Vigencia del papa Francisco a sus 87 años | El Nuevo Siglo
Domingo, 17 de Diciembre de 2023

El máximo jerarca de la Iglesia Católica cumplió 87 años y si bien es cierto que su estado de salud es cada día más delicado, se esfuerza por mantener al día su apretada agenda y, sobre todo, tanto desde el punto de humanitario como en los asuntos geopolíticos y las mayores problemáticas globales, su opinión continúa siendo de las más escuchadas y respetadas a nivel global.

El pontífice argentino, tras más de una década como titular del Vaticano, hoy es uno de los líderes mundiales más activos en cuanto a urgir salidas pacíficas o negociadas a conflictos como los de Ucrania, la Franja de Gaza, Siria y Darfur, entre otros. De igual manera, sus llamados a combatir el cambio climático son recurrentes, no solo guiados por las encíclicas y sínodos convocados al respecto, sino bajo la tesis de que el planeta es la “casa de todos” y a todos nos corresponde implementar medidas para disminuir los efectos del calentamiento global, que tantas tragedias naturales, económicas y sociales está generando en el mundo.

También es claro que el papa es un abanderado de las causas humanitarias. Sus llamados a auxiliar a los sectores poblacionales más excluidos y pobres están acompasados con un plan de acción de la Iglesia Católica en todo el planeta, mediante el cual jerarcas, obispos y toda la estructura eclesiástica deben estar en continua movilización en ese objetivo. En cada uno de sus mensajes, Francisco es enfático en que la cercanía con la feligresía en los momentos más difíciles de cualquier índole es vital.

Uno de los temas que más ha preocupado al pontífice en el último año ha sido el referente a la persecución de la población cristiana en distintas latitudes, razón por la cual su énfasis en el diálogo ecuménico e interreligioso es una constante en busca de disminuir las tensiones entre los credos.

Obviamente, hay sectores al interior de la Iglesia Católica, que es sabido tiene corrientes ideológicas y doctrinales muy fuertes, que critican algunas de las reformas y decisiones tomadas por el papa en aspectos de apertura y flexibilización frente a situaciones como la diversidad de género, las políticas de natalidad, el rol de la mujer en la estructura eclesiástica, las reglas vocacionales, el divorcio y otros asuntos muy delicados.

Asimismo, el papa mantiene un respaldo muy amplio en lo referente a la postura de cero tolerancias a la pederastia, así como en sus medidas para castigar y perseguir prácticas anómalas e incluso corruptas en la cúpula eclesial, sobre todo en el aspecto financiero.