El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, y el primer ministro, Abdulá Abdulá, han tomado posesión como presidentes del país centroasiático en dos actos distintos celebrados en Kabul y en los que se han podido escuchar al menos dos explosiones, según ha informado la cadena de televisión local Tolo.

En un acto en el interior del palacio presidencial de Kabul en el que ha estado acompañado por el enviado especial de Estados Unidos para Afganistán, Zalmay Khalilzad, Ghani ha tomado posesión de su segundo mandato, horas después de haber intentado sin éxito cerrar un acuerdo de reparto de poder con Abdulá.

A la toma de posesión de Ghani han acudido, entre otros, el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, Ross Wilson, el jefe de las fuerzas militares de Estados Unidos y de la OTAN, el general Scott Miller, y los embajadores de la Unión Europea, Canadá, Dinamarca, Alemania y Noruega.

La toma de posesión de Ghani se ha visto interrumpida en el tramo final por el sonido de dos explosiones pero el mandatario ha pedido a los asistentes que no se dejen intimidar por las explosiones. Las explosiones también se han podido escuchar en la toma de posesión de Abdulá.

"No teman por una o dos explosiones, sigan sentados", ha espetado Ghani a los asistentes a su toma de posesión cuando estaba a punto de finalizar el acto, mientras los guardaespaldas se acercaban a para protegerle y parte de los asistentes se marchaban rápidamente.

Un reportero de Tolo ha dicho que al menos un cohete ha impactado en el aparcamiento del palacio presidencial y ha provocado daños en el vehículo oficial del segundo vicepresidente afgano, Sarwar Danish, además de escucharse varias explosiones más.

Ghani ha asegurado ante los asistentes a su toma de posesión que la ropa que lleva no es "a prueba de balas" sino que se trata de un traje tradicional y que su pecho "está listo para sacrificarse por el pueblo afgano".

Por otra parte, Ghani ha confirmado que finalmente sí aceptará y cumplirá con el intercambio de presos propuesto en el acuerdo de paz de los talibán con Estados Unidos y que implica liberar a 5.000 milicianos a cambio de la entrega de 1.000 agentes de las fuerzas de seguridad afganas.

Varios destacados líderes políticos afganos han decidido no acudir a la toma de posesión de Ghani, como ha sido el caso del expresidente Hamid Karzai, el exlíder muyahidín Abd Rab Rasul Sayaf y el exvicepresidente Yunus Qanuni.

Ghani fue proclamado vencedor de las elecciones presidenciales de septiembre de 2019 por la Comisión Electoral Independiente de Afganistán, con el 50,64 por ciento de los votos, pero Abdulá se ha negado a aceptar su derrota y ha denunciado que el mandatario ha ganado por fraude electoral.

Tras un aplazamiento de varias horas, Abdulá también ha celebrado su toma de posesión como presidente del país en el Palacio Sapedar, situado junto al palacio presidencial de Kabul, y acompañado por varios cientos de personas.

Abdulá ha dicho que no aceptará "un gobierno salido del fraude" y ha avanzado que él formará un ejecutivo "inclusivo" que se encargará de reformar la administración afgana. Además, ha hecho un llamamiento a una retirada ordenada y responsable de las fuerzas militares internacionales actualmente desplegadas en Afganistán.

En las últimas horas, los equipos de Ghani y de Abdulá han estado intentando cerrar un acuerdo de reparto de poder pero las conversaciones no han dado frutos.