Condena a Kirchner modifica escenario político argentino 2023 | El Nuevo Siglo
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Domingo, 11 de Diciembre de 2022
Redacción internacional con AFP

A reacomodar estrategias de cara a las presidenciales de 2023 forzó al oficialismo la decisión de la su líder y actual vice, Cristina Fernández de Kirchner, de renunciar a cualquier candidatura, corolario de su condena el pasado martes a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por corrupción.

Hallada culpable de defraudación en licitaciones de obras públicas durante sus dos mandatos presidenciales (2007-2015), la peronista Kirchner e impulsora del frente izquierdista, reaccionó con una noticia impensable y de alto impacto en la escena política argentina: no presentarse a candidatura alguna el próximo año, es decir, no será presidenciable ni aspirará a una curul senatorial.

Kirchner fue juzgada y condenada por corrupción en la adjudicación de licitaciones de obras públicas en la provincia de Santa Cruz (sur), su cuna política, durante sus dos mandatos, favoreciendo a una persona muy cercana a su entorno familiar.

En encendido discurso tras conocer su sentencia, la líder de 69 años sostuvo: "Esa es la verdadera condena, eso es lo que querían: mi inhabilitación perpetua".

Los seis años de cárcel no se harán efectivos porque goza de fuero como vicepresidenta de la República hasta el 10 de diciembre de 2023 e iniciará una batalla jurídica que se avizora larga, por las consabidas apelaciones para que llegue finalmente a la máxima instancia: la Corte Suprema.

Esta decisión "abre un compás de espera de mucho debate político" en el seno de la coalición peronista de centroizquierda Frente de Todos, dijo el sociólogo y analista político Jorge Elbaum.

La senadora Teresa García admitió que la renuncia anunciada por su jefa política "deja un agujero enorme" en el frente que deberá "armar una ingeniería electoral para 2023".

Kichner "es la dirigente que tiene más adhesión en el peronismo y va a seguir siendo 'el fiel de la balanza' del peronismo", consideró la legisladora a radio AM750.

El presidente Alberto Fernández aseguró que “ha sido condenada una persona inocente (Kirchner). Alguien a quien los poderes fácticos trataron de estigmatizar a través de medios de comunicación y perseguido a través de jueces complacientes a los que pasean en aviones privados y mansiones de lujo los fines de semana".

Así, el dirigente de Argentina, que ha mostrado su "solidaridad con Cristina Fernández sabiendo que es víctima de una persecución absolutamente injusta", denunció que la sentencia condenatoria "es el resultado de un juicio en el que no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso", proceso en el incluso "se violó el principio de no juzgar dos veces un mismo hecho".

En este sentido, sostuvo que "la política se ha metido en los tribunales". Con esto, "la justicia se escapa por la ventana".


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Es la economía

La tormenta política se inscribe en un escenario económico caliente, con una inflación anual estimada en 100% y marchas cotidianas de trabajadores y desocupados para pedir más ayudas del Estado.

También en cuestionamientos internos del peronismo al liderazgo del presidente, Alberto Fernández, ungido como candidato por Kirchner en 2019 en una estrategia para ganarle al exmandatario de derecha Mauricio Macri (2015-2019).

Pero Fernández se dijo abocado a su actual mandato. "No estoy pensando en la reelección sino en la gestión", declaró esta semana en una videoconferencia organizada por The Financial Times.

AFP

Sergio De Piero, máster en Ciencias Políticas y académico, consideró que el oficialismo sólo podrá ganar en 2023 si encarrila la economía.

"Si controla la inflación, que es el problema más grave, (el ministro de Economía) Sergio Massa, tendrá muchas posibilidades de ser presidente, si la inflación no baja ninguno va a tener chance", afirmó.

Sin embargo, Massa, el más centrista de la coalición, declaró que no buscará la presidencia por pedido de su familia. Ya compitió en 2015 y quedó en tercer lugar.

Que Kirchner no compita en las elecciones "también pone en jaque a la oposición porque su política era atacar a Cristina", afirmó a Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).

Según De Piero, en la coalición de derecha Juntos por el Cambio "los problemas para definir candidaturas exceden la situación de Kirchner y parecen difíciles de resolver".

El liderazgo lo lleva Macri, pero también están en carrera sus aliados, la derechista jefa del partido Propuesta Republicana (PRO), Patricia Bullrich, y el más centrista alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

"Que (Kirchner) renuncie a lo que quiera, la justicia ya le dijo que no puede ser candidata a nada", lanzó al canal de noticias TN Bullrich, quien no descarta un acercamiento con el polémico libertario Javier Milei, pensando en una eventual segunda vuelta electoral.

