* Arranca en firme campaña presidencial
* Viene una segunda fase de coaliciones
Se cumplió este domingo una nueva jornada electoral que consolida la democracia colombiana. Pese a algunas dificultades, y los saboteadores subversivos que no dejaron de recurrir a la barbarie tradicional, el evento demostró un triunfo rotundo del sistema democrático.
En ese sentido, una vez más los colombianos han dejado en claro que el método adecuado para resolver los problemas y dar curso a las convicciones está en las urnas. Aunque en no pocos lugares del país el clima resultó adverso, como lo había pronosticado el Ideam, vale señalar que los ciudadanos cumplieron a cabalidad con el derecho y el deber inaplazable de elegir a sus delegados en Senado y Cámara de Representantes. No obstante, la abstención pasó factura y los rubros globales de votación para Congreso fueron similares a los de 2018 (en no poca medida por la confusión creada por las consultas interpartidistas).
Precisamente estas consultas fueron el foco de atención para elegir a los candidatos únicos de cada coalición para la presidencia de la República. En esa dirección, puede decirse que desde hoy arranca la verdadera campaña por la Casa de Nariño.
En tanto, frente a la composición del Senado uno de los grandes triunfadores fue el partido Conservador, igualando con el Pacto Histórico, aunque la diferencia en el número de curules entre las principales colectividades es poca y las mayorías dependerán de la unión entre bancadas. De otro lado, en la Cámara de Representantes los más votados fueron el liberalismo, el propio Pacto y el conservatismo. Un mapa político cuyo verdadero alcance solo se sabrá una vez se definan las nuevas coaliciones.
En cuanto a las consultas, es claro el avance de la izquierda, en cabeza de Gustavo Petro y el Pacto Histórico, lo cual estaba sin embargo presupuestado en los sondeos, logrando cerca de un 48% de la votación general. Del mismo modo es evidente, también, que los sectores de la centroderecha pudieron aglutinar una gigantesca cantidad de voluntad política al conseguir una votación extraordinaria de la coalición Equipo por Colombia, que sumó el 34% del registro general. En este caso, Federico Gutiérrez ganó holgadamente la candidatura única, muy por encima de los rubros que señalaban las encuestas, con segundo lugar de Alejandro Char y tercero de David Barguil, pero casi empatados. Bastante más atrás quedó la coalición de Centro Esperanza, que solo alcanzó el 18%, pero imponiéndose Sergio Fajardo pese a las pugnas internas y el divisionismo latente.
Así las cosas, estos tres candidatos designados se enrumban a la primera vuelta soportados en un número importante de apoyos, lo que cambiará ipso facto la competencia electoral.
De hecho, es muy probable que se produzcan de inmediato coaliciones nuevas, con sectores partidistas que no participaron oficialmente de las consultas en el día de ayer. Por eso, en esta semana se comenzarán a dar acercamientos cruciales que incrementen la potencia electoral de cada aspirante hacia la primera vuelta. De allí que los sectores de izquierda, por ejemplo, hablen de un Frente Amplio, al estilo de la dinámica política uruguaya, o se concentren en ganar más adeptos, especialmente con el partido Liberal. La incógnita determinante es si esta colectividad entrará a reforzar la candidatura del Pacto Histórico y, de otra parte, cuál será la fórmula vicepresidencial petrista.
Por su lado, los sectores de centroderecha podrían aumentar decididamente su exposición electoral hacia la primera vuelta, sumando al Centro Democrático. Es un hecho que la coalición de Equipo por Colombia no solo sacó una votación trascendental este domingo, sino que computando las curules conseguidas en Senado y Cámara es la voz cantante en el Congreso.
En este caso, el interrogante consiste en saber si Oscar Iván Zuluaga, candidato oficial del Centro Democrático, mantendrá su candidatura o acaso declinará en favor de Gutiérrez, ya que muchos militantes de este sector votaron en la consulta por el exalcalde de Medellín. También cobra una importancia inusitada saber quién será el tiquete vicepresidencial de Gutiérrez, dependiendo de si se quieren conseguir respaldos adicionales a los partidistas o consolidar la votación interna de Equipo por Colombia.
Fuere cual sea la reflexión que se haga en las diferentes colectividades, el punto central es que ahora viene una segunda fase de coaliciones, puesto que es una realidad insoslayable que nadie tiene asegurado un desempeño determinante en primera vuelta si no concita fuerzas adicionales. Parecería un hecho, asimismo, que la campaña presidencial irá hacia la polarización, con la Centro Esperanza disminuida, el Equipo Colombia abriéndose un gran espacio y un avance del Pacto Histórico. En suma, se ha abierto la contienda definitiva entre la defensa de la democracia y las libertades frente al populismo.