La presión sobre los periodistas en Hispanoamérica, que al ver la inoperancia o morosidad de la justicia, investigan por su cuenta y hacen valientes denuncias, es cada día mayor, notables colegas han sidoabatidos, heridos, amenazados en nuestra región. No siempre se emplea la violencia contra los periodistas, median los halagos, las dádivas y el sobre clandestino, para acallarlos. Lo mismo que se dan casos de periodistas que amagan con denuncias en los medios, apenas con la finalidad de medrar y  negociar su silencio con los interesados; ese tipo de periodismo repugna, es cobarde, falaz y alardea de su bajeza moral.

En Argentina, en tiempos de las dictaduras, los periodistas sufrieron todasuerte de atentados y horrendos crímenes. En democracia, con Carlos Menem, los medios que se tomaban ciertas libertades críticas eran comprados por poderosos empresarios del régimen, por rareza empleaban la violencia. En Colombia se produce el magnicidio de Álvaro Gómez, por sus  denuncias contra el Régimen. En Uruguay, en Paraguay, en Chile, en Brasil, en el Perú, en Bolivia, en  Venezuela, han sido asesinados, torturados, encarcelados y desaparecidos, numerosos periodistas.

En Francia, los gobernantes europeos se unen para marchar y protestar en París, por el atentado contra Charlie Hebdo, que les costó la vidaa 12 inermes civiles. En nuestra región crímenes como el de Álvaro Gómez, quedan en la impunidad.  La insolidaridad política, social y la indolencia colectiva, frente a los ataques de los gobiernos y otras fuerzas contra la libertad de prensa son una lacerante vergüenza. En Ecuador la Ley de Prensa es una burda camisa de fuerza contra la libre expresión y la empresa privada. El Gobierno denuncia y presiona sobre los jueces para condenar y multar a los empresarios y periodistas. En Venezuela se persigue a los que opinan, se les incoan procesos con pruebas falsas, se les amenaza y se asfixia sistemáticamente a los medios. No se les vende papel, ni dólares para comprarlo en el exterior.Tal Cual agoniza.¿Por qué se persigue vilmente a los periodistas?Por cuanto, pese a la nube global de Internet, el periodista de talento es como el pintor genial, que de la inmensidad de un paisaje difuso destaca lo mejor y crea una obra maestra.