Y quienes son los Narva, estas, son las especies que están acabando con el espectáculo (los árbitros) y ayudando con la violencia del fútbol profesional colombiano.
Se preguntarán: ¿y ese nombre a que se debe? Se los vamos a explicar. La FIFA, una entidad de reconocida seriedad tenía que distinguir entre los 22 actores del fútbol a quien los dirigiera y hasta entonces había elegido el color negro para los árbitros de cada uno de los partidos, pero el 19 de marzo de 1994 decidió modificar y autorizo el cambio que se inició en el mundial de Estados Unidos, por tanto, aparecieron junto con el negro, los que lucían camisetas amarillas, rojas, verdes y azules, si los unimos quedan los Narva, que parecen una pandemia del arbitraje, puesto que, supuestamente, se ven como si estuviesen acomodándose a intereses de terceros y no del espectáculo.
Casi todos los árbitros han cometido graves errores, a Millonarios frente al Bucaramanga el pasado martes, le dejaron de pitar dos faltas dentro del área y Jhon Hinestroza se hizo el de la vista gorda. Al Nacional y solo por hablar de los últimos dos juegos de la pasada semana le pitaron una mano inexistente, y de ahí, nació el gol del empate del deportivo Cali y si revisamos el fin de semana seguramente los errores son algunos humanos y otros como venidos del cosmos.
Pero claro, la Federación que tiene en la comisión arbitral a un señor como Imer Machado hace caso omiso a todo tipo de críticas, y lo peor, cuando se llega a valorar a los árbitros con la comisión arbitral, pide a gritos que por favor no vayan a calificar mal porque se traumatizan y psicológicamente pueden presentar fallas en las próximas fechas.
Eso quiere decir que los jueces son intocables y que estamos ante la presencia de una nueva clase de “Nenes” que hay que darles las reglas del fútbol con biberón y mientras los hinchas furibundos, matándose en la calle. Imer debiera dar un paso al costado por el bien del fútbol y de los nuevos integrantes de los NARVA, junto con él.