¿Con viraje al centro, recuperará el PP español el poder? | El Nuevo Siglo
Foto gobierno de Galicia
Viernes, 1 de Abril de 2022
Redacción internacional con AFP

MODERADO y pragmático, Alberto Núñez Feijóo es un líder regional que concita el respeto unánime de una derecha española convaleciente de una grave crisis interna, a la que abanderará desde el sábado para las próximas elecciones que se celebrarán en menos de dos años.

Único candidato para asumir las riendas del Partido Popular (PP), Núñez Feijóo será oficialmente designado en Sevilla, al término de un congreso extraordinario de los conservadores convocado tras una guerra interna, breve pero intensa, que se saldó con la caída de su anterior jefe, Pablo Casado.

De 60 años, el líder gallego forjó su sólida reputación en su región natal, situada en la costa atlántica en el noroeste de España, la que dirige desde hace 13 años gracias a cuatro victorias consecutivas por mayoría absoluta, una verdadera hazaña en este país de alta fragmentación política. Así impidió que el partido de extrema derecha Vox asomara la cabeza en su feudo, cuando crecía por todas partes.

"Feijóo es el mejor líder en un momento complicado", afirmó recientemente Jorge Azcón, jefe del PP en la región de Aragón. "Es un político serio, lo cual en estos tiempos significa todo lo contrario de lo que acostumbramos a ver: la frivolidad. Le gusta integrar, no divide", acotó.

Un sondeo divulgado en marzo mostró que Núñez Feijóo es el dirigente político más respetado a nivel nacional.

En el PP "todo el mundo considera que Feijóo es la persona adecuada", dijo Fran Balado, periodista y autor de la biografía del político "El viaje de Feijóo".

"Es un moderado porque consigue seducir a votantes progresistas", señaló.

Este entusiasta de la pesca, siempre pulcro y de apariencia seria, suele ser descrito como un "hombre común" de buenos modales que inspira confianza.

"Aspiramos a ser la referencia de todos los españoles que han confiado alguna vez en nosotros y de los que no lo han hecho nunca", escribió Feijóo en Twitter antes de que iniciara el congreso partidario.

Su veteranía aparece como una ventaja, si se tiene en cuenta que la crisis la propició el enfrentamiento entre dos jóvenes estrellas del PP: Pablo Casado, el jefe saliente del PP de 41 años, e Isabel Díaz Ayuso, la presidenta regional de Madrid, dos años mayor que él.

Casado acusó en público a su correligionaria de haber permitido que su hermano se lucrara con contratos públicos de compra de mascarillas durante la pandemia de coronavirus.

Las dudas sobre su liderazgo y la animadversión que despertaban los métodos de su mano derecha, Teodoro García Egea, hicieron que le abandonaran hasta en su entorno más cercano, y acabara perdiendo el duelo planteado a una subordinada.

"Ha llegado el momento de iniciar una nueva etapa", explicó Esteban González Pons, eurodiputado del PP, llamado de urgencia a España para organizar este congreso.

Aprovechar el desgaste del gobierno

La elección de Sevilla es una coincidencia simbólica, porque fue ahí donde, en 1990, Manuel Fraga Iribarne, un ex ministro franquista, cedió el liderazgo de la formación que había fundado tras la dictadura al joven José María Aznar.

Luego, el PP gobernó España entre 1996-2004 con Aznar y entre 2011-2018 con Mariano Rajoy. 

Ambos intervendrán en el congreso extraordinario, que mañana investirá a Feijóo antes de cederle la palabra en su primer discurso como presidente.  

El tiempo hasta las elecciones -previsiblemente a finales de 2023- será de desgaste para el gobierno de coalición de izquierdas presidido por el socialista Pedro Sánchez, por culpa de la carestía de los alimentos, los combustibles y la luz, y la incertidumbre mundial por la guerra en Ucrania.

