Contraofensiva y línea Fabergé mueven el ajedrez bélico | El Nuevo Siglo
Foto: AFP
Domingo, 11 de Junio de 2023
Redacción internacional con AFP

ROZANDO los 16 meses de la guerra, la probabilidad de una negociación de paz una utopía ya que el inicio de la contraofensiva ucraniana, el despliegue de una férrea defensa rusa (bautizada como línea Fabergé) y el anuncio de Vladimir Putin de que comenzará a desplegar arsenal nuclear táctico, anticipan una escalada sin precedentes e impredecibles consecuencias.

Tras meses de recibir poderosa ayuda de la coalición occidental, desde pertrechos y armamento hasta blindados, drones y sistemas de misiles, arrancó la contraofensiva ucraniana, tal cual lo admitió el presidente ruso, quien sin embargo dijo que “de momento ha fracasado”.

Prueba de esa avanzada ucraniana han sido los ataques con drones en territorio ruso, como el ocurrido en Voronezh, a unos 200 km de la frontera con Ucrania, donde tres personas resultaron heridas al estrellarse el aparato contra un edificio de viviendas.

Esta semana se reportaron intensos combates en la región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, y que alberga la mayor central nuclear de Europa, bajo control ruso desde meses atrás. Las zonas de Lujo-Donestk fueron el otro frente de la ofensiva lanzada por Kiev.

Tras semanas de preparación, dentro y fuera de Ucrania para capacitarse en el manejo de sofisticado armamento, el ejército ucraniano ordenó el avance sobre las regiones antes mencionadas, anticipando que no será “una sola gran operación”, sino varias acciones coordinadas y desde diferentes flancos.

Es una estrategia con el fin de romper las defensas rusas en lugares claves y anotarse un éxito indispensable de cara a la próxima etapa del conflicto, apuntan analistas.

Michael Kofman, del centro de estudios estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) señaló al diario The Financial Times que “a la vista del uso de materiales occidentales se puede decir que la ofensiva ucraniana está en curso”.

Siguiendo la línea adoptada en los últimos días, las autoridades ucranianas se muestran muy vagas respecto al tenor de sus acciones, mientras que los rusos aseguran haber repelido el intento de arremetida ucraniana en Zaporiyia, registrada horas después de la destrucción de la represa Kajovka, de la que se acusan mutuamente.

El instituto de sismología noruego Norsar informó que detectó una "explosión" procedente de la región ucraniana en la que se encuentra la represa de Kajovka en el momento de su destrucción, sin zanjar el debate.

El sorpresivo ataque a esa represa, generó una gran inundación, afectando a decenas de localidades ubicadas a ambas orillas del río Dniéper, controlado en su margen derecha por Kiev y la izquierda por Moscú.

Desde hace semanas, Kiev multiplicó las acciones sorpresivas para condicionar el campo de batalla: drones en Moscú, ataques en suelo ruso, operaciones de reconocimiento para poner a prueba las defensas del enemigo...

Y es que Ucrania se juega mucho, y las autoridades saben que no tendrán muchas ocasiones para repeler a los rusos y recuperar los territorios ocupados en el sur y el este del país.

 

"La presión sobre los ucranianos es muy fuerte, y tal vez estemos en un momento bisagra en la guerra", comentó un alto mando del ejército francés, refiriéndose a las acciones preparatorias que según él forman parte de la contraofensiva.

"Tengo la sensación de que irán por todo. Si funciona, negociarán en posición de fuerza, y si no funciona (...) en menos de dos años hay elecciones en Estados Unidos, algunos depósitos (de armas occidentales) han alcanzado niveles críticos, y saben que la situación está tensa", apuntó el oficial.

Y añadió que "si no funciona, la negociación se hará en condiciones menos ventajosas" para los ucranianos, que "saben esto muy bien" y por eso mismo están "apostando fuerte".

En Zaporiyia, donde los rusos dicen haber repelido un ataque, "el frente está ampliamente fortificado, pero con menos densidad que en la región de Donetsk. Si llegan a Melitópol, es un objetivo estratégico, porque se corta el frente en dos. Todos los indicios convergen en esa zona", en el sur, indicó por su parte el historiador militar francés Michel Goya.

