y pesas, entre otros deportes.

Obviamente no todo es positivo. La participación de los equipos colombianos en las fases clasificatorias de las copas Libertadores y Sudamericana ha sido muy deficiente. También es claro que el pico de la pandemia en el último mes, aunado a la ola de paros y desórdenes en varias ciudades, afectó el calendario deportivo en torneos nacionales e incluso con participación internacional, no solo en el balompié sino en varias disciplinas.

En este escenario la noticia más lamentable fue la cancelación de la Copa América en Colombia. Es claro que el agitado clima social y orden público conspiró para que nuestro país no pudiera ser sede del torneo continental de fútbol, que estaba programado para iniciar, en el grupo norte, el 14 de junio en Barranquilla y Medellín. Una vez más Colombia, así como en su momento pasó con la sede del Mundial de 1986, se ve forzada a renunciar a ser anfitriona de un evento deportivo de primer nivel.

Sin embargo, no hay que dejarse derrotar por el pesimismo ni caer en negativismo que quieren generalizar algunos sectores radicales en nuestro país. Así sea por televisión habrá que apoyar a la Selección en la Copa América y en los partidos de las eliminatorias. También está en vilo la final del torneo local y no se descarta jugar partidos en el extranjero. No debería ocurrir esto, pero hay que tomar decisiones para que la alegría del deporte no se apague ni se la quiten a los colombianos aquellos que solo quieren sembrar anarquía y sumir al país en el caos.

En materia deportiva hay muchos retos pendientes en múltiples escenarios y disciplinas. El calendario local e internacional no se detiene y, por el contrario, recobra dinamismo a medida que la pandemia cede en Europa, Estados Unidos y otras latitudes. De igual manera, en Cali se llevarán a cabo en septiembre los Juegos Panamericanos Junior. También están los Juegos Bolivarianos el próximo año. Se impone, entonces, desarrollar una mayor resiliencia ante las difíciles circunstancias y apostar por el futuro. El deporte, como se dijo, siempre saca la cara por el país y mantiene arriba el optimismo.