"Desmilitarizar Ucrania, punto de inflexión para seguridad europea" | El Nuevo Siglo
El profesor titular de Derecho Internacional de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Walter Arévalo, explicó las diferencias sustanciales de lo que quiere Rusia y de lo que quiere Ucrania
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Sábado, 19 de Marzo de 2022
Redacción internacional

Poner fin a la guerra iniciada por Rusia, hace casi un mes (24 de febrero), en Ucrania pasa indefectiblemente por una cesión de las partes, que es lo que durante toda la semana están negociando telemáticamente los delegados de ambos gobiernos.

Lo primero que puso sobre la mesa el Kremlin fue su exigencia de que Ucrania renunciara a su plan de adherir a la OTAN, lo que ha sido la génesis de la ‘ofensiva militar’ que desarrolla en el país vecino. Aunque hay hermetismo sobre la difícil negociación en curso, se sabe que hay consenso en torno a la implementación un Estatuto de Neutralidad y primera evidencia de ello fue el pronunciamiento público del presidente Volodomir Zelenski de resignar su intención de entrar a dicha alianza militar trasatlántica.

No obstante, el modelo a implementar es lo que ha prolongado las discusiones y ha llevado a Kiev a señalar que “hay contradicciones fundamentales” con su contraparte. El estatuto conlleva determinaciones claras en todos los ámbitos, pero específicamente el militar.

Para entender qué es lo que se está discutiendo, así como cuáles son los puntos en donde hay alta tensión, EL NUEVO SIGLO habló con el profesor titular de Derecho Internacional de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario y secretario general de la Academia Colombiana de Derecho Internacional, Walter Arévalo.

EL NUEVO SIGLO:  ¿Qué se entiende por neutralidad?

WALTER ARÉVALO: Hay dos cosas que significan neutralidad que son distintas y que es importante tener claras. Hay un derecho de la neutralidad en los conflictos armados y que es, si se quiere, una norma antigua (en muchos aspectos ya derogada del Derecho Internacional) que tuvo su punto de mayor auge en la Convención de la Haya de 1907. Estipula que los estados que no quisieran ser parte de un conflicto podrían declararse neutrales, con ciertos derechos y ciertas responsabilidades.  Esa neutralidad podía perderse si uno hacia algún acto de preferencia por alguna de las partes. Bajo esa óptica se condujeron por siglos Suiza, Suecia, la misma Austria e incluso Estados Unidos, en algunos conflictos.

En el Derecho Internacional moderno ya no hablamos del derecho de la neutralidad de un país en un conflicto armado. Hoy la única forma de estar involucrado en un conflicto armado es a través del uso de la fuerza armada contra los agentes de otro estado. Entrar en conducción de hostilidades. La única. Entonces, Estados Unidos, Francia, Alemania pueden sancionar a Rusia y venderle armas a Ucrania y no entrar en conflicto armado.

ENS: Y en la coyuntura Rusia-Ucrania, ¿qué se entiende por Estatuto de neutralidad?

WA: Primero una precisión: el estatuto de neutralidad es un modelo de resultado en donde dos estados están buscando una posible salida.  Dicho eso, bajo lo que se habló los últimos dos días, de una filtración de una agenda de 15 puntos entre las dos partes, una de las propuestas de negociación y de un posible acuerdo de cese de hostilidades entre las partes, incluye un punto que es un estatuto de neutralidad de Ucrania frente a Rusia a través de la OTAN.

Lo que se entendería de esa propuesta, que no está definida únicamente por el derecho internacional, es una propuesta de carácter de Foreign Policy (política exterior) frente a dos cosas: las alianzas militares y la defensa exterior del estado. Básicamente lo que están negociando es que Ucrania adopte, como Estado, una postura similar a la que adoptó Suecia y en algunas cosas parecida a la que adoptó Suiza.

La imposición de neutralidad como la plantea el Kremlin es no entrar en ninguna alianza de carácter militar en donde se profese que el enemigo exterior es Rusia. Eso implica que Ucrania no puede ser parte de la OTAN. Y desde el punto de vista soberano, el estatuto de neutralidad implicará que no podrá haber bases de otros Estados en mi territorio, algo que es muy usual en las relaciones occidentales.


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ENS: El epicentro de la negociación ruso-ucraniana es cómo debe ser este estatuto. ¿Qué deberá negociar Ucrania?

WA: Con lo que se ha filtrado que ya se conoce hay una diferencia absoluta, que es la desmilitarización de Ucrania. Rusia la propuso, es decir que Ucrania sea un Estado sin ejército y Ucrania no lo aceptó. Ahí ya hay una postura clara de lo que Ucrania considera debe ser su Estatuto de Neutralidad.

