Harris intenta desmarcarse de Biden que llamó ‘basura’ a seguidores de Trump | El Nuevo Siglo
KAMALA HARRIS, la que ‘dijo’ Biden, intenta marcar distancias con él por su desgastada gestión y ‘metidas de pata’ que aprovecha la campaña republicana./Archivo AFP
Miércoles, 30 de Octubre de 2024
Redacción internacional con AFP

UN error garrafal cometió el presidente Joe Biden al llamar "basura" a los partidarios de Donald Trump, confirmando que se ha vuelto una rémora para la candidata demócrata, Kamala Harris, que trata de poner paños fríos a sus metidas de pata en la recta final de su campaña por la Casa Blanca.

El mandatario de 81 años entró el martes como un elefante en un bazar. Insultó a los partidarios del candidato republicano durante una videollamada con miembros de la oenegé Voto Latino en la que quiso criticar los comentarios de un comediante pro-Trump considerado racista.
En un mitin de Trump el domingo, el humorista Tony Hinchcliffe comparó a Puerto Rico con "una isla flotante de basura".

"La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores", afirmó Biden, provocando consternación en el campo demócrata.

La Casa Blanca y el propio presidente intentaron atacar la crisis y dijeron luego que Biden se refería "a la retórica odiosa sobre Puerto Rico lanzada por un partidario de Trump".
Pero el daño ya estaba hecho y el comentario se convirtió en un balón de oxígeno para el republicano y una pérdida para Harris.

"Joe Biden y Kamala Harris odian a Estados Unidos", afirmó Karoline Leavitt, portavoz de Trump. "Kamala debe responder por este vergonzoso ataque contra decenas de millones de estadounidenses".

"Terrible decir una cosa así", insistió Donald Trump en un acto de campaña en Pensilvania.
El senador republicano Marco Rubio exigió en ese mismo acto una disculpa a Joe Biden. "No somos basura. Somos patriotas que amamos a Estados Unidos", dijo.

Tras una velada emblemática en la que se dio un baño de multitudes en Washington, Harris se vio obligada ayer a salir a apagar el incendio.

"Estoy totalmente en desacuerdo con cualquier crítica a las personas en función de quién votan", dijo.

Los demócratas recuerdan nítidamente cuando Hillary Clinton -que compitió con Trump por la presidencia en 2016- dijo que la mitad de los seguidores del republicano eran "deplorables".

Pese a que la candidata se arrepintió en público, la expresión despectiva fue repetida una y otra vez por los seguidores de Trump, quienes incluso la usaron para un anuncio televisivo.

En los balances posteriores a la derrota de Clinton, se demostró que el insulto tuvo un impacto importante.

La semana pasada, Joe Biden hizo sudar frío a los demócratas al declarar que a Trump había que "encerrarlo".

Luego se rectificó y afirmó que había querido decir "encerrarlo políticamente".

¿Su último traspié puede jugarle en contra a Kamala Harris en la votación del próximo martes?
"Es posible. (Las elecciones) están tan cerca que cualquier cosa puede contar", dijo a la AFP John Hansen, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Chicago.

Harris reemplazó a Biden como candidato demócrata en julio. Inicialmente siguió los pasos del presidente, asumiendo su programa y el equilibrio de su gestión.

Pero en estas últimas semanas ha comprendido el apelo que puede tener prometer un cambio de rumbo si gana la Casa Blanca, y distanciarse del líder, cuya imagen se ha desgastado por la edad.

También ha elegido cuidadosamente a quienes la acompañan en sus actos de campaña, y ya pudo contar con un elenco de estrellas que incluye a la megaestrella pop Beyoncé y el legendario rockero Bruce Springsteen.

También Barack Obama y su esposa Michelle, una figura de gran fuerza política.

"Harris obviamente debería evitar muchas apariciones en conjunto con Biden hasta que pasen las elecciones. Biden es bastante impopular, está oxidado y lo ha estado haciendo mal", resume Larry Sabato, director del Centro de Política de la universidad de Virginia.

A seis días de las elecciones, los candidatos recorren los siete estados bisagra o pendulares que decidirán el resultado de los comicios. Y no escatiman esfuerzos para convencer a los votantes aún indecisos sobre estas elecciones, una de las más reñidas de la historia de Estados Unidos.