EL NUEVO SIGLO: Los ojos del país están puestos en la crisis de inseguridad y de orden público en el Cauca, pero en el Valle hay una situación tanto o más grave, ¿qué está pasando?
VÍCTOR MANUEL SALCEDO: Aquí hay una situación complicada. La extorsión ha aumentado, sobre todo en el centro del Valle y el fenómeno de Jamundí es delicado. Tenemos que enmarcarlo dentro de un tema de control de microtráfico, pero también de una banda que extorsiona y asesina, que tiene amenazado desde el alcalde hasta la clase política.
Ya han asesinado a dos concejales, Eliecid Ávila, quien iba a ser presidente del Concejo; y a Carlos Londoño que era vicepresidente en la actualidad.
En Jamundí hay otra situación crítica frente a un corredor del narcotráfico. En eso nosotros hemos insistido con el Gobierno nacional en que hay que tener control absoluto sobre este corredor con el Ejército y las autoridades.
Es un territorio en la zona rural de Jamundí y esperamos nosotros poder, en los próximos días, recuperar el control total con el esfuerzo que ha hecho la gobernadora Dilian Francisca Toro.
En Buenaventura también hay una situación, que viene desde hace muchos años, relacionada a una confrontación de bandas criminales. El gobierno ha hecho unos acuerdos de paz allí que a veces funcionan, a veces no.
Lo que esperamos es que las autoridades tomen un control absoluto sobre esa zona de Buenaventura, donde también hay amenazas a los comerciantes y a los empresarios por extorsión y fenómenos de violencia.
ENS: ¿Cómo entender que, pese a las medidas de seguridad para proteger a las autoridades locales, ya llevamos a tres concejales asesinados en el Valle?
VMS: Veo que hay una reacción tardía de la Unidad Nacional de Protección. El mismo sindicato de esa entidad denunció que están engavetados los estudios de seguridad de los concejales de Tuluá, mientras fue asesinado el segundo.
Eso es muy grave. La Unidad Nacional de Protección actúa de manera paquidérmica. Es una entidad que merece que nosotros, no solamente tengamos un control político, sino que el gobierno le ponga atención a una situación tan grave como la que se dio en el municipio de Tuluá, y la unidad no tiene una respuesta, pese a que ya estábamos avisados.
Farallones de Cali
ENS: ¿Qué es lo que está pasando con los farallones de Cali y por qué la gobernadora insiste en redoblar el pie de fuerza militar y policial para retomar el dominio de esta zona estratégica para el departamento?
VMS: Ahí hay temas de invasión de tierras, de minería ilegal y corredor donde funcionan bandas criminales. Este fin de semana pasado estuve en el norte del Valle y los alcaldes denunciaron la presencia del ‘Clan del Golfo’.
ENS: ¿Cómo evalúa la respuesta del Gobierno y Ministerio de Defensa a la solicitud de las autoridades del Valle para que ajusten la estrategia de seguridad y orden público?
VMS: Yo mismo le puse al teléfono al alcalde de Trujillo, al señor ministro de Defensa, Iván Velásquez, el fin de semana anterior que estuve allá. La verdad es que las respuestas son demasiado lentas.
Me parece que el Gobierno se distrae con una paz total que no tiene hoy ni pie ni cabeza, y lo que hay es que buscar la ofensiva militar. Lo que pasa es que se ha perdido año y medio por cuenta de que las autoridades, Policía y el Ejército están replegados. Creo que hay que tener absolutamente criterio a la hora de revisar las estrategias.
Me parece que se ha perdido año y medio pensando en una paz con unos grupos que generan más violencia en el país.
Cárceles
ENS: ¿Cómo entender que todavía se siga denunciando que desde las cárceles los cabecillas de la banda criminal ‘la inmaculada’ sigan ordenando crímenes que van desde el homicidio a la extorsión y otros?
VMS: Eso es cierto, lo ha dicho el ministro de Justicia, lo ha reconocido. La verdad es que hemos visto un esfuerzo del ministro de Justicia frente a ese tema, pero yo tengo que decir también que el problema sigue siendo repetitivo.
ENS: ¿Qué tanto daño le hizo a la seguridad de los vallecaucanos la vigencia del cese al fuego con disidencias de las Farc?
VMS: Son grupos que no han demostrado voluntad de paz y que el gobierno insiste en sentarse en la mesa con esos grupos que no tienen hoy esa voluntad, que hoy carecen de esa voluntad, que siguen trayendo zozobra al país.