Aunque   pareciera un hecho apenas anecdótico y circunstancial, lo cierto es que cada vez más los estudios sobre el comportamiento humano en la segunda década del siglo XXI coinciden en que la capacidad comunicacional directa de las personas ha registrado variantes que es necesario analizar a fondo para establecer sus implicaciones a corto, mediano y largo plazos.

La advertencia se refiere, específicamente, a cómo la capacidad conversacional a viva voz está empezando a ser desplazada por la comunicación virtual, producto no sólo del avance en la interconectividad y movilidad tecnológica, sino por el auge de las redes sociales. Y ello se pone de presente con solo mirar a niños, jóvenes y adultos absortos por largo tiempo en sus teléfonos móviles, computadores, tabletas y otros aparatos, sin entablar charla con quienes los rodean o concentrarse en lo que está ocurriendo en su entorno. Hay investigadores que hablan ya de un nuevo individuo, no asocial sino e-social, que se comunica por estos medios tecnológicos pero que va perdiendo poco a poco la capacidad de hacerlo, para utilizar un término coloquial, en carne y hueso.

Y no es un asunto menor, como muchos pudieran creer. Ya hay escuelas, colegios y universidades en donde se prohíbe a los alumnos en determinadas clases y escenarios académicos utilizar celulares, computadores y demás, pues se considera que el mundo virtual al que estos les permite acceder, afecta su concentración y capacidad de aprendizaje en las aulas. Igual, hay empresas en donde está restringido el uso de estas tecnologías durante las jornadas laborales y en reuniones. Incluso, por estos días se denunció el creciente número de comparendos a los conductores que chatean mientras van al volante, en una actitud tan peligrosa como hacerlo ebrio…

No se trata de caer en el anacronismo de satanizar el avance tecnológico ni la movilidad digital. Son, de lejos, de los progresos humanos más importantes de la última centuria. Simplemente es un llamado a analizar si se está pasando de individuos sociales a e-sociales, y lo que ello implica.