¿Y con el Eln, qué? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Diciembre de 2015

Otro año sin cerrar fase preliminar

Descartada confluencia de procesos

 

Una vez más están sobre el tapete los interrogantes respecto a las conversaciones preliminares de paz entre el Gobierno y el Eln. De un lado el máximo cabecilla de esa organización armada ilegal, alias ‘Gabino’, aseguró esta semana que "hemos logrado elaborar una agenda negociación a la que no le falta ni una coma”  agregando que sólo están pendientes de pactar algunos elementos de tipo operativo para poder iniciar el año entrante la fase “pública” del proceso. Incluso recalcó que lo mantenido en el último año y medio no son conversaciones “informales”  sino “confidenciales”, con el objetivo de darles un mayor estatus. De otra parte, han surgido informaciones respecto a que el gobierno de Venezuela, en cabeza de Nicolás Maduro, habría congelado su mediación en estos contactos sin saberse a ciencia cierta la razón. A ello se suma que semanas atrás el propio presidente de Ecuador, Rafael Correa, insistió en que su país sigue apoyando la fase preliminar de conversaciones entre las partes.

 

También en los últimos días las Fuerzas Militares y de Policía han asestado sendos golpes a esa facción insurgente, en especial con el abatimiento o captura de varios cabecillas de frente en el nororiente del país. Igual quedaron sin confirmación los rumores que se escucharon hace meses respecto a los nombres que harían parte de los negociadores gubernamentales para ese proceso y tampoco pasaron de la esfera de especulaciones las hipótesis sobre si la sede del mismo sería Caracas, Quito, Montevideo o la misma Habana.

 

Como colofón de esta sucesión de hechos debe señalarse la reiterada advertencia del Gobierno, tras cada ataque militar de esa guerrilla, incluyendo la masacre de soldados en Boyacá a finales de octubre, en torno a que el Eln debía acelerar el paso de las tratativas para evitar ser dejado por el “bus de la paz”, sobre todo en momentos en que tanto en el Ejecutivo como las Farc aseguran que la negociación en La Habana entró, ahora sí, en un punto de no retorno, teniendo incluso como fecha límite para la firma de “un acuerdo final” el próximo 23 de marzo, aunque la propia guerrilla ha tomado distancia de ese plazo.

Revisado todo lo anterior es evidente que no hay nada claro sobre el estado de esas conversaciones preliminares con el Eln, que ya han superado en tiempo las que se realizaron con las Farc de manera secreta. Incluso se recuerda que al comienzo de este 2015 otro de los comandantes de esa guerrilla, alias ‘Antonio García’, había indicado que sólo faltaba por acordar un punto de los seis que hacían parte de la agenda básica de negociación. Sin embargo pasaron los meses y nada se anunció oficialmente al respecto.

 

Ya hoy es indudable que la posibilidad inicialmente contemplada de que los procesos de negociación con estas dos facciones alzadas en armas pudieran confluir en una sola mesa, quedó descartada. Ni siquiera las reuniones que se dieron en Cuba entre los cabecillas de una y otra lograron viabilizar esa alternativa. Por igual queda claro a estas alturas que el país se expone a dos procesos de refrendación popular de acuerdos con la subversión, puesto que mientras las tratativas con las Farc parecieran entrar en la recta final, las del Eln apenas si comenzarían de manera formal y pública en los próximos meses.

 

Así mismo parece decantado que las metodologías de negociación, modelos de proceso y énfasis temáticos de las respectivas agendas son muy dispares, por lo que también sería necesario, en caso a llegarse a buen término en el proceso con los elenos, adelantar reformas legales y constitucionales distintas a las que  eventualmente se deriven de un pacto final con las Farc.

 

Así las cosas, la gran conclusión es que respecto a las conversaciones confidenciales o preliminares con el Eln no se sabe nada a ciencia cierta. Aunque meses atrás se alcanzó a especular que la Casa de Nariño alistaba el anuncio de un pacto sobre la agenda de negociación y la fecha para el inicio de la misma, ello no pasó de un simple rumor. Lo verificable es que el 2015 termina sin humo blanco y arranca otro año de fase secreta con esta guerrilla, situación que sin desconocer la complejidad de esta clase de tratativas, ya de por sí implica un desgaste muy alto y le resta margen político y de apoyo popular muy significativo.  Eso es indudable.