Duelo Biden-Sanders se podría definir este martes en Michigan | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Lunes, 9 de Marzo de 2020
Redacción internacional
Con sondeos a favor y una estela de apoyos a su ‘coalición moderada’, el exvicepresidente llega tranquilo a las primarias en seis estados. Si el candidato de la izquierda no gana en el estado industrial podría retirarse.

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AUNQUE son unas primarias más en la larga carrera para elegir al candidato presidencial demócrata las que este martes se realizarán en seis estados tienen dos elementos clave: es la lucha solo entre dos, el moderado Joe Biden y el izquierdista Bernie Sanders, y un termómetro para la ‘coalición’ del exvicepresidente que podría forzar, muy tempraneramente, el retiro de su contendiente.

Biden, considerado la carta del ‘establecimiento’ demócrata es ahora el favorito gracias a los respaldos que ha recibido de casi todos los excandidatos en la contienda: el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, la senadora por Minnesota Amy Klobuchar,  el multimillonario exalcalde de Nueva York, Mike Bloomberg; Beto O'Rourke; el senador Cory Booker, un destacado líder negro y  la senadora por California, Kamala Harris. 

Al contrario ocurre con el autodenominado representante del ‘socialismo democrático’, ya que la más afín a su propuesta programática, la senadora Elizabeth Warren, se retiró de la contienda pero dijo “no estar lista para apoyar a nadie”, dejando en el aire un respaldo que puede ser vital para Sanders. Sin embargo éste recibió el espaldarazo del líder de los derechos civiles Jesse Jackson, lo que podría ayudarlo a ampliar su atractivo con los afroamericanos, un importante segmento de votación con el que Biden ha obtenido respaldos clave.

Y frente a los apoyos de su rival, Sanders dijo no sorprenderse. “Lo que quedó muy claro en la narrativa de los medios y lo que la dirigencia quería era asegurarse de que la gente se uniera a Biden e intentara derrotarme", manifestó al programa "This Week" de ABC, quién según los analistas es muy extremo en sus posturas y, por tanto, alejado del centro que ha caracterizado el marco conceptual demócrata, por lo que le es imposible pensar en coalición alguna.

El duelo que se verifica hoy en seis estados (Idaho, Michigan, Missouri, Missisipi, Dakota del Norte y Washington) además de definir los diputados en juego, en total 352, de los cuales el más atractivo es Michigan porque reparte 125, es vital para Sanders porque su triunfo, especialmente en éste último, le permitirá reflotar su campaña. Vale recordar que en dicho estado industrial, con una mayoría de votantes blancos de clase trabajadora, este senador se impuso hace cuatro años, lo que le dio oxígeno decisivo a su ambición presidencial pero que al final terminó perdiéndola con Hillary Clinton.

Sin embargo la situación es bastante compleja para Sanders, ya que varias encuestas lo ubican por detrás de Biden en Michigan, con diferencias que van desde el 10 hasta el  18 por ciento en la intención de voto, aunque las mismas también reseñan un alto número de indecisos, los que serán los que inclinen el fiel de la balanza en la jornada de hoy.

El promedio de intención de voto de RealClearPolitics lo ubica 15 puntos por encima de Sanders a nivel nacional. Un sondeo de CNN publicado este lunes muestra incluso una diferencia superior: Biden recoge 52% de adhesiones frente al 36% de Sanders.

Algo similar ocurre  con la intención de voto a nivel nacional. La de  CNN da a Biden un 50.3% de apoyo frente a 35.3% de Sander, mientras que la de Ipsos registra un 45% para el expresidente contra un 32% para el senador.

Si el escenario en Michigan es adverso para el candidato de la izquierda y aunque gane en otros de los estados en disputa, el retiro de la competencia comenzaría a contemplarlo, porque si bien faltan más citas en las urnas y matemáticamente puede  lograr los delegados requeridos para hacerse con la nominación, 1.991,  la lucha no es fácil con un Biden que se fortalece por la ‘coalición’ moderada que está logrando y por haber logrado en el Súper Martes, el apoyo de los estados del sur, con grandes poblaciones negras, lo que vaticina por dicha composición demográfica que será el que se imponga este martes en Missisipi.

Consciente de la situación y el real peligro de ver frustrado su tercer intento consecutivo por hacerse con la candidatura presidencial demócrata, Sanders enfiló sus ataques del fin de semana contra las políticas económicas de su rival, al cuestionarle el apoyo que brindó a acuerdos que consideró dañinos para su país y que costaron millones de empleos para los estadounidenses (gran cantidad precisamente en Michigan). Entre ellos mencionó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, Nafta, el que por sus implicaciones negativas debió ser reformado por el actual presidente republicano, Donald Trump quién lo bautizó Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá. También le criticó por haber respaldado como senador la guerra en Irak y lo acusó de presuntamente promover el recorte de presupuesto para programas de seguridad social.

Y como ha concitado el apoyo electoral de un vasto sector trabajador y, sobre todo, de los jóvenes, les instó a no bajar ni la guardia ni el entusiasmo porque “creo que podemos ganar. Ganamos en California en Utah, Colorado, en Vermont, ganamos los votos populares de tres estados antes de eso. Y estoy deseando que llegue la primaria aquí en Michigan y en el estado de Washington, en otros lugares también”, dijo en una de sus actividades proselitistas.

En sus actos de fin de semana, Biden no contestó a ninguno de dichos señalamientos y mostrando su mejor imagen de ‘moderado’ pidió a su rival “no convertir estas primarias en una campaña de ataques negativos, porque eso sólo volverá a elegir a Donald Trump”.

Y es que obviamente lo que preocupa a los demócratas es elegir al que tenga mayor fuerza y argumentos que impida un nuevo mandato del republicano Trump. Es por ello que se han ido decantando, y con fuerza, por el exvicepresidente de Obama, porque consideran que Sanders, con sus propuestas de izquierda, entre ellas planes de atención en salud y educación universal no tiene chance alguno de derrotar al actual inquilino de la Casa Blanca.

Es por esa misma razón que los dos en la contienda demócrata han anticipado que  quién pierda la candidatura apoyará al vencedor, porque lo que está por definirse en este juego de poder no es solo la Casa Blanca, sino la posibilidad de ser mayoría en Senado y Cámara de Representantes, algo que por lo pronto no se vislumbra ni fácil ni claro.