Que tenga derecho a un ejército regular y que no vea afectado su derecho a la legitima defensa (un derecho que tienen todos los estados) son inamovibles. Y ya puso de por medio que no está dispuesto a aceptar, por lo menos no tan fácil, la imposición de Rusia sobre un cambio de Gobierno. Esa ya es una diferencia fundamental entre lo que piensa Rusia y lo que piensa Ucrania, ambos en calidad de negociadores.

ENS: ¿Y qué podría pasar con Crimea si llegan a un acuerdo?

WA: Se supone que dentro de lo que se ha propuesto en esta negociación, Lugansk y Donetsk tendrían un estatuto especial. Quien sabe qué propondrían, pero seguramente un estatuto diferente o algún tipo de reconocimiento territorial.

Ahora, sin duda esto no retrotraería la situación de Crimea, que ya está anexado a la Federación Rusa. Esta fue una anexión sobre la cual se sigue debatiendo su legalidad, así como se seguirá debatiendo la legalidad de este acto de agresión.

Porque una cosa es este pacto para la neutralidad y para el cese de hostilidades, lo que no significa que no exista una reclamación en materia de derechos humanos o una reclamación en materia de la violación a la Convención para la sanción y prevención del genocidio. Y esta tampoco significa que Ucrania acepte comportarse o adoptar, como le están diciendo, un modelo como el de Suecia.

ENS: ¿Llegar a un acuerdo sobre este Estatuto pondrá fin a la invasión y cuánto tomaría todo ese proceso?

WA: La negociación se puede demorar muchísimo. Si se piensa en los acuerdos de Camp David, que fue una negociación entre Egipto e Israel, se demoraron siete años en la sola negociación. Esta puede ser muy compleja porque hay muchas cosas que negociar más allá de la medida específica del cese de hostilidades.

El cese se puede presentar muy rápido porque es una medida operacional, si se quiere, en donde si se da la orden las dos partes estarán en capacidad de hacer algo muy rápido y que puede demorarse menos de un mes como retirar las tropas y firmar un acuerdo o establecer en algún documento vinculante alguna garantía de que no entrará a la OTAN.

Incluso se han escuchado detalles como una solicitud de que los ciudadanos rusos y el ruso como lenguaje tenga un estatuto especial en Ucrania. Eso puede durar un mes y el cese de hostilidades puede hacerse en una semana. Pero todos los detalles adicionales de un acuerdo entre las partes, como el de las reparaciones, puede ser supremamente demorado.

En el marco de la Unión Europea

ENS: Hipotéticamente Ucrania adopta el estatuto de neutralidad. ¿Eso qué le representaría en su intención de entrar a la Unión Europea?

WA: Si yo soy neutral o me debo declarar neutral frente a un conflicto o frente a un Estado, me debo abstener de cualquier ámbito en donde el derecho a la legitima defensa colectiva o el uso de la fuerza pueda ser utilizado frente a ese Estado. Si Ucrania tiene aspiraciones de hacer parte de la Unión Europea, ¿cómo las manejaría en la medida en la que la UE tiene un Estatuto de seguridad y escenarios de seguridad que podrían violar ese régimen de neutralidad? Y se sentiría incluso en cosas tan sencillas como en el modelo Frontex de la frontera común.

ENS: ¿La neutralidad de Ucrania sería un primer paso para repensar el modelo y la política de seguridad europea?

WA: Yo creo que se debe repensar dicho modelo. Los europeos necesitan reforzar su ámbito de seguridad, sobre todo desde el punto de vista presupuestal. Parte de lo que ocurrió ahora demuestra que la Unión tiene un problema energético y de financiación que pone en peligro su defensa colectiva. La naturaleza de la UE no es ser un tratado de seguridad colectiva y los acuerdos de seguridad firmados entre los europeos son adicionales al tratado de Maastrich y de Lisboa.

Los estados europeos actuales tendrán que repensar su política de seguridad (sobre todo desde el punto de vista de financiación y energético) y deberán replantear como organizar sus relaciones con la OTAN, porque si Ucrania quisiera entrar a la UE terminarían teniendo tres tipos de estados: estados que son europeos y OTAN; estados que son europeos y no son OTAN pero no tienen problemas de colaboración con esta Organización como Austria, Irlanda y Suecia; y con Ucrania sería un Estado que, aunque quisiera cumplir con las obligaciones de un estado de la UE, no podría participar de las actividades colectivas de la misma por el mismo estatuto. Se crearían unos subrégimenes muy complejos.