El panorama nacional "puede llegar a complicarse", explicó Ana Sofía Cardenal, profesora de ciencias políticas de la Universidad Abierta de Cataluña. "La inflación y las subidas de precios pueden afectar aún de forma más directa a los bolsillos de los ciudadanos, mientras los salarios están estancados", recordó.

En ese contexto, Feijóo, "que se sitúa en una posición más centrada, podría arañar votos en el centro, centro-izquierda", sostuvo la analista.



 La amenaza de Vox

El flanco derecho se ha convertido en un dolor de cabeza para el PP, que ha visto como Vox pasaba, en ocho años de vida, a tener 52 diputados, mientras ellos caían de los 186 a los actuales 88 (de un total de 350).

El ascenso de un partido de extrema derecha euroescéptico y ultranacionalista llegó tarde a España, pero Vox "a diferencia del Frente Nacional francés, La Lega italiana, o Alternativa por Alemania, es una escisión del PP", lamentó una alta fuente del partido bajo anonimato, aludiendo a la antigua militancia en el PP de los fundadores de la formación de extrema derecha.

"Uno no pierde la esperanza de recuperar a una parte que se le marchó", añadió esta fuente, que abogó por evitar imitaciones.

"Creo que, en los últimos tiempos, nuestro discurso estuvo en el marco semántico de Vox", lamentó.

Ahora se trata de "atraer a las bases centristas que llevaron al poder a Aznar y a Rajoy", dijo Ernesto Pascual, doctor en ciencias políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Feijóo debe "intentar un discurso que explique que irse hacia el extremismo no va a permitir mayorías de gobierno", consideró el analista.

Todo ello pese que el PP podría necesitar, según sondeos recientes, del apoyo de Vox para conseguir gobernar a nivel nacional y que acaba de aceptar, con el beneplácito de Feijóo, que la formación de extrema derecha entre por primera vez en un gobierno regional, en Castilla y León. 

 

"Responsable y obediente"

Nacido el 10 de septiembre de 1961 en la localidad de Os Peares, Nuñez Feijóo creció en una familia modesta con un padre que trabajaba en la construcción y una madre dependienta de una tienda.

Niño estudioso descrito como "responsable y obediente", se matriculó en derecho en la Universidad de Santiago de Compostela con la idea de convertirse en juez, pero debió comenzar a trabajar en la administración pública en 1985 para ayudar a su familia cuando su padre quedó desempleado.

Sus primeros pasos en política los dio en 1991, trabajando en el "ministerio" gallego de Agricultura para un futuro ministro de Sanidad español, que lo llevó con él a Madrid en 1996.

En la capital, dirigió el Instituto Nacional de Salud y luego el servicio de Correos, antes de regresar a Galicia en 2003 como responsable regional de Obras Públicas.

Luego de asumir en 2006 el liderazgo del PP gallego, entonces en plena crisis, ganó las elecciones regionales en 2009. Y empezó a cosechar fama por una estricta gestión de los fondos públicos, sin recortes en sanidad o educación.

Entre lágrimas

En 2018, cuando el Parlamento español desbancó mediante una moción de censura al presidente del gobierno y jefe del PP, el también gallego Mariano Rajoy, Núñez Feijóo fue visto como el sucesor natural para dirigir a los conservadores.

Pero sorprendió a toda España cuando esperó hasta el último momento y anunció, entre lágrimas, que no se presentaría.

Su ascendente carrera enfrentó un escándalo en 2013, cuando se publicaron fotos de dos décadas atrás en las que podía ser visto en una embarcación junto al contrabandista gallego Marcial Dorado, luego condenado por narcotráfico.

Núñez Feijóo reconoció que fueron amigos, pero dijo que nunca supo de sus actividades ilegales en Galicia, punto de entrada habitual de cocaína en España.

Discreto con su vida personal, la pareja del político es la empresaria Eva Cárdenas, ex directora de Zara Home, con quien tiene un niño de cinco años.