El diputado de la Asamblea Nacional (AN) por el estado Táchira, Carlos Valero, denunció este viernes que grupos armados irregulares que Valero señala como “colectivos”, marcaron con círculos rojos las viviendas y comercios que supuestamente pertenecen a dirigentes opositores o a personas que se habían comprometido el fin de semana anterior con el ingreso de ayuda humanitaria, coordinada por la oposición venezolana.

Valero afirma que las viviendas marcadas en la madrugada del jueves fueron señaladas como “objetivos militares” por parte de los supuestos civiles armados.

Casi cuatro años después, pareciera que la historia se repite en la frontera colombo venezolana. Con este nuevo cierre intempestivo de la frontera, no fueron marcadas las viviendas de colombianos que posteriormente fueron deportados de territorio venezolano, sino las de opositores venezolanos en su propia tierra.

Esta vez no son las letras "D" o "R" que indicaban en 2015 la vivienda a derrumbar o revisar, según fuera el caso por parte del Gobierno de Nicolás Maduro, hecho atribuido a funcionarios policiales. Las marcas son símbolos rojos de prohibición.

"Esta práctica nazi violenta se está desarrollando en comunidades adyacentes a donde se encuentra el paso fronterizo del puente Simón Bolívar en nuestra frontera”, explicó el diputado opositor Valero a través de una nota de prensa.

El parlamentario responsabilizó a grupos de civiles armados vinculados al gobierno de Nicolás Maduro, los mismos que, de acuerdo con la oposición actuaron contra políticos, periodistas, manifestantes y cargamento humanitario en al menos nueve estados del país, durante la jornada del pasado sábado 23 de enero.

La periodista venezolana Sebastiana Barraez, especializada en la fuente militar y de frontera, reveló a través de un hilo de mensajes colgado en su cuenta de Twitter que el responsable era un grupo específico, dirigido por un hombre conocido como Cachu, quien, según ella, está "muy ligado al gobierno municipal de San Antonio del Táchira (oficialista)".

"Para quienes han habitado entre grupos de guerrilleros y paramilitares, las pintas en esas viviendas no son para tomarlas a broma", advirtió Barraez.

El miedo que se había apoderado de habitantes de la zona previo al intento de ingreso de la ayuda, escaló a un nuevo nivel con las marcas en las casas, aseguran a la Agencia Aanadolu allegados a la zona fronteriza.

Otros afectados

El opositor Valero denunció que el nuevo cierre de la frontera, que cumple 6 días, ha afectado a miles de venezolanos que trabajan y hacen vida en Cúcuta, especialmente a más de 3.000 niños venezolanos que, asegura, estudian en la ciudad colombiana.

Denunció que ni siquiera están permitiendo el paso a pacientes con enfermedades graves que necesitan quimioterapias o diálisis, algo que considera una violación a los Derechos Humanos por parte del gobierno de Maduro.