¿Cuáles republicanos retarán la candidatura Trump 2024? | El Nuevo Siglo
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Jueves, 2 de Febrero de 2023
Redacción internacional

LA MÁXIMA popular “querer es poder” tiene poca aplicabilidad en política y más aún si se trata de la norteamericana, donde el bipartidismo ha dominado la democracia presidencialista. El 2024 no será la excepción y comienzan a destaparse las aspiraciones tanto de republicanos (conservadores) como demócratas (liberales).

A la espera de que el presidente Joe Biden defina si buscará la reelección -se rumora que lo hará el 7 de febrero en el tradicional discurso sobre el Estado de la Unión- en el bando opositor, su antecesor Donald Trump está en campaña desde el pasado noviembre cuando oficializó su candidatura y otros dirigentes sopesan postularse.

Esa es la idea que, por ahora, quita el sueño a ocho dirigentes conservadores: el gobernador de Florida, Ron DeSantis -motivado por su contundente triunfo en las midterms-, el exvicepresidente Mike Pence, la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, el exsecretario de Estado, Mike Pompeo; los senadores Ted Cruz (Texas), Marco Rubio (Florida) y Tim Scott (Carolina del Sur), así como los gobernadores Gregg Abbot (Texas) y Glen Youngkin (Virginia).

Todos quieren y pueden, pero ¿tendrán la fuerza electoral para enfrentarse al fenómeno político que es Trump? Además, con la alta posibilidad de que el Partido Republicano vuelva a tener las llaves de la Casa Blanca, ¿se arriesgarán a una fractura interna?

En la primera inquietud y por el termómetro político de las encuestas, solo el gobernador DeSantis podría darle la pelea hoy líder natural de los conservadores estadounidenses, omnipresente en el escenario nacional y hasta internacional. En cuanto a la segunda, si bien hay varios desacuerdos con Trump es más fácil buscar puntos de encuentro (acuerdos programáticos) que protagonizar una ruptura.

RealClear Politics, el sitio web de noticias políticas estadounidense y agregador de datos de encuestas electorales, reseña varias encuestas que coinciden en que, en unas hipotéticas primarias, el expresidente conservador saca una ventaja al gobernador de Florida entre 15 y 25 puntos en la intención de voto, mientras que los otros posibles precandidatos no superan el 7% de apoyo. (Ver tabla)

Como se sabe, el bipartidismo estadounidense realiza un largo proceso para la escogencia de su candidato presidencial. Así, antes de la elección general se realizan las primarias y caucus, que tienen lugar escalonadamente en todos los estados, entre enero y junio del año en que tiene lugar la elección del inquilino de la Casa Blanca.  En este caso el 2024. De allí salen los delegados al Colegio Electoral, los que finalmente proclaman al nominado en una convención partidaria. Y es éste el que somete su nombre a las urnas en noviembre.

La carrera presidencial está lejana más no la campaña de los republicanos, ya que con la activa y mediática candidatura de Trump, sus potenciales retadores y como vemos la mayoría otrora miembros de su equipo de gobierno, realizan anuncios para sopesar sus reales posibilidades políticas.

En esa línea, esta semana Nikki Haley ha generado expectativa sobre un “anuncio especial”. “¡Mi familia y yo tenemos un gran anuncio que compartir con ustedes el 15 de febrero!", trinó la exdiplomática de 51 años, invitando a sus seguidores a reunirse en esa fecha en el estado de Carolina del Sur, donde fungió como gobernadora 2011 y 2017, cuando el entonces presidente Trump la designó como embajadora en la ONU.



Si sus ambiciones se confirman, Haley se convertirá en la primera candidata de peso, aunque no se refleja en las encuestas donde no supera el 4% en la intención de voto, en desafiar al expresidente republicano.

Trump reaccionó publicando un video en su red Truth Social, en el que hace varios meses Nikki Haley dijo que no se postulará si el multimillonario republicano era candidato. Y lo acompañó con un mensaje: "Nikki debe seguir lo que le diga su corazón, no su honor. Ella definitivamente aspirará".

