Estados Unidos instó el miércoles a Israel y los palestinos a evitar "provocaciones" y mantener el alto el fuego después de que el gobierno israelí autorizara una controvertida marcha nacionalista en Jerusalén.

"Creemos que es esencial abstenerse de tomar medidas que exacerben las tensiones", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, al ser consultado sobre la marcha.

El vocero agregó que Estados Unidos estaba comprometido con la diplomacia y quería hacer "todo lo posible para tratar de prevenir escaladas o provocaciones que podrían proporcionar una chispa para renovar la violencia".

Price se negó a responder directamente si Estados Unidos se oponía a la marcha, aunque recordó: "todos vimos lo que precipitó el último estallido de violencia y sabemos cuán delicada es la situación".

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El gobierno del primer ministro israelí saliente, Benjamin Netanyahu, autorizó una marcha a través de Jerusalén la próxima semana, en medio de amenazas de Hamás de reanudar la lucha si la misma sigue adelante.

Manifestaciones previas de grupos judíos de extrema derecha azuzaron las tensiones en Jerusalén, provocando la intervención policial en la Explanada de las Mezquitas en el lado este de la ciudad santa, desatando el lanzamiento de cohetes de Hamás contra Israel.

Los disturbios y los cohetes de Hamás dieron lugar a una violenta escalada el mes pasado, que dejó 13 israelíes y 260 palestinos muertos.