EL NUEVO SIGLO: El Gobierno nacional presentará nuevamente la reforma a la educación, ¿usted qué opina sobre ello?
ARIEL ÁVILA: La promesa a una reforma a la educación ha estado desde la campaña del gobierno de Gustavo Petro. De hecho, son en la vida real dos promesas: Una reforma a la educación superior, que ha sido la principal, que, entre otras, contiene una reforma total a la Ley 30 de 1992. La otra promesa tiene que ver con la educación básica, primaria y hasta media, de cambiar las condiciones laborales, de mejorar la infraestructura, etcétera.
Eso requiere, mínimamente, no solo la ley estatutaria de educación que se hundió, sino un texto sobre reforma a la Ley 30 de 1992, pero también requería una reglamentación.
¿Qué de eso se presenta o no? No lo sé. Por el momento, lo que está claro es que se va a volver a presentar el texto de la ley estatutaria de educación, que es la misma que se hundió.
ENS: Si el Gobierno insiste en el articulado inicial del proyecto, ¿tendrá viabilidad?
AÁ: En la medida que es mismo texto que se hundió y que no tuvo las mayorías necesarias, la pregunta es si es viable o no. Entonces, la única forma de hacerlo viable es que sea un proyecto estatutario, de reconocimiento de derechos y que no se le agregue nada más. Eso garantizaría un paso en el Senado de la República.
Ahora, si se vuelven agregar cosas de las que se aprobaron en Cámara, no hay cómo aprobarlo en Senado. O sí se aprobaría, pero no el texto que quiere el Gobierno, sino uno con muchos cambios.
ENS: ¿Ve posibilidad de concertación y que esta vez sí lo respete el Gobierno?
AÁ: Claro. Es posible llegar a una concertación. El problema es que hay unos inamovibles en algunos sectores. Uno es el tema de la evaluación docente. Ahí, encontrar a los sectores de oposición con los sectores cercanos al Magisterio o Fecode es imposible.
La financiación prioritariamente pública y no privada: ahí también los puntos de cercanía son muy complejos.
Estos serían los puntos de mayor discusión. Pero hay un tercer punto, que es el que tiene que ver, por ejemplo, con el de la autonomía del Sena y demás, que son los de mayores discusiones. Allí, encontrar encuentros será muy complicado.
Eso quiere decir que tendría que haber prácticamente dos negociaciones: una con los sindicatos y otras con los sectores que están más hacia la derecha.
¿Reforma viable?
ENS: ¿Qué cree que deba contener una reforma a la educación para que sea viable en el país?
AÁ: Creo que el país sí requiere una reforma a la educación. En eso tengo la esperanza de que todos los sectores políticos se entiendan, ya que requerimos esa reforma.
Esa reforma se tiene que hacer por cuatro razones: primero, el cambio demográfico. Es que ya casi no hay niños ni gente joven, por lo que hay escuelas que han tenido que cerrar. Las universidades privadas, sobre todo, tienen una crisis económica inmensa, porque no tienen la oferta casi que llena, sino que ahora es difícil conseguir muchachos que lleguen.
Lo segundo, por los cambios que está viviendo el mundo. La enseñanza nuestra sigue siendo la misma de hace 40 años. Entre lo que le enseñaron a mi papá, lo que me ensañaron a mí y lo que le están enseñando a mis hijos no hay grandes diferencias, pero el mundo sí ha cambiado sustancialmente. Esto requiere unos niveles de actualización inmensos.
Lo tercero de la reforma es el tema de la financiación en general. Todos los escándalos de corrupción que ha habido con los PAE y temas de universidades requieren de una reforma y cambiar la manera en cómo se está operando.
Lo cuarto y lo principal, es aumentar cobertura y calidad. Ahora, veo que las mayorías, sobre todo en el Senado, van a ser muy débiles para el Gobierno.
ENS: ¿Cree que Fecode fue determinante para forzar el relevo de la ministra Aurora Vergara?
AÁ: Fecode es un aliado histórico del gobierno de Gustavo Petro, incluso desde cuando hizo sus primeras campañas. Tanto así que es muy determinante y tiene una voz muy fuerte, que es lo normal. Los sindicatos generalmente tienen voces fuertes en todos los Estados.
Fecode fue determinante en que la reforma se hundiera. Por eso digo que la concertación es posible, pero habrá dos mesas de negociación: una con el sindicato de Fecode y otros sindicatos, y otros con sectores más hacia la derecha.
Entonces, tener dos mesas de negociación para un mismo tema va a ser muy complicado.
Nuevo Mineducación
ENS: ¿Cómo evalúa al nuevo ministro de Educación sobre que no tiene experticia en ese campo?
AÁ: Sobre el señor Daniel Rojas puedo decir que, aunque no lo conozca tanto, es un hombre inteligente, capaz e ilustrado. No tiene experiencia en el campo educativo.
Esperaría que eso lo superará el hecho de nombrar a un equipo que sí sepa en materia de educación. Los viceministros son bastante buenos; por ejemplo, Óscar Sánchez, ha tenido una experiencia larguísima en materia de educación. Fue secretario de Educación en Bogotá.
El otro viceministro fue rector de la Universidad Pedagógica, además tiene una cancha impresionante. Yo espero que esa debilidad del nuevo ministro en cuanto a conocimientos sobre el sector la subsane con el equipo.
ENS: ¿Considera que el nuevo ministro de Educación logrará efectividad en el sistema educativo?
AÁ: Como viene la reforma y seguramente se tendrá que meter algo de reforma de educación superior, el nuevo ministro se le va a medir por su capacidad de concertar con el movimiento estudiantil, con Fecode y los sectores más de derecha. Creo que ese va a ser el principal reto del ministro.
Increíblemente, va a tener que ser un ministerio mucho más político. Si no, no va a poder salir bien. Ahí está el punto clave para Daniel Rojas, su versatilidad al momento de las negociaciones y acuerdos con sectores políticos.