Así fue la solemne ceremonia del funeral de Benedicto XVI | El Nuevo Siglo
afp
Jueves, 5 de Enero de 2023
Europa Press y AFP

El papa Francisco inició la misa solemne por el funeral de Benedicto XVI ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro, una ceremonia inédita en la historia moderna de la Iglesia católica.

El sencillo ataúd de madera con los despojos de Joseph Ratzinger, que llevaba encima una copia de los Evangelios, fue colocado en el altar instalado en el atrio de la basílica, al que llegó el papa Francisco en silla de ruedas.

La presencia de un papa en el funeral de su predecesor es algo poco común en la historia reciente. 

Francisco estuvo rodeado por cinco cardenales para dar fin a la conmemoración del papa alemán, que luego de tres días de capilla ardiente, agrupó a más de 200.000 fieles en la basílica de San Pedro para despedirlo, entre ellos la Reina Sofía, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y muchos cardenales, obispos y sacerdotes españoles.

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En el altar, además del Papa Francisco -que celebrará la misa con casi 4.000 sacerdotes- esta el cardenal decano, Giovanni Battista Re. Más de 1.000 periodistas de más de 30 países se han acreditado para cubrir el histórico evento que marcará el cierre de una era en el Vaticano.



El funeral siguió el paso a paso del rito 'Ordo exequiarum Romani Pontificis', el mismo que se usaría si fuera un pontífice reinante, como ya se hizo en el funeral de san Juan Pablo II en 2005, aunque con algunos cambios. "La base es la misma, pero hay algunos elementos que dan originalidad al rito" y "otros elementos que faltan referidos a los más específicos de un Papa reinante", explicó el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.

Para la veneración pública, Benedicto XVI descansaba sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Entre sus manos entrelazaba un rosario.

A diferencia de sus predecesores, el alemán no lleva el palio papal, la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros y que simboliza la potestad de gobierno en una determinada jurisdicción. De hecho, será enterrado sin vestirlo, y, en cambio, será colocado en el ataúd, como se hace con los obispos eméritos.

Tampoco luce en el dedo el anillo del pescador que usó durante el pontificado. En el pasado, para evitar que alguien pudiera falsificarlo, se procedía a su destrucción inmediata justo después de confirmar su muerte. Pero en el caso de Benedicto XVI, su anillo papal fue destruido en 2013, cuando anunció su renuncia. Lo mismo sucede con la cruz pastoral, el bastón rematado con una cruz que tiene un significado paralelo al del palio.

Cabe resaltar que las puertas de la basílica de San Pedro se cerraron este miércoles a las 19:00 y se comenzó a preparar el cuerpo para el sepelio. Amigos íntimos de Benedicto XVI, entre ellos su secretario personal, Georg Gänswein, quien ha permanecido a su lado todos estos años, han estado presentes para velar su cuerpo tal y como hicieron en la capilla ardiente instalada en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano cuando falleció el pasado sábado.

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En el ataúd,  elaborado de ciprés,  también pusieron las monedas acuñadas entre 2005 y 2013, las del pontificado del fallecido papa. Entretanto, en un tubo metálico, se introducirán algunos textos con los hechos más destacados de su biografía como Benedicto XVI.

Los restos mortales de Benedicto XVI ocuparán la tumba de su antecesor, Juan Pablo II, en la cripta bajo la basílica de San Pedro.

De esta manera, el cuerpo del difunto papa emérito descansará en las grutas vaticanas juntos a los de otros pontífices. En 2011, tras haber sido proclamado beato, el cuerpo de san Juan Pablo II fue trasladado desde la tumba que ahora ocupará el papa emérito hasta la superficie de la basílica hasta una capilla para permitir una mayor afluencia de fieles. Desde entonces, los restos mortales del papa polaco reposan en la capilla de San Sebastián, que se encuentra en la parte derecha, entrando a la basílica de San Pedro, entre la que acoge a la 'Piedad', de Miguel Ángel, y la Capilla del Santísimo.