Elecciones en Argelia, para el 4 de julio | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 10 de Abril de 2019
Agence France Presse

El presidente argelino interino, Abdelkader Bensalah, firmó el miércoles un decreto de convocatoria de elecciones presidenciales para el 4 de julio, después de que el jefe del ejército advirtiera a los argelinos contra las manifestaciones antirrégimen.

Desde el 22 de febrero, se producen en Argelia manifestaciones multitudinarias que reclamaban, en un principio, la renuncia del presidente Abdelaziz Buteflika, que acabó dimitiendo el 2 de abril. Las manifestantes piden ahora el final del "sistema" que rodeó al mandatario. 

"Abdelkader Bensalah, jefe de Estado, procedió el martes 9 de abril de 2019, día en que entró en funciones, a firmar el decreto que convoca la elección presidencial para el 4 de julio de 2019", indicó el comunicado oficial, citado por la agencia oficial APS.

Poco antes, Bensalah, que no puede ser candidato, había prometido un "escrutinio presidencial transparente y regular".

A pesar de esta propuesta, el presidente del Consejo de la Nación (cámara alta del parlamento) desde hace 17 años, considerado como parte del "sistema" encarnado por Buteflika, sigue siendo rechazado por los argelinos que, el miércoles, salieron de nuevo a la calle. También se convocó una huelga general.

 

- "Transparencia" -

El jefe del Estado Mayor del ejército, el general Ahmed Gaïd Salah, aseguró por su parte que el ejército "velará" por la "transparencia" y la "integridad" del proceso de transición.

El general además calificó de "irresponsable" el hecho de "gestionar el periodo de transición sin instituciones".

Existen en las manifestaciones "eslóganes irrealistas para (...) destruir las instituciones del Estado", lamentó el responsable, una figura clave en el país sobre todo desde que sus llamados desencadenaron la dimisión de Buteflika el 2 de abril, tras semanas de manifestaciones.

El jefe del Estado Mayor, que se encontraba en Orán, alertó además sobre "intentos de parte de algunos países extranjeros" de "desestabilizar el país", sin dar más precisiones.

Por la mañana, miles de manifestantes, docentes, estudiantes y médicos, rodeados por un fuerte dispositivo policial, se congregaron de nuevo en la plaza 1 de mayo y la de Grande Poste de la capital argelina, lugares emblemáticos de las protestas que empezaron hace siete semanas.

"'¡Lárgate Bensalah!", "¡Argelia libre!", gritaban los participantes. 

Según la página de información TSA (Todo sobre Argelia), también hubo protestas en otras ciudades, como Bouira (sudeste) y Tizi Ouzou (est). 

Los manifestantes rechazan tanto a Bensalah, de 77 años, como a Nureddin Bedui, el primer ministro, y a Tayeb Belaiz, presidente del Consejo Constitucional y piden "un periodo de transición gestionado por los representantes del pueblo fuera del sistema".

El martes, por primera vez desde que empezaron las protestas pacíficas, la policía intentó dispersar a los estudiantes usando gases lacrimógenos y cañones de agua.

 

- "El último del clan" -

"Lo que pasó ayer es una violación de nuestro derecho a manifestarnos", dijo Asma, de 22 años, una estudiante de periodismo. "Continuaremos, todos los días si hace falta, hasta que el último del clan se haya ido".

El próximo viernes, el día en que tradicionalmente han tenido lugar las protestas más masivas contra el régimen, se esperan nuevas manifestaciones multitudinarias.

Según Mohamed Hennad, profesor de ciencia política en la universidad de Argel, "la relación de fuerzas será a favor de la calle si la movilización del viernes es importante".

Según el periódico Quotidien d'Oran, la llegada al poder de Abdelkader Bensalah, y a pesar de las manifestaciones, es un "preludio a un cambio de posición de las autoridades de cara a los manifestantes".

Por su parte el periódico El Moudjahid, un vector tradicional de mensajes del poder, dijo que la llegada de Bensalah significa que "el rumbo hacia la organización de las elecciones presidenciales, en los plazos de la Constitución, fue mantenido".

"Bensalah es un residuo del sistema, no confiamos en él. Durante 20 años nos hizo promesas, el resultado es que se lo quedaron todo y dejaron pobre al pueblo", dice Lahcen, de 26 años, que trabaja en un café en Argel por 25.000 dinares al mes (180 euros). "Queremos unas elecciones libres y realmente democráticas".