EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve el crecimiento económico del país?
ROBERTO VÉLEZ: Definitivamente, el crecimiento económico tan pequeño de pospandemia deja a Colombia en un punto en donde el desarrollo económico se ve cada vez más lejano. Creo que entre los economistas hay un consenso que solamente hay crecimientos anuales del PIB por encima del 5 % sostenido por un largo periodo que supere la década, le pueden dar la dinámica a la economía colombiana para poder superar algún día el término de país en vías de desarrollo.
ENS: ¿Qué se debería hacer para aumentar el PIB agrario?
RV: Los gobiernos tienen que tomar decisiones que sean consecuentes con la eterna frase de que “el sector agropecuario tiene que ser el motor de la economía”. Si eso es cierto y así lo queremos, hay que tomar las políticas que sean las más apropiadas para el agro colombiano. Desde hace ya algún tiempo he venido expresando la necesidad de crear una Junta Nacional Agropecuaria.
Sería un cuerpo de profesionales especialistas en el sector agropecuario, que, a imagen de la Junta del Banco de la República, maneje las variables fundamentales para la estabilidad y crecimiento del campo. Entre ellas está el crédito e incentivos de fomento, la tasa de interés para el campo y precios de garantía de compra entre otros.
Seguridad alimentaria
ENS: A su juicio, ¿qué tanto se ha afectado la seguridad alimentaria en el país, cuando la ONU dice que el país ya entró en crisis aguda por alimentos?
RV: Me parece que no hay una afectación grave en materia de producción de alimentos. No se nos puede olvidar que estamos saliendo de un fenómeno de El Niño que afectó severamente la producción de alimentos, especialmente hortalizas. El país tiene un potencial reconocido para la producción de alimentos, pero, nuevamente, se necesita una política de largo plazo para lograrlo.
Hay que definir los rubros de exportación de alimentos y una meta para el consumo nacional. Se necesita crear comercializadoras para la colocación de los productos colombianos en el mercado internacional, se hace prioritario crear mecanismos que le garanticen a los productores unos niveles de rentabilidad con acompañamiento en los ingresos y los costos de producción.
ENS: ¿Qué alternativas cree que surgen de la reforma agraria que está impulsando el Gobierno?
RV: Es claro que las reformas en la tenencia de la tierra no son efectivas si no están acompañadas de proyectos productivos de largo plazo. Dentro de cualquier reforma agraria en un país de mini y microfundios, el tema de la asociatividad se vuelve crucial para montar proyectos de escala que le den, vía productividad, la competitividad que necesita el agro colombiano.
Inversión extranjera
ENS: ¿Cree que se está espantando la inversión extranjera en el país?
RV: No existe un elemento que ahuyente más a los inversionistas que el cambio constante de las reglas de juego. Las modificaciones a la legislación son elementos que los inversionistas observan como negativos a la hora de tomar decisiones. El otro tema es la incertidumbre tanto en materia política como económica.
ENS: ¿Qué tanto ha afectado a la economía el aumento de los precios de las materias primas en el exterior?
RV: Es claro que dentro del nivel de inflación que viene experimentando Colombia, uno de los ítems que golpea el costo de producción es el incremento de las materias primas importadas. Es complicado estimar un efecto directo de este incremento, pues depende de la utilización que haga cada sector y cada empresa de materias primas extranjeras dentro de su proceso de producción.
El sector agropecuario, por ejemplo, se vio fuertemente afectado por el incremento de los precios de los fertilizantes. Es necesario mantener un monitoreo cuidadoso de la tasa de cambio del peso. Un peso fortalecido significa un incremento en los costos de las materias primas importadas y una menor competitividad de las exportaciones.
ENS: ¿Está preparada Colombia para emprender una transformación económica que acelere el desarrollo del país?
RV: Desafortunadamente con las condiciones políticas y económicas actuales se ve muy lejana la transformación de la economía colombiana que impulse al país hacia una escala de desarrollo superior. No tenemos claridad sobre el papel que deben cumplir los diferentes sectores económicos si no existen políticas de largo plazo que incentiven aquellos sectores que se definan como prioritarios en su desarrollo. Nos hace mucha falta una política de desarrollo del capital humano que esté orientada hacia el apoyo de los sectores que se consideren que pueden darle la dinámica a la economía y su competitividad en el largo plazo.