
Interponerse en el camino de Nacional y evitar que sume su cuarta corona, es el propósito de Bucaramanga en el partido de vuelta por la final de la Superliga, a diputarse esta noche en el estadio Américo Montanini de la capital santandereana.
El duelo de ida, en el Atanasio Girardot de Medellín, se liquidó con empate a un gol, resultado que le otorga una aparente ventaja al local.
Los protagonistas de esta final llegan en momentos totalmente opuestos, pero como ya se pudo ver hace una semana en casa de los verdolagas, por tratarse de una final, tiene un aliciente adicional para los jugadores.
Es por el que los dirigidos por Javier Gandolfi no tienen nada ganado y por orientados por Gustavo Florentín no tienen nada perdido. Cuando suene el pitazo inicial, las posibilidades de alzarse con el trofeo serán similares para ambos equipos.
Ya en la cancha será responsabilidad de los jugadores del ‘Leopardo’ demostrar que las dos derrotas sufridas en el Torneo Apertura, ante Boyacá Chicó y por goleada frente a América, fueron cuestión del proceso de acoplamiento al trabajo del nuevo técnico y que a la hora de enfrentar la final la actitud es diferente.
Es el mismo caso para Nacional que ha ganado sus dos partidos en la era Gandolfi. Sin embargo, su gran momento no le garantiza que ya tenga su cuarto título de Superliga en el bolsillo.
En el juego de ida Bucaramanga salió a plantarle cara a los verdolagas y los puso en aprietos mientras estuvo con 11 jugadores en la cancha. Tras la expulsión de Fredy Hinestroza, al técnico Florentín le tocó tomar medidas preventivas para evitar una derrota y su planteamiento le dio frutos.
Para el cotejo de hoy, por pergaminos y nómina, el obligado a proponer y evitar irse a la definición es Nacional. Bucaramanga, a pesar de ser local, puede darse el lujo de ser conservador, jugar con el desespero del adversario y esperar que cometa un error para facturárselo.
Los ‘Leopardos’ deberán tener en cuenta que los laterales de Nacional son letales cuando van al ataque y tomar medidas para evitar que lleguen a posición de gol.
De acuerdo con las estadísticas, desde que se instauró la Superliga, la condición de visitante no es favorable para Nacional, cuadro que busca su tercer título en menos de seis meses, como quiera que ganó el Torneo Finalización y la Copa Colombia.
Bucaramanga, a su vez, busca su primera Superliga y su segunda corona en su historia. La primera la logró el año pasado en el Torneo Apertura.
Para el partido de esta noche, Nacional recupera dos fichas claves, el zaguero central William Tesillo y el volante Mateus Uribe, quienes se encontraban con un cuadro gripal. Jorman Campuzano y Edwin Cardona, no estuvieron frente a La Equidad por decisión técnica y volverían para el juego de vuelta de la Superliga.
Por los lados del conjunto santandereano, que llega golpeado anímicamente, tanto su técnico como los jugadores, se aferran a su gran presentación que tuvieron en Atanasio Girardot para soñar con darle a su afición una nueva satisfacción.
El técnico Florentín tendría que apelar a improvisar a algún jugador en la posición de lateral izquierdo, siendo Alejandro Artunduaga la principal opción para sustituir a Hinestroza.
A los ‘Leopardos’ les tocará suplir algunas deficiencias con un gran planteamiento táctico y esperar que su rival cometa algún error defensivo para cobrarlo por ventanilla y quedarse con el título.
Para nadie es un secreto que los verdolagas, a pesar de su buen arranque en la liga, tienen una defensa que da ventajas, solo que en la mayoría de oportunidades el arquero de turno lo salva.