En la confusión en que anda el Gobierno con diversas ‘políticas’ que hoy tienen al país con los pelos de punta (proceso de paz, cese el fuego, reforma a la salud, educación, transporte, infraestructura, Venezuela), hay una que los colombianos de a pie y los empresarios de la construcción no entienden. Y es la que se desarrolló en los últimos años con los subsidios o facilidades para que miles de personas pudieran acceder a la compra de vivienda, y que ahora el Gobierno prácticamente destruyó aplicando fielmente el ‘chu-chu-chú’ irónico del presidente Gustavo Petro, en un sector que genera 1,8 millones de empleos.
Desde que llegó al poder el mandatario, las sucesivas ministras de Vivienda prefirieron aplicar la política a un programa exitoso de Mi Casa Ya, que en el mejor momento desde el gobierno anterior otorgó 200.000 viviendas anuales, para que hoy, apenas entregando 20 mil unidades, decida cambiarle el nombre para ‘maquillar’ ese subsidio.
Cuando comenzó la actual administración, la orden del presidente fue acabar con ese programa, aunque hoy la disculpa es que, como en el Congreso no se aprobó la ley de financiamiento, debe recortar los recursos para vivienda, algo que los colombianos no le van a creer.
Aunque el Ministerio de Vivienda diga que los subsidios de vivienda no serán eliminados, pero cambiarán su denominación y estructura debido a la falta de recursos presupuestales, el cuento es que el ‘chu-chu-chú’ si le está funcionando al presidente (miren lo que pasa con la salud, acabando con las EPS; o con la energía, con Ecopetrol).
Ahora sale la viceministra de Vivienda, Aydeé Marsiglia Bello, a señalar que el programa Mi Casa Ya, pasará a llamarse 'Subsidios para la Adquisición de Vivienda Nueva o Usada', y que "este cambio busca mantener la entrega de subsidios mientras se ajustan las políticas públicas y se exploran fuentes de financiación alternativas”.
Olímpicamente, el Gobierno se saca de la manga una disculpa infantil para explicar lo que no tiene explicación alguna. Eso no lo creen miles de colombianos que desde hace dos años aplicaron para acceder a Mi Casa Ya y siguen esperando. Otros cientos decidieron no seguir esperando y optaron por renunciar a esos subsidios que hoy forman parte del paisaje que el gobierno Petro nos quiere mostrar con un cambio que nunca llegará.