El derecho a opinar | El Nuevo Siglo
Jueves, 31 de Enero de 2013

El Prestigioso diario de Guayaquil, El Universo, que se ha mantenido erguido e independiente  pese a las amenazas constantes  y las argucias del gobierno de Rafael Correa para silenciarlo o manipularlo mediante el descarado intento de amedrentarlo al incubar juicios amañados, multas y presiones judiciales de todo tipo, que han forzado a algunos de sus directivos al exilio,  el miércoles pasado en la página web, apareció sin la acostumbrada caricatura. En sustitución aparecía una carta del presidente Rafael Correa, que firmaba conjuntamente con el candidato a vicepresidente, Jorge Glas.  El compañero de fórmula de Correa ha sido acusado  de plagio en su tesis universitaria. El gobernante considera en la misiva que es: “un acto de grosera violación a la memoria histórica de los ecuatorianos, y los procesos penales seguidos por tal motivo. Todo, en alineación con los sectores políticos opuestos a nuestra candidatura”. Se trata sin duda de una maniobra más  que electoral  calculada para amedrentar a futuro el Diario, puesto que Correa aparece en las encuestas muy por encima de sus contendores, que con la excepción del ex presidente Lucio Gutiérrez, no tienen mayor opción, dado que la oposición se presenta dividida y desorganizada, en tanto el gobierno cuenta con los cuantiosos fondos del Estado y un poderoso monopolio de las comunicaciones de prensa, televisión y radio.

Como es archiconocido y lo observamos por televisión, el 30 de septiembre de 2010  estalló una protesta policial en Quito para llamar la atención de las autoridades y de la población por los bajos salarios, el irrespeto a la  jerarquía y los méritos en los ascensos, así como sobre una ley que atentaba contra sus ingresos y estabilidad laboral. Contra toda lógica y sin atender los conductos regulares o la línea de mando, el presidente Correa se presentó en el lugar del motín. Los protestantes respondieron con disparos al aire y gases lacrimógenos.  El Presidente, quien, posiblemente, pensó que con su presencia dominaba de manera automática a los rebeldes uniformados, calculó mal. Al hacerse presente y retar a los uniformados, éstos se indignaron más y de no ser por la intervención de algunos oficiales, el Jefe de Estado  habría podido ser blanco de las balas. Por fortuna, apenas resultó lesionado en una pierna, sufrió algunos empujones y moretones.

Como recuerda El Universo, fuerzas leales  “consiguen sacar al Presidente del hospital con un operativo que incluyó despliegue de tropas por las calles de Quito. Correa fue extraído del edificio en un operativo que dejó 10 muertos y más de 200 heridos, y en su versión, la que sostendría públicamente luego de los hechos, aseguró que las horas que estuvo en el hospital las pasó en calidad de secuestrado”. Por esa información El Universo ha sufrido toda clase de ominosas persecuciones. La caricatura de ese Diario  jugaba con el término  plagio con doble sentido: “al que se refería Bonil, para él una dudosa retención con fines políticos y a la vez el absurdo de hablar de secuestro a menos de la fuerza pública”.

La caricatura trata un hecho real, conocido por la población y que ha seguido figurando saltuariamente en la memoria colectiva, en cuanto Correa se ha referido numerosas veces al caso y  lo  llevó  a los tribunales. Correa y Glas son dos figuras públicas que a diario se dirigen a los medios de comunicación. Es apenas natural que sus acciones, opiniones y  afirmaciones susciten el interés de los caricaturistas y sean objeto de exaltación o que se les ridiculice. Esa es la libertad de expresión. La caricatura tiene un enorme poder de comunicación y es una de las armas más poderosas del periodismo independiente.

Para rematar, Correa y Glas exigen en la carta -dizque apelando al derecho de réplica-  "se nos publique en respuesta a la caricatura de Bonil de la página 6 el texto siguiente: ‘El Diario El Universo ofrece a los señores economista Rafael Correa Delgado e ingeniero Jorge Glas Espinel, candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, en su orden, disculpas públicas por la caricatura de BONIL, publicada en esta sección el día lunes 21 de enero de 2013, por haber constituido una manifestación directa y contraria a los referidos candidatos’”.  

El Universocon la dignidad y el valor civil que lo caracteriza no pidió disculpas ni va hacerlo, puesto que defiende la libertad de expresión. Ese es un noble ejemplo de dignidad profesional que exaltamos y compartimos. La libertad de opinar no es solamente de quienes escriben, lo es en grado sumo la de los caricaturistas. Quienes pretenden manipular a los medios, amedrentarlos o engañarlos solapadamente se habrán de estrellar siempre contra la coraza infranqueable de elementos insobornables que dignifican la noble profesión de informar.