Hay polémicas cíclicas y desgastadas en Colombia. Una de ellas es la que se refiere al riesgo que representa el uso de pólvora por parte de los menores de edad, sobre todo en las festividades de fin y cambio de año.

A medida que en los diciembres va aumentando el número de quemados por el uso irresponsable de este tipo de productos, vuelve a ponerse sobre la mesa la necesidad de prohibir de forma definitiva la fabricación y comercialización de pirotecnia en Colombia. El debate se mantiene por varias semanas y luego pierde eco. Un año después, vuelve y se prende sin que se tome una decisión definitiva.

Se habla siempre de la necesidad de que desde el gobierno de turno se generen alternativas rentables y eficientes para que las personas que se dedican a esta actividad pueden capacitarse y tener un capital para dedicarse a otro oficio.

Pero de inmediato se escuchan las voces del sector legal de la pirotecnia, que lo primero que señala es que cumple con toda la normatividad vigente, que cada año ha sido más restrictiva, y que la mayoría de los incidentes se deben, de un lado, a la irresponsabilidad de los padres y los adultos en el manejo de estos productos y, de otro, a que las autoridades no son lo suficientemente eficientes para detectar a los productores clandestinos, que no solo comercializan sin control ni límite alguno, sino que, más grave aún, utilizan sustancias altamente contaminantes y con mayor poder de explosión y capacidad de producir daño.

Las estadísticas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar señalan que hubo 354 casos de niños, niñas y adolescentes lesionados con pólvora entre el 1 de diciembre de 2022 y el 14 de enero de 2023.

Visto ese nivel de afectación, las autoridades han pedido a gobernaciones y alcaldías que maximicen sus operativos para verificar que la comercialización de productos de pirotecnia se esté haciendo de forma legal y con las restricciones vigentes. De igual manera se insta a las familias a que eviten en lo posible comprar este tipo de productos y evitar que los menores de edad estén presentes en donde otros los están usando.

Debe destacarse que ya algunos alcaldes salientes han señalado que para las festividades navideñas y de año nuevo han contratado a profesionales en espectáculos pirotécnicos con el fin de que desarrollen su actividad de una forma segura y la ciudadanía pueda apreciar sin riesgo estos eventos.