El enigma coreano | El Nuevo Siglo
Viernes, 19 de Julio de 2013

AL  terminar la segunda Guerra Mundial la geopolítica fue condenada por las potencias occidentales a la obsolescencia, por considerarla una doctrina  geográfico-política que se podía manipular para justificar agresiones delirantes y peligrosas para la paz. El inglés sir Halford John Mackinder estudió la posición excepcional de Rusia entre  Asia Central y la Europa del Este, por ser el centro estratégico del planeta  o el corazón del mundo, hinterland. Para determinar que en la medida que aumentara su poderío militar tenía condiciones excepcionales de extensión  y riqueza, que bien explotada podría llevar a quien dominara esa región a jugar un  papel clave para el predomino mundial. Rusia desde tiempos lejanos ha jugado un papel preponderante por su tamaño y riqueza  en Europa y Asia. Los zares enfrentaron a los asiáticos, los turcos y los europeos. Así como fueron determinantes para derrocar el predominio europeo de Napoleón. Y José Stalin,  al recibir el apoyo de Estados Unidos durante la segunda Guerra Mundial, expande su país por la diplomacia y las armas de manera sorprendente.  La Unión Soviética se transforma en potencia mundial, en particular cuando consigue la bomba atómica. Dicen que la guerra fría la desata Stalin, por cuanto vivía bajo la zozobra de que le descargaran un par de bombas atómicas como las que cayeron un día trágico sobre Hiroshima y Nagasaki. La Unión Soviética con la bomba atómica da un paso determinante en la política planetaria y la guerra fría se extiende por el planeta. Corea se convierte en uno de los focos de conflicto más graves de esa lucha entre las potencias. Estados Unidos, por el declive del Reino Unido, envía su Flota de guerra  y tropas para impedir el expansionismo comunista.

El gobierno de Laureano Gómez colabora con  un Batallón que va a  Corea para luchar a favor de Estados Unidos. Allí en otro extremo del planeta combatieron  nuestros soldados, a los  que en una guerra de posiciones les corresponde  defender el Paralelo 38, misión en la que se comportaron con indomable estoicismo y valor.  Las potencias se disputaban los restos en Corea del Imperio de Japón en retirada. Y todos conocemos  la historia, en esa guerra  denominada de baja intensidad, el país se desangra de punta a punta y termina dividido, surgen Corea del Norte y Corea del Sur. La primera, el signo del comunismo ortodoxo, la segunda ingresa al sistema capitalista Técnicamente la guerra no ha terminado, puesto que no se firmó la paz

Ambas Coreas son  gobernadas por dictadores. Corea del Norte concentra el trabajo colectivo en producir su propio armamento, en aparente esfuerzo de convertirse en una suerte de Esparta asiática, lo que indica que siendo aliada no quería ser absorbida por la Unión Soviética ni por la vecina China. Lo cierto es que evolucionó  un partido comunista oficial y único que se desarrolla en torno de la voluntad de acrecentar el poderío militar y mantener  el poder hereditario de los Kim, que se suceden unos a otros hasta que aparece en escena  el joven Kim Jong-Un. Entre tanto, Corea del Sur se transforma en una potencia económica.

Los  Kim concentran las energías nacionales en la producción de armas. Se desarrollan cohetes, misiles, bombas, múltiples artefactos de destrucción masiva y se intenta la bomba atómica, pero se descuida la principal de las armas, la producción de alimentos.  Y alimentar a millones de seres cuesta miles de millones de dólares. En la medida que crece la población, es más costosa la comida.  Los norcoreanos padecen hambre, se alimentan mal, están famélicos, con la excepción de los del partido oficial y los cercanos a Kim. Producen armas letales, intentan comercializarlas, pero soportan un duro embargo de las Naciones Unidas. El país es monitoreado de manera  permanente desde satélites y aviones espías. Algo similar le ocurre a Cuba, con la diferencia que el comandante Fidel Castro es un hábil político que intentó exportar la revolución y convertir los Andes en un nuevo Vietnam, sin lograrlo,  a pesar del sacrificio del Che Guevara. Por lo que con el comandante Hugo Chávez y con Lula, proclaman el Socialismo del Siglo XXI. Que en resumen consiste en tomarse el poder por la vía electoral, proyecto que avanza electoralmente en nuestro continente, con la excepción de Chile, Colombia, Paraguay y en ciertos  aspectos el Perú. Por el avance del socialismo del Siglo XXI, en Colombia la izquierda  espera que  con el final de la lucha armada se favorezca su  futuro electoral.

Pese al hambre y frustración social, Corea del Norte entró al club nuclear y viene ejerciendo un creciente influjo entre algunos sectores revolucionarios que siguen en cierta forma la fórmula del mariscal Goering, en el sentido de dar más prioridad a la producción de cañones que a la  mantequilla, bajo la teoría del sacrificio colectivo para mantener la unidad y lealtad al gobernante autoritario. La captura del barco  de Corea, procedente de Cuba, cargado de armas viejas en Panamá, suscita diversos interrogantes. Al parecer se da  un negocio de reparación o renovación de repuestos bélicos que acuerdan  los jefes políticos coreanos y cubanos. Por lo que se especula si se trata de una jugada de distracción política  para probar los sistemas de seguridad de Panamá o  un intento de romper el bloqueo. Los expertos sostienen que no es impensable en el mañana un acto terrorista suicida al  hacer estallar un barco en el Canal de Panamá, que por supuesto no se efectuaría con bandera de Corea del Norte. Todo lo cual pesa en contra del deseo del gobierno de Nicaragua de construir un canal interoceánico en su territorio, puesto que los peligros son evidentes, más cuando ese país en su hostilidad a Colombia favorece  la subversión para extender y prolongar más la violencia.