El Tren de Aragua, un grupo criminal venezolano, está causando cada vez más preocupación en Estados Unidos, a pesar de que no parece tener una presencia significativa en el país y de que es poco probable que la establezca.
Recientemente, legisladores federales de Estados Unidos pidieron al presidente Joe Biden que declarara al Tren de Aragua como organización delictiva transnacional, calificando al grupo de “ejército criminal invasor” y afirmando que los miembros de la banda han sembrado la “brutalidad y el caos” en el país.
“Está claro que la mayoría de las fuerzas de seguridad estatales y locales aún no están preparadas para hacer frente a la magnitud de esta grave amenaza”, escribió el grupo de casi dos docenas de legisladores, todos ellos del opositor Partido Republicano, en una carta el 14 de marzo.
La petición se produce tras una serie de informes publicados en los últimos meses que sugieren la posible presencia de miembros del Tren de Aragua en Estados Unidos, algunos de ellos vinculados con delitos aislados.
Pero los pocos crímenes atribuidos a presuntos miembros de esa organización criminal en Estados Unidos no parecen tener relación con el grupo en su conjunto ni con su liderazgo en Venezuela. Y ninguna de las más de doce agencias policiales nacionales, estatales y locales contactadas por InSight Crime ha reportado una presencia significativa de la misma.
Vínculos tenues
Dos asesinatos recientes con vínculos débiles con el Tren de Aragua atrajeron la atención de los medios de comunicación y ocuparon un lugar destacado en la carta de los legisladores republicanos, aunque ninguno de los dos asesinatos tenía una conexión evidente con las actividades del grupo.
El asesinato más reciente fue el de Laken Riley, un estudiante universitario del estado de Georgia, al sureste del país, ocurrido en febrero pasado. Los fiscales federales afirmaron, en un documento judicial, que el presunto asesino tenía tatuajes, vestía ropa y hacía señas con las manos que sugerían una afiliación al Tren de Aragua, aunque no indicaron que los vínculos con la banda fueran la motivación del asesinato. Pero los tatuajes no son un símbolo de identidad para los miembros del Tren de Aragua, como sí lo son para grupos como la MS13 y el Barrio 18.
Una búsqueda en la potente base de datos jurídica CourtLink no encontró otros casos penales en EE.UU. que mencionaran al Tren de Aragua, ni a nivel estatal ni federal.
El jefe del grupo de trabajo sobre pandillas de la Oficina de Investigación de Georgia (Georgia Bureau of Investigation), Ken Howard, comentó a InSight Crime que se sabe relativamente poco sobre la presencia y las actividades de la banda en Estados Unidos.
“Sabemos que están aquí, en el estado de Georgia”, dijo Howard. “Pero en cuanto a la creación de una base de datos de inteligencia sobre el grupo que esté bien documentada e identificada, yo no diría que estamos allí todavía”.
En noviembre de 2023, el Tren de Aragua fue vinculado al asesinato de un expolicía venezolano cerca de Miami. Pero el detective Álvaro Zabaleta, del Departamento de Policía de Miami-Dade, dijo que el sospechoso en ese caso había negado pertenecer a la banda y los investigadores no habían encontrado pruebas que indicaran su pertenencia al grupo.
“Este individuo tiene información de miembros de esta organización (...) Pero eso es todo lo que se sabe”, dijo Zabaleta. “No hay ningún delito que podamos decir que está asociado a ellos”.
La carta de los legisladores republicanos acusaba al Tren de Aragua de “violaciones a múltiples niños”. Sin embargo, InSight Crime no pudo encontrar denuncias de esos incidentes en Estados Unidos y los principales autores de la carta, el senador Marco Rubio y la representante María Elvira Salazar, ambos de Florida, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Las agencias de policía de las principales zonas urbanas de Estados Unidos –entre ellas Los Ángeles, Phoenix, Dallas, San Antonio y Denver– dijeron que no tenían informes de delitos cometidos por el Tren de Aragua en sus jurisdicciones.
