Una vez más queda en evidencia la inconveniencia de la flexibilización de las sanciones políticas y económicas que pesan sobre el régimen dictatorial de Nicolás Maduro.

Tal y como lo habíamos advertido, la decisión de Estados Unidos de suavizar de forma temporal el embargo sobre las exportaciones de petróleo, gas y oro venezolanos e incluso activar un fondo de inversiones en programas sociales manejado por la ONU y financiado con capitales oficiales de ese país que estaban congelados en el exterior, no necesariamente llevaría a que el gobierno chavista dejara de perseguir a la oposición y permitir elecciones libres y transparentes el próximo año.

Dicho y hecho. Pese a que esos alivios se dieron en respuesta al acuerdo al que llegaron el régimen Maduro y la oposición en la negociación de Barbados, que incluye la disposición a que el año entrante se llame a comicios generales y se habilite a los candidatos contradictores, la satrapía chavista volvió a endurecer su postura.

La justicia venezolana que, como todos los poderes públicos, está cooptada por el régimen chavista, decidió anular todo ese proceso de las elecciones primarias que llevó a cabo la oposición el pasado 22 de octubre, cuando resultó elegida, de forma masiva y contundente, como candidata única para enfrentar a Maduro la dirigente María Corina Machado.

Como se sabe, la candidata está inhabilitada por esa misma justicia politizada del régimen, razón por la cual la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, han venido urgiendo que, en el marco de las tratativas y como respuesta a los alivios políticos y económicos anunciados, dichas sanciones sobre los líderes opositores sean eliminadas y puedan competir de forma abierta en los comicios de 2024.

Por el contrario, la Corte Suprema de Justicia, a instancias de un dirigente opositor que es señalado de ser colaboracionista del régimen, no solo suspendió "todos los efectos" de las primarias de la oposición, sino que abrió investigaciones penales contra los impulsores de los comicios, que fueron realizados y contabilizados de forma independiente a la organización electoral.

Aunque ayer Estados Unidos advirtió al régimen sobre la gravedad de esta decisión, lo cierto es que el chavismo, una vez más, se burla de la oposición y de la comunidad internacional, todo ello mientras toma aire por el levantamiento del embargo petrolero y la ONU activa millonarias inversiones en programas sociales.