El desgaste oficial

Vuelve la ley del péndulo

En  el exterior se resaltan los positivos resultados de la economía de los Estados Unidos en los dos últimos trimestres, que superaron las expectativas de los informes oficiales y de los economistas adictos al gobierno. Así no convenzan a todos los analistas, puesto que algunos expertos atribuyen esa modesta reacción a la acogida que tuvo la propuesta republicana en las pasadas elecciones de volverse autosuficientes en materia energética, lo que ha permitido que el país vaya cumpliendo en los plazos que se fijó y por etapas ese ambicioso proyecto, que favorece la expansión económica. Así como ha sido determinante, junto con la merma del crecimiento chino y las aulagas de la crisis europea, en la caída internacional  del precio del crudo.

Los ambientalistas están descontentos por cuanto la explotación minera causa estragos en el medio ambiente. Los estadounidenses se quejan de que la modernización de la industria va a la saga de las necesidades de desarrollo y el aumento del empleo que reclama la Nación. En algunas zonas del país se percibe un rebrote de antagonismo y descontento racial. La numerosa población de origen mexicano en las fronteras está dividida entre los nativos del país de esa estirpe y los emigrantes que cruzan clandestinamente en busca de un futuro mejor, los primeros son más radicales que la población de origen anglosajón, puesto que sienten que sus puestos de trabajo peligran en tanto no se supere del todo la crisis. Entre tanto el presidente Barack Obama sabe que las promesas que les hizo a los mexicanos y los de otras nacionalidades de facilitar la legalización de los sin papeles no las puede cumplir y siguen las deportaciones sistemáticas en casi todo el país.

En los círculos políticos mejor informados se siente una cierta frustración por cuanto consideran que el papel de los Estados Unidos como potencia en el mundo es decadente. Estiman que falta un propósito nacional y que se dejó avanzar demasiado la crisis en el Medio Oriente, pese a que el país se ha visto envuelto en varias confrontaciones en la región, en las que suele mostrar su superioridad militar destructiva, que contrasta con los pocos resultados en favorecer la democracia y ganar amigos en una región en donde las disensiones religiosas se confunden con nuevos credos políticos. Muchos dudan de que con bombardear esas hordas de fanáticos que han jurado morir por su causa se consiga extirpar un tumor que ya hizo metástasis y se extiende como una terrible enfermedad contagiosa por toda la región y sus tentáculos parecen tener ramificaciones globales. En tanto el fantasma del terrorismo sacude el país y se suma al temor por el ébola.

Y los conflictos regionales, la vulnerabilidad de la política social del gobierno, la falta de liderazgo, el desconcierto creciente de las masas de las ciudades con los problemas de seguridad, como por lo que consideran la inacción del gobierno, la supuesta debilidad frente a los excesos de Rusia en Ucrania, la intromisión en los asuntos de Hispanoamérica, con el renovado apoyo a gobiernos despóticos como el de Castro en Cuba y el de Nicaragua y la venta de armas a Venezuela, debilitan la postura del partido demócrata en las próximas elecciones. Existe una corriente poderosa desafecta al predominio demócrata en Washington, en especial por lo que estiman como un manejo económico errático. Estas elecciones locales son decisivas, en cuanto preceden las presidenciales que se efectuarán en el 2016. Los sondeos indican que es muy posible que se cumpla con la ley del péndulo en ese gran país bipolar, lo que significa que los republicanos están en posibilidades de alcanzar el control del Congreso, lo que en un país federado significa que los dos últimos años de Obama podrían ser los más duros de su carrera política.