 

Centralidad

El académico Di Piero se identifica con los argumentos de Kirchner en el sentido de que ha sido blanco de una persecución política, mediática y judicial. Sin embargo, como se aprecia en la infografía de esta nota, las denuncias contra la vicepresidente han sido varias, específicamente una docena, de las cuales ha sido sobreseída en cuatro y están en curso otras cuatro. Por ahora, la del caso Vitalidad es la única condena.

Sostiene que más allá del cambio de estrategias electorales, la inhabilitación de Kirchner "es una persecución política que instala en la Argentina un modo de confrontación que pone a la democracia en penumbras".

"El panorama es preocupante teniendo en cuenta que a la vicepresidenta la quisieron asesinar", señaló en alusión al ataque fallido a balazos que sufrió Kirchner el 1 de septiembre pasado.

El clima social es de alta tensión. El 88% de los argentinos se dice insatisfecho por cómo marchan las cosas en el país y el 80% por el funcionamiento de los tres poderes, según la Encuesta de satisfacción política (Espop) de la privada Universidad de San Andrés.

Pese a su anuncio, Kirchner mantiene su "centralidad política" afirmó Letcher. Su renuncia a postularse "ha sido un baldado de agua fría para quienes esperaban la candidatura de Cristina, pero queda mucho tiempo y una movilización social puede hacerla cambiar de opinión", apuntó Elbaum.

Los seguidores de Kirchner se quedaron con los ‘crespos hechos’ con la gran convocatoria para apoyarla este lunes, en Buenos Aires, en el marco de un encuentro del Grupo de Puebla, un foro de dirigentes de izquierda de América Latina, ya que la dirigente política dio positivo de covid la noche del jueves, lo que la mantiene en aislamiento sanitario por una semana.

Y, como era previsible, los líderes latinoamericanos de izquierda, Andrés Manuel López Obrador (México), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Xiomara Castro (Honduras), Luis Inácio Lula da Silva (mandatario electo de Brasil), Luis Arce (Bolivia) y el exmandatario de ese país, Evo Morales, reaccionaron expresando “su más amplia solidaridad” con la vicepresidenta argentina y denunciando que ha sido de “acoso judicial y mediático”, así como “víctima de una venganza política”.

 

En el banquillo

Figura central de la política argentina de los últimos 20 años, con una notable fuerza electoral cuando con su esposo, el desaparecido Néstor Kirchner ‘fundó’ el kirchnerismo, Cristina continúa siendo tan amada por sus seguidores como detestada por opositores.

Combativa, temperamental y astuta, esta abogada de profesión, denunció desde el primer minuto del proceso denominado “Vialidad” como una persecución política y desmintió la acusación de los fiscales al asegurar que durante más de tres años de audiencias "no se presentaron pruebas" de delitos, pese a que los fiscales lo afirmaron.

El juicio se desarrolló en medio de una intensa polarización política y del deterioro de la situación económica del país.

Días después de que la Fiscalía pidiera para ella 12 años de cárcel y la inhabilitación permanente, el 2 de septiembre pasado fue atacada por un hombre que gatilló dos veces una pistola muy cerca de su cabeza, pero el arma no llegó a dispararse.

El atacante se mezcló entre cientos de simpatizantes que en señal de solidaridad hacían vigilia cada noche a las puertas de su casa en Buenos Aires.

Viuda del expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010, el estilo de la pareja quedó registrado como la marca "K", denominación con la que los argentinos se refieren tanto al matrimonio como a sus simpatizantes.

Cristina se casó con Néstor Kirchner cuando eran estudiantes de Derecho en la Universidad de La Plata (a unos 60 km de Buenos Aires). Desde entonces se mostraron como una pareja indisoluble.

Militantes peronistas universitarios, Néstor y Cristina Kirchner estuvieron detenidos durante 17 días en enero de 1976, poco antes del golpe con que se instauró la última dictadura militar (1976-1983).

A partir de ese episodio, se concentraron en un estudio jurídico en la ciudad de Río Gallegos. La expresidenta dijo que fue muy exitoso y les dio la base de una fortuna al comprar más de 20 inmuebles en la Patagonia.

Pasada la dictadura comenzaron su carrera política. Los dos llegaron a la presidencia en un plan concertado. "Pensábamos en la necesidad de asegurar en el tiempo un proceso político virtuoso de transformación", escribió en su libro.

En 2019 eligió a Alberto Fernández para la presidencia, pero luego se distanció, a veces con duras críticas públicas a él y sus colaboradores, especialmente por el manejo económico y, en específico por la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional.