El Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) publicó un reporte este viernes en el que denuncia que, debido al conflicto, al menos 770.000 niños menores de cinco años sufren de desnutrición aguda en la región de Kasai, en la República Democrática del Congo.
“El conflicto y los desplazamientos siguen teniendo consecuencias devastadoras para los niños de Kasai”, aseguró Fatoumata Ndiaye, directora ejecutiva adjunta de Unicef.
Ndiaye indicó que miles de niños desplazados han pasado meses sin tener acceso a servicios de salud, agua limpia y educación, y que su salud se ha visto afectada en gran medida.
“Ahora que el acceso está mejorando, el Gobierno y los socios humanitarios, con el apoyo de la comunidad internacional, deben intensificar las intervenciones para salvar vidas de los niños antes de que sea demasiado tarde”, advirtió Ndiaye en el reporte.
La agencia de la ONU afirmó que 400.000 niños correrían el riesgo de morir por los graves casos de desnutrición si no se mejora la ayuda humanitaria en 2018.
La violencia en la región de Kasai comenzó en agosto de 2016, impulsada por las tensiones entre los jefes tradicionales y el Gobierno, y se esparció rápidamente en 2017.
“Ahora que las personas están regresando a sus comunidades, se puede brindar ayuda humanitaria a miles de niños. Desde principios de 2017, Unicef y sus socios han tratado a 71.500 niños con desnutrición aguda”, reportó Gianfranco Rotigliano, representante de Unicef en República Democrática del Congo.
Rotigliano agregó que la agencia ha aumentado la distribución de comida terapéutica en los centros de salud y hospitales para el tratamiento de niños desnutridos y que está incrementando las actividades de entrenamiento para los trabajadores de salud comunitarios para promover practicas nutricionales mejoradas.
A pesar de la calma en el conflicto, de acuerdo con Unicef, unos 3,8 millones de personas, y entre ellos 2,3 millones de niños, requieren asistencia humanitaria.
Hay varios grupos de milicias en la República Democrática del Congo que atacan constantemente las aldeas, y se roban la comida, medicina y otros bienes.