"¡Al combate, vamos adelante!", ordena el presidente venezolano Nicolás Maduro seguido por la difusión de imágenes de aviones caza y fragatas militares cerca del mar en disputa con Guyana: una demostración de fuerza antes de que un buque de guerra del Reino Unido llegó ayer a la zona.
Fuentes de la cancillería guyanesa confirmaron el arribo "sin incidentes" del HMS Trent a sus aguas. El hecho reaviva la tensión entre ambos países dentro de una centenaria pugna por el territorio del Esequibo, que ha escalado tras el hallazgo de ricos yacimientos de petróleo.
Venezuela movilizó 5.682 combatientes en su despliegue "de defensa" que incluye según Caracas aviones caza F-16 y Sukhoi rusos, buques de guerra, patrulleros oceánicos, lanchas armadas con misiles y vehículos anfibios.
Maduro consideró la llegada del Trent como una "provocación y amenaza del Reino Unido contra la paz y la soberanía" del país.
Londres respondió que las maniobras venezolanas eran "injustificadas y deberían cesar". "Trabajamos con nuestros socios en la región para evitar una escalada y seguimos la situación de cerca", dijo un portavoz este viernes.
Ya Guyana había dado claras señales de querer reducir el nivel de tensión. El presidente Irfaan Ali aseguró que los ejercicios con los británicos no pretendían "ser agresivos o constituir un acto ofensivo".
"Ni Venezuela ni ningún otro Estado tiene nada que temer", añadió, sin que esté previsto cancelar las maniobras.
Rocío San Miguel, experta militar y habitualmente crítica del gobierno, calificó la presencia militar británica como "una imprudencia que obliga a Venezuela a responder como se ha hecho hasta ahora".
"La escalada militar dependerá de los movimientos de este buque británico en aguas por delimitar", señaló.
Gary Best, que fue jefe de Estado Mayor de la Fuerza de Defensa de Guyana, aseguró no obstante que este tipo de ejercicios son rutinarios.
"Entiendo que Venezuela lo vea como una provocación, pero hablando desde la posición de Guyana, no; otros barcos han pasado por la región bajo el sistema de seguridad regional", explicó. "En este contexto ha tomado otro significado", pero "no es inusual y tampoco una amenaza a la soberanía de Venezuela".
Brasil, con el que Guyana también ha realizado ejercicios militares, mostró su preocupación por la situación actual y sin nombrar directamente a Reino Unido, señaló en un comunicado que "cree que las demostraciones militares de apoyo a cualquiera de las partes deben ser evitadas, para que el proceso de diálogo en curso pueda dar resultados".
El Ministerio de Exteriores de Brasil ha pedido a Venezuela y a Guyana “contención para evitar una escalada de las tensiones, volver al diálogo y respetar el espíritu y la letra de la Declaración de Argyle".
La declaración estableció, según ha recordado el Ministerio, el compromiso de "no utilizar la fuerza ni la amenaza de la fuerza, respetar el Derecho Internacional y comprometerse con la integración regional y la unidad de América Latina y el Caribe".
Asimismo, el acuerdo firmado en San Vicente y las Granadinas el pasado 14 de diciembre planteaba además cooperación entre las partes "para evitar incidentes sobre el terreno y medidas unilaterales que puedan llevar a una escalada de la situación".
Best indicó que la movilización también tiene que ver con la política interna de Venezuela: Maduro busca una tercera reelección en 2024. "Es una demostración de fuerza, una grandilocuencia para mantener el fuego encendido".
Aunque Luis Vicente León insistió en que "no se debe confundir la manipulación política del conflicto (que rechazamos) con el deber de protección del territorio nacional (que respaldamos)", según X.