Recta final en Venezuela | El Nuevo Siglo
Domingo, 26 de Mayo de 2024

* Fracasó la trampa electoral de la dictadura  

* Habría votación récord por candidato opositor

 

A dos meses de las elecciones presidenciales en Venezuela, las alertas siguen encendidas a su máximo nivel ¿La razón? Superando la trapisonda a la que acudió el régimen dictatorial de Nicolás Maduro para inhabilitar a la principal líder de la oposición, María Corina Machado, el aspirante elegido para reemplazarla, Edmundo González Urrutia, pese a que ha encabezado pocos mítines en plaza pública, figura hoy en las encuestas creíbles con porcentajes superiores al 50 y 60 % de favoritismo, ganándole por alrededor de treinta y hasta cuarenta puntos al cuestionado heredero del chavismo.

Por lo mismo, desde distintos sectores nacionales e internacionales se advierte que la satrapía ya entendió que, como se dice popularmente, ‘le salió el tiro por la culata’, pues si bien logró tramposamente excluir a Machado de la competencia electoral directa, la valiente dirigente, que había ganado mayoritariamente las primarias de la oposición en octubre pasado y luego concitar el apoyo sólido de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), continuó en campaña y día tras día encabeza concentraciones multitudinarias en todo el país, transmitiendo un solo mensaje: el 28 de julio cada voto por González será un voto por el retorno a la democracia, al Estado de derecho, a la libertad y, sobre todo, al principio del fin de 25 años del régimen autoritario, corrupto e ineficiente que quebró a la otrora rica nación, la hundió en la peor crisis de su historia y forzó a no menos de ocho millones de venezolanos a huir al exterior en busca de un futuro mejor.

Pese a que hace un par de meses la mayoría de la opinión pública desconocía quién era González, escogido a última hora como candidato del antichavismo, su nombre se ha extendido como un tsunami por todos los rincones de esa atribulada nación, en un fenómeno político que solo se explica por el desespero de los venezolanos con la dictadura. De hecho, las encuestadoras más confiables señalan que el aspirante opositor no solo encabeza los sondeos con una amplia ventaja sobre Maduro, sino que siete de cada diez consultados afirman que el 28 de julio irán a las urnas. Esto implica, entonces, que habría una participación electoral récord, lo que sin duda favorecerá a quienes lideran la necesidad de sacar al régimen del poder y someter a sus líderes a la justicia nacional e internacional para que respondan por todos sus crímenes, que incluyen una larga lista de conductas típicas de lesa humanidad.

Precisamente por ese sorpresivo y creciente apoyo a González no pocos voceros de la oposición advierten que Maduro y compañía alistan más maniobras, obviamente ilegales, para atajar a la oposición. Las ‘alternativas’ que se temen van desde la captura de Machado, un procesamiento al candidato que lidera los sondeos o incluso un fallo del Consejo Nacional Electoral o el Tribunal Supremo de Justicia contra los partidos que lo respaldan o la misma Plataforma Unitaria Democrática.

Ante ese riesgo creciente, se multiplican las alertas a la comunidad internacional para que ponga el ojo avizor sobre el remate de la campaña proselitista en Venezuela. A dos meses de las urnas no está claro qué países o instancias se van a prestar para participar en la delicada labor de observadores extranjeros de unos comicios que, de un lado, son organizados por una dictadura que se niega a salir del Palacio de Miraflores, y de otro, ya tiene un largo historial de fraude electoral. De hecho, ante el rápido posicionamiento de González, aumentan las alarmas en torno a que el régimen, con asesoría de cuestionados gobiernos extranjeros aliados, prepara desde ya un complot al más alto nivel y complejidad para manipular el software de votación y esquilmar el triunfo a sus rivales.

Como se ve, en las próximas ocho semanas los venezolanos se enfrentan a uno de los desafíos políticos más importantes desde sus inicios republicanos. La dictadura no va a dar el brazo a torcer ante las mayorías que urgen su derrota. Contra la pared, es posible que la cúpula del régimen acuda a medidas aún más desesperadas, ilegales y hasta violentas para evitar que la democracia imponga el relevo en el poder. Las declaraciones altisonantes y amenazantes de Maduro, Diosdado Cabello y otros líderes de la satrapía así lo dejan ver. Por lo mismo, la comunidad internacional, que ya fue engañada por las ‘jugaditas’ de estos, debe estar lista para reaccionar y movilizarse ante un nuevo zarpazo del chavismo a la democracia y la libertad.