EL 7 de octubre de 2023, cuando la facción terrorista islámica Hamás atacó varias ciudades del Estado judío, asesinando a más de 1.200 personas y secuestrando alrededor de 300, es similar para los israelíes que el 7 de diciembre de 1941, cuando los japoneses atacaron la flota naval norteamericana en Pearl Harbor. Una y otras fechas son consideradas como un “día de la infamia”.
Por lo mismo hoy, cuando se celebra el primer aniversario de ese ataque masivo a Israel, la alerta es máxima en toda la región del Medio Oriente, en donde el Estado judío no solo mantiene distintos frentes de batalla, asestando en los últimos meses golpes son precedentes a los distintos grupos extremistas, sino que todo el mundo está pendiente de cuándo lanzará una operación militar a gran escala contra Irán, en respuesta a los más de 180 misiles que la semana pasada le disparó la república islámica en ‘venganza’ por el abatimiento de los cabecillas de Hamás y Hezbolá.
De hecho, ayer el primer ministro israelí prometió vencer a los enemigos de Israel y su ejército bombardeó objetivos de Hezbolá cerca de Beirut, todo ello en la víspera del primer aniversario del ataque de Hamás en suelo israelí, que desató la guerra en Gaza.
“Juntos lucharemos y juntos venceremos”, declaró Benjamín Netanyahu durante una visita a sus tropas en el norte de Israel, en la frontera con Líbano.
“Hace un año sufrimos un golpe terrible”, añadió, en referencia al ataque del movimiento islamista palestino del 7 de octubre, que desató una devastadora ofensiva del Estado hebreo en la Franja de Gaza.
Netanyahu, que pronunciará hoy un discurso a la nación para conmemorar el letal ataque, también dijo que el ejército había logrado transformar “la realidad de un extremo al otro”. “El mundo entero está impresionado por los golpes que se están asestando a nuestros enemigos”, aseguró.
Tras haber debilitado a Hamás en Gaza, Israel anunció a mediados de septiembre que desplazaba “el centro de gravedad” de sus operaciones hacia el norte, en la frontera libanesa, donde Hezbolá abrió el 8 de octubre de 2023 un frente en apoyo al grupo islamista palestino.
El jefe del ejército israelí, Herzi Halevi, afirmó ayer que sus fuerzas no solo habían derrotado el brazo militar de Hamás, sino que habían “asestado un duro golpe” al movimiento chiita libanés, respaldado por Irán.
“No nos detendremos”, aseguró, advirtiendo que “la guerra será larga y se libra por nuestro derecho a ser un pueblo libre en nuestra tierra”.
Hamás, que gobierna Gaza desde 2007 y es catalogado como organización “terrorista” por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, elogió por su parte el “glorioso” ataque del 7 de octubre.
“Hizo añicos las ilusiones que el enemigo había creado, convenciendo al mundo y a la región de su supuesta superioridad y capacidades”, dijo en un vídeo Jalil al Haya, miembro del grupo basado en Catar.
Máxima alerta
Como se sabe, además de iniciar una campaña de bombardeos en Líbano, Israel se enfrentó el martes pasado a un ataque de Irán, en respuesta, según Teherán, a las muertes del jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, y del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh.
El primero murió en un bombardeo israelí el 27 de septiembre en Beirut, la capital libanesa. El segundo fue abatido en un bombardeo atribuido a Israel el 31 de julio en Teherán, la capital iraní.
La agresión iraní avivó el temor a una conflagración en Oriente Medio. El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, amenazó ayer a Irán, su enemigo jurado, con ofensivas similares a las de Gaza y Líbano.
Teherán dijo, sin embargo, que ya tenía “preparada” su respuesta en caso de ataque israelí, según informó ayer un medio local citando una fuente militar.
“Si Israel actúa, no hay duda de que el contraataque iraní se llevará a cabo”, agregó. Irán “posee una lista de numerosos objetivos israelíes”, y la operación del martes “mostró que podemos destrozar cualquier lugar que nos interese”, añadió la fuente.
El jefe de la diplomacia iraní, Abás Araqchi, advirtió el sábado que “por cada acción, habrá una reacción proporcional y similar de Irán, e incluso con más fuerza”.
Los llamados a una tregua en Oriente Medio se han intensificado en las últimas semanas. El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió el sábado el fin inmediato de la “impactante violencia y el derramamiento de sangre” en Gaza y Líbano.
El papa Francisco, a su vez, pidió “un alto el fuego inmediato en todos los frentes, incluido el libanés”.
La agencia de prensa oficial libanesa ANI reportó más de “30 bombardeos” durante la noche en varios sectores de la periferia sur de Beirut, bastión del movimiento islamista libanés, y un corresponsal de AFP informó de otros bombardeos en el este del país.
Sin tregua
Con las operaciones en Líbano, Israel busca detener los disparos de cohetes de Hezbolá en la frontera para que decenas de miles de desplazados en el norte debido a las hostilidades puedan volver a sus casas.
En Gaza, el ejército anunció haber rodeado la zona de Jabaliya, en el norte del asediado territorio, donde estima que el movimiento palestino está recomponiendo sus fuerzas.
También anunció el despliegue de tropas adicionales cerca del enclave, en previsión del aniversario del ataque de Hamás en Israel.
Saldo mortal
El ataque del 7 de octubre del año pasado dejó 1.205 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales israelíes.
Los islamistas también capturaron ese día a 251 personas, de las cuales 97 siguen cautivas en Gaza y 33 de ellas habrían muerto, según el ejército.
La ofensiva israelí en la Franja ha causado por el momento 41.870 muertos, según las últimas cifras del Ministerio de Salud del territorio palestino, cuyos datos son considerados fiables por la ONU, pero no por las autoridades israelíes.
En Líbano, más de 2.000 personas han muerto por las hostilidades desde octubre de 2023, de las cuales más de un millar desde el 23 de septiembre, según las autoridades. Alrededor de 1,2 millones de personas han sido desplazadas. /Resumen AFP