La seguridad ciudadana | El Nuevo Siglo
Jueves, 19 de Diciembre de 2013

Por  estos días navideños en los cuales muchas persona movilizan grandes sumas de dinero para sus empresas, para los pagos de fin de año y se multiplican las compras en los comercios, por lo general aumentan los delitos contra la propiedad, el ‘paseo millonario’ y los ataques contra los que cargan efectivo o se presume que manejan gruesas cantidades de dinero.  Pese a los llamados de las autoridades para que  los que se ven obligados a mover esas elevadas cuantías de dinero se comuniquen con la policía, que ofrece una protección especial. No avisan a las autoridades y prefieren arriesgar la vida, por unos cuantos millones de pesos. Por su parte, en las entidades financieras se intentan infiltrar o acuden como merodeadores, agentes al servicio de grupos de pandilleros que se especializan en asaltos a gentes indefensas que salen de los bancos. El fenómeno no es solamente de Bogotá, se repite en todo el país.

Es de destacar que gran parte de los asaltantes y sicarios que han cometido fechorías por estos días navideños van en motocicletas, en algunos casos son los parrilleros los que disparan y en otras ocasiones actúan con compinches que van en automóviles o elementos que colaboran en alquilar las armas o transportarlas o esconderlas. En algunas ciudades del país han prohibido los parrilleros y con esa medida han disminuido los atentados de los sicarios, pero no se han acabado. Sorprende la  juventud de los delincuentes, en su mayoría menores de edad que han sido entrenados como sicarios. Es corriente que porten armas de alto calibre, mientras los comerciantes y parroquianos, no consiguen un permiso de porte de armas para su defensa personal. Son los ciudadanos inermes y numerosas personas que van a cobrar su pensión, los más se cuentan entre las víctimas de los cobardes delincuentes, lo  mismo que señoras que salen de compras y en los barrios donde viven son despojadas de su dinero por pandilleros de poca monta que suelen ser muy agresivos.

Lo cierto es que por descuido de los alcaldes y las autoridades el crimen organizado tiende a aprovechar el fin de año para intensificar los hurtos y atracos. Es preciso que los ciudadanos de bien se organicen, colaboren con las autoridades y avisen de los elementos sospechosos que actúan por la zona, una acción preventiva de la policía consigue evitar pequeños y grandes asaltos, que en ocasiones terminan con la muerte de las víctimas.