Economía, el fuerte escudo de Trump | El Nuevo Siglo
Foto AFP
Domingo, 15 de Diciembre de 2019
Redacción internacional

ENOJADO pero tranquilo. Así se ve al presidente Donald Trump, quien con las buenas cifras económicas no sólo cimienta su reelección sino que refuerza su argumento de ser blanco de una ‘cacería de brujas’ demócrata ante la dificultad que éstos tienen de investir un candidato con real posibilidad de derrotarlo en las urnas.

Se da por descontado que la semana que viene sus opositores, la mayoría demócrata en la Cámara avalen el ‘impeachment’ que por presunto abuso de poder y obstrucción al Congreso aprobó el Comité Judicial, lo que significaría que Trump se convertiría en el tercer presidente en la historia estadounidense en afrontar un juicio político promovido por el Congreso.

Sin embargo el horizonte político para el mandatario de EU no es tan oscuro ni preocupante como hace unas semanas predijeron sus detractores. Las razones de ello son varias: primero, la mayoría en el Senado es republicana; segundo, el partido ha cerrado filas tras él; tercero, la defensa tanto de la bancada como de las bases es férrea porque consideran que los delitos que le endilgan no existieron y, cuarto, porque la cifras de las encuestas sobre si se estaba de acuerdo en juzgar al Presidente, a medida que ha avanzado el proceso judicial, se han invertido, al punto que hoy un 51% de los estadounidenses manifiestan no estar de acuerdo con el juicio.

A menos de 11 meses de las elecciones presidenciales, (noviembre 2020), el multimillonario republicano se mantiene entre una estrategia de defensa muy agresiva y difusión de buenas cifras económicas.

Los cargos presentados el martes contra el 45º presidente de Estados Unidos, abuso de poder y obstrucción del Congreso, son graves, pero muchos analistas consideran los argumentos poco o nada válidos.  El foco de los mismos es que presionó directamente a Ucrania para que investigara a Joe Biden, su posible oponente demócrata en noviembre de 2020.

Pero Trump podría superar el obstáculo sin daños con una estrategia: rechazar las acusaciones, evitar participar en el proceso e intentar reducirlo a una operación partidista vulgar. El plan parece exitoso.

En un Estados Unidos ultrapolarizado, donde las líneas de fractura parecen inamovibles, el argumento provoca indignación en el campo demócrata, pero resuena fuertemente en la base electoral de Trump, y los republicanos lo siguen como un solo hombre.

"Son tan afortunados de que me haya convertido en su presidente", dijo a sus partidarios el martes por la noche en Pennsylvania. Y agregó que "un presidente cualquiera se hubiera escondido bajo la mesa".

La Casa Blanca ha insistido en que el proceso contra el presidente fortalece la unidad del Partido Republicano detrás de su candidato y galvaniza a los electores en el puñado de estados clave para las votaciones.

"Es una pena que la gente pueda hacer una acusación de la nada", dijo el presidente esta semana. "Nunca ha habido tanto entusiasmo dentro del Partido Republicano", agregó, destacando el entusiasmo conservador que ha podido palpar en los sitios que ha visitado. 

Trump denuncia una "caza de brujas" sin paralelo en la historia de Estados Unidos y con los buenos resultados económicos que ha logrado, enfatiza su campaña por la reelección.

Una encuesta de Firehouse lo muestra a la cabeza de sus oponentes en Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. "A medida que el proceso de juicio político se calienta en Washington, Donald Trump fortalece su apoyo en estados oscilantes cruciales", dijo la firma.

Y, paradójicamente, la famosa máxima de la victoriosa campaña de 1992 del expresidente demócrata Bill Clinton -"es la economía, estúpido"- podría ayudar a Trump.

Los números son muy alentadores. El fantasma de la recesión, que amenazaba hace unos meses, se ha desvanecido, aunque el crecimiento se ha desacelerado desde principios de año.

El mercado laboral está saludable. Las últimas cifras, publicadas el viernes, fueron espectaculares: se crearon 266.000 empleos en noviembre, muy por encima de lo proyectado por economistas. Ahora, en 3,5%, la tasa de desempleo está en su punto más bajo desde 1969.

Según la última encuesta de Gallup, el 55% de los encuestados cree que la situación económica en Estados Unidos es "excelente" o "buena". 

Existe un consenso en la clase política estadounidense: si la economía se encuentra bien, el presidente saliente es reelegido. Pero ¿aplicará esta simple regla a Donald Trump, un presidente en todos los aspectos fuera de lo común? Nadie lo sabe.

Es bajo este panorama económico alentador que sigue curso la posibilidad de juicio político y el bipartidismo en el Congreso parece no escucharse. Los demócratas insisten en las “faltas graves” cometidas por Trump en el caso de Ucrania, presiones que fueron desmentidas por el propio mandatario de dicho país y los republicanos replican que sus opositores intentan revertir el veredicto de las urnas.

Y, como se dijo, a excepción de una gran sorpresa, la Cámara de Representantes, con una mayoría demócrata, votará esta semana la acusación o ‘impeachment’, lo que dará paso al juicio en el Senado, que como lo anticipó el líder de la mayoría republicana será la “primera” prioridad en enero, cuando retomen la actividad legislativa.

Como se recuerda, Trump es señalado de abuso de poder por retener crucial ayuda militar a Ucrania para enfrentar la agresión rusa, y ofrecer una visita a la Casa Blanca a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, a cambio de que Kiev abriera una investigación al exvicepresidente Joe Biden, su potencial oponente en las elecciones de 2020. La negativa de Trump a cumplir con las citaciones del Congreso en el marco de su investigación de este caso constituye la base del segundo cargo.

"Un juicio en el Senado tendrá que ser nuestra primera prioridad en enero", dijo esta semana el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, a sus colegas en la sala. 

Sin embargo, muy probablemente Trump será absuelto en la Cámara alta, donde se requiere una mayoría de dos tercios para una condena y los republicanos tienen 53 escaños frente a los 47 de los demócratas.

McConnell atacó a los demócratas que, según él, han estado desesperados por acusar a Trump desde el día en que prestó juramento, y que apresuraron el proceso "basado en la investigación de juicio político menos minuciosa y más injusta de la historia moderna".

"Si la Cámara continúa por este camino destructivo y nos envía cargos (contra el presidente), el Senado los abordará en el nuevo año y procederá a un juicio justo", aseguró.

Rumores de pasillo indican que Trump ha dicho a sus asesores que quiere un juicio con testigos de su defensa convocados personalmente al Senado, porque cree que eso perjudicaría a los demócratas antes de las elecciones de noviembre. Ante ello, McConnell que solo hasta cuando se abra el juicio, si se llega a dicha instancia, se decidirá si al igual que lo hizo la Cámara citará a testigos en persona o se recibirán declaraciones grabadas.

Por lo pronto el presidente de EU se muestra confiado de salir airoso de esta arremetida opositora y se concentra en la economía, mientras los demócratas, a menos de dos meses de iniciar la carrera por la nominación evidencian un desorden de candidaturas y programas. Si el Trump es absuelto, deberán concentrarse en la campaña electoral, donde el presidente-candidato ya les lleva ventaja./