Biden pide acabar con racismo sistémico en centenario de masacre | El Nuevo Siglo
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Lunes, 31 de Mayo de 2021
Redacción Web con AFP

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este lunes su compromiso de acabar con las "raíces del racismo sistémico" en el país, con motivo del centenario de la masacre de Tulsa (Oklahoma), donde un grupo de personas blancas acabo con las vidas de al menos 300 personas de color.

En conmemoración de este día, Biden publicó una proclamación presidencial en la que instó a los estadounidenses a "reflexionar sobre las raíces profundas del terror racial" y comprometerse con "la eliminación del racismo sistémico".

Entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 1921 tuvo lugar la mayor masacre racista de la historia reciente de EE.UU., cuando una turba de blancos incendió y saqueó por completo Greenwood, uno de los barrios afroamericanos más adinerados de entonces en el país.

"Vinieron y destruyeron Greenwood y lo quemaron todo", dijo a la AFP Bobby Eaton, de 86 años, residente del barrio y antiguo activista de los derechos civiles. 

Hace un siglo, en esta localidad del sur de Estados Unidos, la detención de un joven negro acusado de agredir a una mujer blanca desencadenó uno de los peores estallidos de violencia racial jamás vistos en el país.

El 31 de mayo de 1921, tras la detención de Dick Rowland, cientos de blancos furiosos se reunieron frente al juzgado de Tulsa, señalando a los residentes negros que un linchamiento -una práctica habitual en la época y hasta hace poco, en la década de 1960- era inminente.


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La tensión aumentó y se produjeron disparos. Los residentes negros, menos numerosos, se retiraron a Greenwood, conocida en aquella época por su prosperidad económica y sus numerosos negocios.

Al día siguiente, al amanecer, los hombres blancos saquearon e incendiaron los edificios, persiguiendo y golpeando a los negros que vivían allí.

Durante todo el día, saquearon Black Wall Street hasta que no quedaron más que ruinas y cenizas, matando a hasta 300 personas en el proceso. 

Biden recordó en el texto que familias y menores fueron asesinados a sangre fría y que unas 10.000 personas fueron dejadas sin techo.

Biden hizo referencia a ordenanzas locales y medidas adoptadas por el Gobierno federal que impidieron que los vecinos negros pidieran préstamos para la reconstrucción, o a la construcción de una autopista que dividió a esta comunidad.

En consecuencia, "el ataque contra las familias negras y la riqueza negra en Greenwood persistió a lo largo de generaciones", subrayó.

Por ello, Biden consideró que el Gobierno de EE.UU. debe hacerse cargo y reconocer el papel que desempeñó en el pasado para arrebatar la riqueza y las oportunidades a las comunidades negras.

En ese sentido, el mandatario de comprometió con abordar las desigualdades raciales con "inversiones históricas" en la seguridad económica de las familias y programas con fondos para pequeños negocios en zonas vulnerables, entre otros.

Biden se trasladará este martes a Tulsa para conmemorar este centenario, donde se reunirá con algunos de los supervivientes de esta masacre y tiene previsto pronunciar un discurso.