4M: lo que se juega en la baraja política española | El Nuevo Siglo
LOS CANDIDATOS del 4M: Ángel Gabilondo (PSOE), Isabel Díaz Ayuso (PP), Edmundo Bal (Cs), Mónica García (Más Madrid), Rocío Monasterio (Vox) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos)
Foto tomada de Infobae
Domingo, 2 de Mayo de 2021
Redacción internacional

El foco de atención de la política española se centra este martes sobre Madrid por la elección del parlamento regional, del que depende que la conservadora Isabel Díaz siga presidiendo dicha Comunidad, tal y como coinciden en señalar todas las encuestas.

El bautizado 4M será un día atípico para los residentes en la capital española porque es la primera vez que una jornada electoral se realiza en un día laboral, porque esta elección regional se da en ‘clave nacional’ ya que dejará en evidencia cómo se ha ido reconfigurando el apoyo popular a los partidos y porque “sin querer queriendo” será un termómetro para el jefe de gobierno, Pedro Sánchez tanto por su gestión a la pandemia del covid-19 como por haberse apersonado de la campaña en Madrid, opacando al candidato Ángel Gabilondo.

La arriesgada apuesta que hizo Díaz Ayuso al anticipar elecciones, frustrando un intento de censura promovido por los socialistas y los liberales de Ciudadanos (éstos últimos habían sido sus socios de gobierno) fue respondida de inmediato por la coalición gobiernista nacional con dos cartas: la renuncia de Pablo Iglesias como segundo vicepresidente para candidatizarse a la dirección del Ayuntamiento madrileño y el involucramiento pleno de Sánchez con una estrategia polarizadora.

La batalla proselitista por la considerada ‘joya de la corona’ se fraguó así en el bando socialista con reiterados ataques verbales y cuestionamientos contra los populares y su candidata Ayuso. De cuestionarla por un viaje a África pasó a poner en duda la veracidad de los datos que entregó sobre la pandemia en Madrid y hasta sus logros económicos. En el otro extremo, la conservadora ha contestado con resultados de gestión y no sólo de ella sino de sus antecesores, lo que evidencian el desarrollo, crecimiento económico y respeto por las libertades individuales. Hay que recordar que al frente de los destinos de la ciudad han estado los últimos 16 años líderes conservadores y, por ello el sueño socialista de desplazarlos del poder.


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Y es ahí donde la contienda se torna en 'clave nacional', porque se centra entre los votos por Isabel Díaz Ayuso y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en ‘cuerpo ajeno’, su candidato Gabilondo al quien ha contradicho muchas veces y en varios aspectos.

Hace más de una década, el descontento ciudadano con el tradicional bipartidismo entre los conservadores del Partido Popular y el socialista PSOE, abrió el espacio para que movimientos populistas, en ambos extremos del espectro, concitaran el interés ciudadano. Así surgieron Unidas Podemos, Ciudadanos, Vox, Más Madrid y otras formaciones que si bien irrumpieron con fuerza estremeciendo la política española hoy ven como, por diversos factores, han perdido fuerza e incluso corren el riesgo de no lograr el umbral ni representación en los parlamentos regionales.

Es el caso de Ciudadanos quien se juega su supervivencia regional, ya que todos los sondeos señalan que lograría apenas el 3% de apoyo en las urnas, la mitad de lo requerido constitucionalmente para seguir como partido, lo que sería el puntillazo a una prolongada debacle iniciada en tres comicios regionales anteriores (catalanas, vascas y gallegas). Su candidato es Edmundo Bal.

Y la situación no se vislumbra tampoco fácil para Unidas Podemos ya que esperaban que con Pablo Iglesias como candidato aglutinaran un mayor voto de la izquierda, pero las encuestas demuestran que el martes no llegarían al 8%, con un lógico bajonazo de sus diputados en el parlamento madrileño. Mientras el Psoe se encasillará como la segunda fuerza más votada pero no solo muy lejos (al menos 16 puntos porcentuales) de los conservadores sino también con menores apoyos a los que tuvo en la cita del 2019.

Las mismas mediciones evidencian que Mas Madrid, con su candidata Mónica García, es el que ha quitado votos tanto a los socialistas de Sánchez como la de Unidas Podemos. De allí que esta novel formación es la que tiene como se dice coloquialmente la ‘sartén por el mango’ en el caso de buscarse un frente unido de la izquierda para gobernar Madrid. 


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En el otro extremo del espectro político y electoral está el liderazgo de dos mujeres: Díaz Ayuso, la del Partido Popular (actual presidenta de la Comunidad) y Rocío Monasterio, de Vox. La primera aglutina, por sí sola, el 41.3% de la intención de voto lo que le permitirá alcanzar entre 57 y 59 escaños del Parlamento regional compuesto por 130. La segunda tiene el 9.4% del apoyo popular, lo que en curules se traduciría en 12 o inclusive 13, superando por casi dos puntos porcentuales a los proyectados apoyos para el izquierdista Pablo Iglesias.

De allí que -salvo un notorio repunte de Díaz Ayuso en la verdadera encuesta, la de las urnas este martes que le permita gobernar en solitario- la líder popular requeriría de una alianza con su par de Vox.

Como lo reseñamos esta semana y tomando las encuestas más recientes (Electropanel, Nc Report y Metroscopia entre el 21 y 26 de este mes) así está el promedio de intención de voto para los partidos para la elección de Madrid: PP (42.4%), Psoe (22.1%), Más Madrid (15.4%), Vox (8,8%), Podemos (7.7%) y Ciudadanos (3.7%). Y vale resaltar que según dichas mediciones tenían tendencia al alza los conservadores, Vox y Mas Madrid.

Pero sin darse la verdadera encuesta la certeza que hay es que la gran mayoría de los residentes en Madrid tienen pensado ejercer su derecho al voto. El porcentaje de indecisos en el momento de los mencionados sondeos era del 15%, mientras que la proyectada abstención disminuiría algunos puntos frente a la registrada en 2029 que fue del 35%.

La campaña proselitista fue intensa, agresiva y centrada en Sánchez y Díaz Ayuso. De allí que en estos días previos de reflexión electoral muchos ciudadanos hayan señalado que la polarización desplazó el debate sobre temas urgentes como la situación económica. Y la división ha llegado a tal punto que rotuló a los seguidores de los dos bandos políticos: ‘rojo’ si se es de izquierda o “facha” a los de derecha.

Atento al desarrollo de esta contienda madrileña y apoyando a su popular candidata, pero sin intervenir directamente como lo ha hecho el jefe de gobierno socialista, Pablo Casado asegura que habrá un cambio de ciclo en la política española y que ello se evidenciará con los resultados de este martes. Inclusive fue más allá al señalar que con una centroderecha unida, con el PP que es su “casa común”, se podrá recuperar la Moncloa.

Como se ve son muchas las cosas que están en juego en la jornada electoral de Madrid: parlamento y gobierno regional, la supervivencia de Ciudadanos, el futuro de Pablo Iglesias, la fuerza de los partidos, la estrategia política con miras a comicios generales, la consolidación de ascendentes liderazgos regionales pero con proyección nacional (Isabel Díaz Ayuso, Rocío Monasterio y Mónica García) y la medición a las decisiones del jefe de gobierno. Todas estas incógnitas se dirimirán el martes y, sin duda, marcarán el devenir inmediato de la política ibérica. En juego, toda una baraja española.