El gobierno de Costa Rica anunció este miércoles la salida del ministro de Seguridad Pública, Jorge Torres, en medio del aumento de la violencia y en pleno operativo especial contra el crimen organizado.
Costa Rica vive un aumento sostenido de crímenes violentos en la última década, que dejó el 2022 como el año con más homicidios (656) desde que hay registros en este país de 5,1 millones de habitantes. En lo que va de 2023 se contabilizan 311 muertes violentas, según el Organismo de Investigación Judicial (Policía judicial).
El operativo especial contra el crimen organizado -que suma 700 nuevos agentes en ejercicio y que planteó una reducción de las jornadas de descanso de los uniformados- generó protestas de policías y Torres fue señalado como responsable.
La medida fue modificada por el presidente, Rodrigo Chaves, tras las manifestaciones de uniformados, apenas dos días después de su anuncio, pero mantuvo el operativo que deja un saldo de 5.000 detenciones a dos semanas de su inicio.
"Es un hombre que ha sido sumamente trabajador, la ha pelado con los maleantes, con algunos medios de comunicación malintencionados, la ha pelado muy duro", señaló Chaves sobre el ministro saliente, quien será designado como director general de la Dirección de Inteligencia y Seguridad.
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Para sustituir a Torres, Chaves eligió a Mario Zamora, exministro de Seguridad Pública en el gobierno de la expresidenta Laura Chinchilla (2010-2014).
Zamora estuvo al cargo de la seguridad pública desde 2011 y hasta el término del gobierno de Chinchilla. Durante esos años el país experimentó un descenso notable en las cifras de homicidios (de 474 en 2011 a 411 en 2013).
El nuevo ministro anunció una evolución en el operativo especial 'Costa Rica Segura' para combatir la violencia enfocada en "la lucha contra los homicidios en el país y especialmente centrados en el sicariato".
Entre los cambios, Zamora explicó que las unidades policiales especiales de Policía de Control de Drogas, la sección aérea, Guardacostas, Policía de Fronteras y el Departamento de Inteligencia Policial se encargarán de la "lucha contra el crimen organizado y sus estructuras y sobre todo las estructuras de sicariato".
La policía regular, agregó el flamante ministro, "tendrán a su cargo la lucha contra la delincuencia común".