En el entretanto, todos los proyectores están enfocados sobre el gobernador DeSantis, considerado estrella en ascenso del partido y su contrapunteo con su otrora mentor, el expresidente Trump.

Carolina del Sur y New Hampshire marcaron el reinicio del proselitismo del exmandatario, hace una semana, y desde allí reiteró sus críticas al gobernador de Florida, considerándolo ‘desleal’, ya que recordó “yo fui quien lo hizo entrar, no tenía ninguna posibilidad…Su vida política sin mi apoyo había terminado”.

También le cuestionó por haber cambiado de posición frente a las vacunas contra el covid-19 y confinar ese Estado cuando muchos de sus copartidarios enfrentaron la pandemia sin hacerlo. “Ahora trata de reescribir la historia”, indicó

Sobre la posible aspiración presidencial de DeSantis se dijo tranquilo: “Si se lanza, está bien. Estoy muy arriba en las encuestas. Tendrá que hacer lo que quiera hacer, pero puede postularse”

La respuesta del joven dirigente político no se hizo esperar. Aseguró que cuando una persona se desempeña como un cargo electo debe tomar "todo tipo de decisiones…Tienes que dirigir ese barco. Y lo bueno es que la gente puede emitir su juicio sobre eso, ya sea reeligiéndote o no", sostuvo.

En este sentido, DeSantis sacó pecho recordando que la población de Florida de algún modo estaría de acuerdo con su gestión, incluidas las decisiones en el ámbito sanitario, pues en las últimas elecciones venció "con el mayor porcentaje de votos de cualquier candidato republicano a gobernador en la historia del estado de Florida".

"Ganamos por el margen de votos más grande, más de 1,5 millones de votos, que cualquier candidato a gobernador haya tenido en la historia de Florida", recalcó DeSantis.

Y aunque este cruce de acusaciones no es el primero –tampoco será el último- se da en el momento en que toman fuerzas los rumores de que el gobernador de Florida se postulará a la nominación presidencial republicana, impulsado por el respaldo de varios dirigentes, más allá del Estado que gobierna.

Varios medios de comunicación han señalado que el anuncio lo haría a finales de año, cuando concluya el periodo legislativo estatal y que, con el ojo en el 2024, sus asesores estarían contactando a reconocidas figuras del partido para hacerlas parte de la campaña.

Al retomar el sábado anterior su actividad proselitista en dos lugares claves, ya que están entre los primeros que realizan las primarias (New Hampshire y Carolina del Sur), Trump advirtió que las próximas elecciones serán la última oportunidad de salvación para Estados Unidos y por ello “necesitamos un líder que esté listo para hacerlo desde el primer día…Un líder que esté preparado para enfrentar a las fuerzas que arrasan nuestro país".

También promocionó su historial en materia de seguridad pública e inmigración, y prometió salvar al país "de la destrucción por parte de un establishment político corrupto, radical y egoísta". Y, frente a las investigaciones de que es objeto –que podrían ser un obstáculo mayúsculo para su nominación- reiteró que "son fiscales radicales de izquierda” los que lo han sometido a una “caza de brujas”

Denostado por unos y admirado por otros, el outsider de la política en 2016, que sorprendió al mundo con su triunfo sobre Hillary Clinton, continúa teniendo una fortaleza electoral e influencia política innegable. Investigado, criticado, vetado en las redes sociales y vapuleado por no lograr el partido la proyectada ola roja en las elecciones de medio término de noviembre, Trump sigue apostando, a ojo cerrado, por “hacer a América grande de nuevo”.

Está a la espera, al igual de quienes decidan postularse, de que la recién electa presidenta del Partido, Ronna McDaniel, y la directiva del mismo, definan el cronograma para las primarias del año próximo.

Esa elección fue una primera medición de fuerzas entre Trump y De Santis. La ganadora, que tenía el apoyo del expresidente dobló en votos a Harmeet Dhillon, respaldada por DeSantis.

Falta mucho camino por recorrer y postulaciones por conocer. Por ahora, la campaña conservadora se centra en estos dos reconocidos dirigentes, los que mayor opción tendrían de alzarse con la nominación presidencial.