La "línea Fabergé"

A lo largo del frente, los rusos desplegaron "unas seis líneas defensivas", explicó una fuente militar francesa. En el sur (Zaporiyia), algunos rusos bautizaron esta estrategia como la "línea Fabergé", en referencia a la estructura de las célebres piezas de joyería fabricadas para los zares en el siglo XIX.



"La primera línea, está compuesta de puntos de apoyo que permiten ver lo que pasa, la segunda está orientada a frenar un ataque y está muy minada. Después está la artillería, los primeros tanques para el contraataque y al final las reservas, y después los puestos de comando y la logística", detalló el oficial. Toda esta estructura ocupa unos 30 kilómetros.

Para los ucranianos, "las operaciones iniciales de la contraofensiva podrían ser las más difíciles y las más lentas", según el ISW.

"Se prevén reveses iniciales" antes de que logren romper las líneas de defensa, que los rusos han establecido y consolidado desde hace meses.

"Me cuesta pensar que uno de los beligerantes pueda imponer una ventaja sobre el otro", señaló la semana pasada una fuente de un servicio de inteligencia occidental.

La propaganda de ambos bandos va a echarse a andar y va a ser imposible durante un tiempo evaluar si hay éxito o un fracaso.

Amenaza nuclear

En medio de estas movidas bélicas revive el fantasma del uso de arsenal nuclear con el anuncio de Putin de que empezará el próximo mes a desplegar ojivas nucleares en Bielorrusia.

"Como usted sabe, el acondicionamiento de las instalaciones (para las armas nucleares) concluirá el 7 u 8 de julio, y de inmediato tomaremos las medidas vinculadas al despliegue en su territorio de las armas en cuestión", declaró Putin en una entrevista con Lukashenko en Sochi, en el suroeste de Rusia.

"Todo avanza según el plan", añadió el presidente ruso en ese encuentro.

El despliegue empezará justo antes de la cumbre de la Otan, programada para el 11 y 12 de julio en Lituania, país fronterizo con Bielorrusia y donde se retomará el tema del ingreso de Ucrania a esa alianza militar trasatlántica.

Putin anunció el 25 de marzo que Moscú desplegaría armas nucleares "tácticas" en el territorio de Bielorrusia, un país situado a las puertas de la UE. Dicho arsenal puede provocar inmensos daños, pero su radio de destrucción es inferior al de las armas nucleares "estratégicas".

Días después, el Kremlim aseguró que había empezado a capacitar a militares bielorrusos para el uso de dichas armas, lo que suscitó de inmediato una lluvia de críticas de la comunidad internacional, y en particular de Occidente.

Aval de La Haya

En el frente judicial, la Corte Internacional de Justicia de La Haya autorizó a final de esta semana a varios países aliados de Ucrania a participar en la causa en trámite contra Rusia por la invasión que comenzó en febrero de 2022.

Ucrania recurrió a la más alta jurisdicción de la ONU poco después del inicio de la invasión y acusó a Moscú de planificar un genocidio y de usar falsamente acusaciones de genocidio en el este del país para justificar su ofensiva.

La CIJ ordenó en marzo de 2022 a Rusia que suspendiera su ofensiva en Ucrania.

Varios países aliados de Ucrania pidieron entonces que se les permitiera "intervenir" en el caso. Las peticiones de intervención presentadas por 32 países "son admisibles", indicó la CIJ en un documento publicado el viernes, que autoriza entre otros a Francia, el Reino Unido y Alemania. Sin embargo, la CIJ rechazó la solicitud de Estados Unidos.

Descartada por las partes cualquier posibilidad de acercamiento, incluidas la más recientes de China y el papa Francisco, la guerra en Europa seguirá entre la creciente desinformación, amenazas verbales y anuncios temerarios. Esa es la única certeza que hoy se tiene. Un conflicto de largo aliento, con alto costo de vidas y de alto impacto en la economía global.