Nueva era en Cundinamarca | El Nuevo Siglo
Jueves, 31 de Diciembre de 2015

Los retos del gobernador Rey

Movilidad en ciudad-región, prioridad

NO son pocos los retos que tendrá que afrontar el nuevo gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey Ángel, pues si bien es cierto que el departamento es uno de los de mayor pujanza económica, social, institucional y de otras índoles a nivel nacional, enfrenta ingentes necesidades en distintos campos. La principal de ellas, a no dudarlo, la relativa a la movilidad vial en el área circunvecina de la capital del país, en la que el tráfico automotor se ha convertido en un dolor de cabeza para centenares de miles de cundinamarqueses. En ese marco, la puesta en marcha del proyecto del Tren de Cercanías  asoma con uno de los pasos fundamentales para la movilización entre Bogotá y más de una veintena de municipios adyacentes. No menos importante es lo relativo a la terminación y puesta en funcionamiento de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), la regulación de la llegada y salida de camiones y tractomulas  a la Sabana de Bogotá, sobre todo por el sector de la Calle 13. Hay que retomar la opción de los llamados “puertos secos”. También debe evaluarse lo relativo a una mayor integralidad del sistema del transporte público y municipal con los portales y troncales del sistema Transmilenio en los límites de la ciudad.

Estos y otros desarrollos viales en distintas zonas del departamento son claves al ser Cundinamarca el eje de la RAPE Región Central. Otro de los proyectos sobre los que existe gran expectativa es, sin duda alguna, el referido a la construcción y puesta en  funcionamiento del llamado aeropuerto alterno Eldorado II, que ya tiempo atrás la Vicepresidencia de la República y el Ministerio de Transporte delinearon en sus aspectos más generales.

Otro de los asuntos centrales que deberá abordar la nueva Administración es el referido a la expansión urbanística en muchos municipios que rodean a la capital del país, fenómeno que está creando una alta presión en materia de disponibilidad de las redes de servicios públicos, generación de empleo y oferta educativa.

No menos fundamental es que se evalúen las medidas que deben aplicarse para asegurar la oferta y seguridad alimentaria de los cundinamarqueses, toda vez que una parte de los terrenos que estaban dedicados a la agricultura y los cultivos de pancoger han empezado a ser desplazados por desarrollos de conjuntos residenciales a gran escala así como parques industriales y empresariales que se han ido trasladando de Bogotá hacia los municipios periféricos, atraídos no sólo por beneficios tributarios, sino por la plusvalía que han ido ganando todos los predios de la zona. 

Aunque el Departamento ha ganado mucho terreno en materia de orden público y seguridad urbana en la última década, a tal punto que las acciones guerrilleras y de otros grupos delincuenciales armados se han reducido ostensiblemente, lo cierto es que han crecido fenómenos de delincuencia común como el microtráfico, robos y otras afectaciones a la convivencia ciudadana, cuya neutralización requiere de un refuerzo operativo y presupuestal  a las autoridades de Policía y judiciales, en la mayoría de los municipios cundinamarqueses.

Mejorar la red pública hospitalaria, sobre todo para alcanzar mejores estándares de atención a patologías de alta complejidad, es otro de los retos que tendrá la nueva administración departamental. Prioridad también será implementar de forma rápida y eficiente un plan de choque para enfrentar los graves efectos que está teniendo el fenómeno climático de El Niño en muchos municipios que ya están abocados a racionamientos de agua. A ello se suma que Cundinamarca es uno de los departamentos más afectados por los incendios forestales en las últimas semanas y es necesario reforzar todas las medidas para neutralizar las conflagraciones y evitar el surgimiento de otras.

Como lo señalamos semanas atrás en estas mismas páginas, el mapa político dejado por las elecciones regionales y locales del pasado 25 de octubre es supremamente beneficioso para el desarrollo conjunto e integrado de Cundinamarca y Bogotá. La agenda tripartita definida ya por el Gobierno Nacional, el entrante Alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa  y el electo gobernador Rey ponen de presente que este cuatrienio que inicia debe marcar un punto de inflexión, tanto para la capital del país como el Departamento, cuyos destinos está inexorablemente unidos.

Hacemos, pues, los mejores votos por la buena marcha de la administración departamental y confiamos en que el dinamismo del nuevo mandatario, el alto perfil de su equipo de gobierno y la pujanza característica de los cundinamarqueses se conjuguen para construir una gestión eficiente y de progreso para todos.