Llinás y la neurociencia | El Nuevo Siglo
Lunes, 5 de Noviembre de 2012

* El redescubridor del cerebro

* “Somos crustáceos volteados hacia fuera”

 

El  científico colombiano Rodolfo Llinás se destaca universalmente por pertenecer a la estirpe de los sabios,  de los más grandes investigadores de todos los  tiempos, al que sus colegas consideran que ha  redescubierto el cerebro. En ensayos sobre sus proyectos  sostienen que desde los griegos nadie avanza tanto como el colombiano en cuanto a penetrar en los secretos  del cerebro humano, lo que lo ha conducido a ser uno de los fundadores de la neurociencia. Ha dedicado varias décadas de su vida a investigar  el funcionamiento de las neuronas. Según la etimología griega de la palabra, neurona se refiere a cuerda, nervio, los impulsos diminutos que se mueven internamente y son decisivos para el funcionamiento del cerebro. Esa zona microscópica en el campo de estudio y experimentación es su obsesión. Para esta tarea apela a su experiencia y observaciones sobre las funciones y el comportamiento del cerebro, apoyado en diversas, complejas y variadas ciencias y estudios, desde la biología, fisiología, bioelectricidad, medicina, psicología, filosofía, antropología, informática y, naturalmente, la psiquiatría. Así como se hace referencia a Colón como descubridor del Nuevo Mundo, en el caso de Llinás se trata de una labor orientada a penetrar en los secretos del mismo mediante una brillante, intuitiva, rigurosa, meticulosa y sistemática labor científica a la que  dedica su vida.

En estos momentos los reflectores de los medios y el interés de los periodistas y la humanidad se interesan en el científico que anuncia grandes avances con sus investigaciones sobre el agua y sus experimentos con el preciado líquido para beneficio de la humanidad. Llinás, reside en los Estados Unidos, los memoriosos  cuentan que viajó a ese país con el titulo de médico bajo el brazo, pero que para poder entrar a trabajar en uno de los hospitales más importantes debió ingresar  como enfermero. Se puede decir que gracias a su experiencia en los Estados Unidos, donde cuando conocieron de su talento y creatividad, han apoyado sus investigaciones. A la inversa de Colombia, en donde otro científico, de las excelsas calidades y la valía de Elkin Patarroyo, quien con múltiples sacrificios se queda en el país, los ignorantes y los envidiosos, intentan  desacreditarlo; se le persigue, se le escatiman los recursos y se le quieren prohibir los experimentos con animales para salvar vidas humanas. No entienden la dimensión extraordinaria de sus investigaciones, su importancia científica, ni la trascendencia que tienen para la humanidad sus experimentos con vacunas químicas que revolucionan el avance en ese campo.

En Colombia las mentes superiores no solamente deben padecer el atraso cultural, sino sufrir la ominosa presión negativa de los peores situados en posiciones de influencia, que al no entender ese campo de estudio, con  supina ignorancia tratan de impedir los avances científicos, el crecimiento de la ciencia o arrebatarles los magros  recursos a los investigadores, como  le ocurre  lastimosamente a Colciencias. Rodolfo Llinás ha sido postulado varias veces al Premio Nóbel. Es el director del prestigioso Departamento de Fisiología y Neurociencia de la Universidad de Nueva York, ha sido asesor de la NASA, es miembro de las academias de Ciencia de Estados Unidos, Francia, España y Colombia, ha escrito cientos de ensayos de notable originalidad y profundidad, así como más de media docena de valiosas obras científicas, de obligatorio estudio en las mejores universidades. No es sencillo entender los alcances de sus portentosas investigaciones, las que, en ocasiones, pese a lo intrincado de sus temas se confunden con la poesía, para darse una idea de sus visión del hombre, es preciso acudir a sus propias palabras, cuando, Llinás   se refiere a su campo de experimentación: “Supongo que la conciencia, el pensamiento y los sueños nos resultan tan extraños porque parecen ser impalpablemente internos. Ello podría deberse a que, desde un punto de vista evolutivo, nosotros los vertebrados podemos considerarnos crustáceos volteados hacia fuera”.

Los  descubrimientos del científico Rodolfo Llinás trazan un nuevo paradigma y abren maravillosas ventanas al conocimiento del hombre y la manera como funciona el cerebro, la memoria genética. En cuanto a sus experimentos con el agua pretende producir una hiperoxigenación que reorganiza las moléculas, el cambio sería de tales dimensiones que constituye un avance colosal de la civilización  y en  cuanto favorecer  la salud y el bienestar de la especie humana.