¿Es ingobernable Cartagena? | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Febrero de 2015

Está en el debate público el asunto capital de la gobernabilidad de Cartagena, así como el de varias ciudades importantes del país. Se discute a diario allí, en Bogotá y en  el resto de urbes el atraso proverbial, en unos casos por falta de recursos y en otros por mala o pésima utilización de los mismos. Materia en la que Medellín sale mejor librada en cuanto ha mostrado que la sociedad y las autoridades locales afrontan los problemas, buscan soluciones y luchan por resolverlos. Quizá ninguna otra ciudad ha mostrado tal voluntad y creatividad para avanzar en la recuperación del espíritu cívico y de solidaridad inteligente como la capital antioqueña, que es ejemplo en cuanto a la reconciliación citadina y el compromiso por encontrar acuerdos para resolver falencias, lo que ha permitido avanzar en la superación de algunas crisis en las comunas periféricas e invertir en infraestructura con éxito, al punto de ser la ciudad más avanzada del país en transporte masivo, incluido el aeropuerto alterno de Rionegro.

No faltan los cartageneros y los bogotanos que denuncian que son víctimas de la ingobernabilidad y la miopía de sus mandatarios y demás autoridades, en cuanto a obras macro.

Paradójicamente los capitalinos se cuentan entre los que más critican al actual alcalde de Cartagena, Dionisio Vélez, por cuanto estiman que la ciudad está en barrena. Tremenda equivocación. La Heroica es la vitrina de Colombia, la urbe en donde proporcionalmente más se invierte en el país y cuyos predios más se valorizan. Gran parte de los cargos que se le hacen al actual mandatario por cuenta de obras o de permisos polémicos, corresponden en realidad a hechos contratados o determinados antes de su llegada al poder. Pero resulta aún más curioso que se le critique también por su gestión el año pasado, pese a que precisamente en el 2014 fue cuando logró concretar parte de sus mejores aportes a la ciudad, como los notables avances en Transcaribe y la recuperación del sector de Bazurto.

Se le critica, así mismo, a Vélez que hubiese recuperado el escudo colonial de la ciudad, que se le otorga en su momento por ser parte del Imperio Español. Sin embargo es algo apenas normal para una urbe cuya parte colonial es histórica e invaluable.  Lo mismo se le reprocha por cuenta la distribución de una foto suya en algunos despachos administrativos. Esos son asuntos menores, susceptibles de evaluarse bien o mal según quien los analice. Lo más importante es que ha conseguido dar un ejemplo en materia de gobernabilidad y un gran impulso a las obras públicas. También que se promueve de la ciudad en el exterior, no sólo como destino turístico y centro de convenciones internacional, sino también como polo de desarrollo empresarial.

No se puede negar que en el trasfondo de las críticas a sus ejecutorias está el hecho de que no se ha dejado manipular por los viejos caciques locales, que son, precisamente, los que más tratan de empañar su imagen.