El Departamento de Policía de Nueva York ha dicho a los medios de comunicación locales que el Tren de Aragua es responsable de una serie de robos de teléfonos celulares en la ciudad de Nueva York.
Reportes difusos
La información sobre la presencia del Tren de Aragua en Estados Unidos es limitada y vaga. En agosto de 2023, el jefe de la Patrulla Fronteriza estadounidense, Jason Owens, dijo en X, antes Twitter, que su agencia había detenido a un miembro del Tren de Aragua que intentaba entrar a Estados Unidos. Unos meses más tarde, en noviembre, la Patrulla Fronteriza declaró a CNN en español que la agencia había detenido a 38 posibles miembros del Tren de Aragua entre octubre de 2022 y octubre de 2023.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (Immigration and Customs Enforcement, ICE) anunció recientemente lo que parece ser la primera detención de un presunto miembro del Tren de Aragua lejos de la frontera. El arresto se produjo cerca de Chicago el pasado 11 de marzo –días antes de la carta de los legisladores a Biden–, aunque el ICE no lo anunció públicamente hasta el 25 de marzo.
No está claro cómo el ICE verificó la pertenencia del sospechoso a la banda. La Patrulla Fronteriza, el ICE y su agencia matriz, el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security, DHS) no respondieron a las peticiones de comentarios de InSight Crime.
Un agente especial del Buró de Investigaciones Federales (Federal Investigation Bureau, FBI) afirmó recientemente a “New York Post” que miembros del Tren de Aragua están entrando a Estados Unidos y potencialmente formando alianzas con otras pandillas, como la MS13.
Pero un portavoz de la institución de la que depende el FBI, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, afirmó que la agencia no tiene “ningún caso público relacionado con el Tren de Aragua que pueda comunicarle”. El FBI declinó las solicitudes de comentarios que se hicieron.
Barreras de entrada
El Tren de Aragua se ha expandido con éxito en otros países suramericanos, siguiendo y explotando los enormes flujos migratorios generados en los últimos años por las crisis económicas y políticas de Venezuela. Pero es poco probable que el grupo pueda replicar su modelo en Estados Unidos, a pesar de las grandes comunidades de la diáspora venezolana en el país.
El Tren de Aragua carece de control sobre las rutas estadounidenses de tráfico de migrantes y trata de personas. El control de dichas rutas fue clave para la expansión de la banda en Suramérica.
Las operaciones de tráfico del Tren de Aragua contribuyeron a crear una fuerte presencia en las zonas fronterizas de Colombia y Chile, lo que le proporcionó una base desde la cual expandirse a otros delitos con escasas barreras de entrada. A partir de ahí, la banda se expandió a zonas urbanas y prisiones de esos países.
Pero las rutas de tráfico y trata de personas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México están dominadas por grupos mexicanos, lo que deja poco margen para que el Tren de Aragua se establezca.
De la misma manera, el Tren de Aragua probablemente enfrentaría dificultades para abrirse paso en otros mercados delictivos de Estados Unidos, muchos de los cuales están controlados por pandillas bien establecidas.
La falta de competidores criminales fue decisiva para que Tren de Aragua pudiera expandirse en Chile, pero ha tenido menos éxito en el panorama criminal ecuatoriano, que es más competitivo.
Aunque parece improbable que el Tren de Aragua haga incursiones sustanciales en Estados Unidos, exagerar la amenaza que representa la banda podría alentar a los imitadores. Este fenómeno se ha producido en países de toda América Latina a medida que la reputación de la banda ha crecido.
Zabaleta, el detective de Miami-Dade, dijo que su agencia es cautelosa a la hora de avivar el miedo innecesario sobre el grupo. “Les da notoriedad, les da credibilidad, les hace crecer”, dijo. “Empiezas a crear ese pánico y ese ruido sobre algo que quizás ni siquiera existe”.