Sudán, otro escenario de guerra | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Diciembre de 2013

En Sudán del Sur se está perfilando otro escenario para una contienda civil de grandes proporciones. Los rebeldes  que luchan contra el gobierno que preside Salva Kir no dan tregua. Las naciones limítrofes tienen temor de la extensión del conflicto. Los insurgentes están con al exvicepresidente Riak Machar. Ya hubo un amago de golpe contra Kir, que no prosperó. Machar estimula la insurrección e incita al Ejército a deponer al presidente Kir.  También ha sugerido al Movimiento Popular de Liberación de Sudán -SPLM-, cuya rama armada es el Ejército Popular de Liberación de Sudán -SPLA-, es decir, las fuerzas armadas del país, a derribar a Salva Kir del poder.

El Presidente ya ha insinuado que quiere conversar con Machar. No obstante éste dice que si hay diálogo es para negociar la salida de Kir. Los opositores que tienen como líder a Machar y lo siguen están de acuerdo con el exvicepresidente opositor en el sentido de que el actual mandatario no representa a los sudaneses y no puede mantener la unidad del país, lo cual va a conducir a una guerra entre las varias comunidades de ese país.

Debe resultar bien difícil gobernar una nación con diversidad de etnias. Basta observar las dos facciones en el gobierno -SPLM y SPLA- y la que respalda al exvicepresidente Machar,  para imaginarse las dificultades que implica formar un gobierno unitario. Lo que debieran tener en cuenta los grupos en pugna es la población, que al final lleva las de perder en una guerra. 

Los países de la región podrían ser mediadores para evitar que las cosas se agraven. El gobernante tiene el apoyo de las fuerzas armadas para mantenerse en el poder. Pero puede ser a un precio muy alto si se intensifican las hostilidades entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales. Esta semana la insurgencia se apoderó dela ciudad de Bor. En los combates ya han muerto más de 500 personas.

El Presidente si se aferra al mando esto puede costar muchas vidas. En el mundo actual ya lo han dicho expertos, en ocasiones resulta fácil acceder al poder y quizá más difícil conservarlo. Hay excepciones de dictaduras eternas como la de Cuba o la de Mugabe en Zimbabue. Claro que cuando los políticos de izquierda llegan al poder siempre tratan de no soltarlo. En general en estos tiempos ha surgido un despertar en especial en países como Egipto, Libia, Túnez, la ‘primavera árabe’ que logró derribar gobernantes de muchos años. Y el fenómeno sigue repitiéndose en particular en esa parte del mundo.