Pese al complicado escenario económico interno, las empresas multinacionales de capital colombiano siguen dando ejemplo de pujanza y audacia en los negocios.
Tal es el caso del Grupo Argos que acaba de concretar la que es, sin duda, la más importante movida empresarial de 2024 en cuanto a compañías colombianas se refiere, apenas superada por el negocio de Nutresa. Esto porque el consorcio estadounidense Quikrete Holdings, líder en el segmento de materiales de construcción listos para usar y una de las corporaciones privadas más grandes de la industria norteamericana, firmó un acuerdo para adquirir a Summit Materials por un monto de 11.500 millones de dólares.
En esta última unidad productiva estadounidense Cementos Argos tiene una participación del 31%, razón por la cual, al conglomerado de origen antioqueño, que desde 2005 opera directamente en el sector de la construcción de ese país, podría recibir, una vez se cierre la compra y se obtengan las respectivas autorizaciones regulatorias, lo cual está previsto para mediados del año entrante, alrededor de 2.875 millones de dólares.
Se trata, entonces, del que bien puede catalogarse desde ya como el negocio del año protagonizado por una empresa nacional. De hecho, la información suministrada por Argos señala que la rentabilidad de esta operación de venta de Summit, en donde es el máximo accionista, es muy alta y servirá para reforzar iniciativas empresariales y productivas en el mercado norteamericano, al que le seguirá apostando con grandes inversiones, al ser uno de los principales activos del portafolio del consorcio de origen paisa.
En medio de un escenario interno muy complicado, en el que el aparato productivo a duras penas podría estar creciendo este año no más allá del 1,8%, con el agravante de una caída del 17% en la inversión extranjera directa y un clima de negocios golpeado drásticamente por la incertidumbre derivada de las polémicas y accidentadas políticas económicas gubernamentales, noticias como las del Grupo Argos, que se suman a otras decisiones estratégicas recientes del mismo holding, resultan sustancialmente positivas y contribuyen a revertir en parte el marcado pesimismo empresarial reinante en el país.
También queda claro que competir en mercados tan exigentes como el norteamericano es posible, sobre todo cuando se apuesta por la calidad, la vocación de largo plazo y la lectura adecuada de los flujos de oferta y demanda de productos de consumo masivo, como es el caso del rubro de la construcción y derivados.