Incólume presidencia de Xi para una China socialista moderna | El Nuevo Siglo
AFP
Jueves, 13 de Octubre de 2022
Redacción internacional con AFP y Europa Press

Como la piedra angular del Partido Comunista de China por sus logros “inusuales y extraordinarios” así como sus políticas de largo plazo y alcance para “la construcción integral de un país socialista moderno” califican los principales líderes de esa centenaria organización política a Xi Jinping, a quien en un hecho sin precedentes le avalarán un tercer mandato consecutivo como secretario general y, por ende, en la jefatura del Estado, que iniciará en marzo.

Previo a la celebración de su XX Congreso Nacional, el Comité Central del Partido Comunista no sólo ha exaltado el liderazgo de Xi, sino que aseguró que el estatus de este dirigente en el seno del partido "refleja la aspiración común de toda la nación y el Ejército. Tiene un gran significado".

No menos de 2 mil miembros estarán en esta cumbre partidaria para prolongar el mandato del presidente, trazar de consuno las líneas maestras para los próximos cinco años de vida política, social y económica del país y definir el futuro del primer ministro Li Keqiang, quien pese a anunciar su jubilación deberá quedarse en el cargo hasta el próximo marzo, cuando finaliza su gestión.

Medios de países vecinos del gigante asiático, como la agencia oficial de noticias Kiodo, recogen las especulaciones sobre los posibles elegidos a la sucesión de este funcionario, como el presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, Wang Yang, de 67 años, o el viceprimer ministro Hu Chunhua, de 59 años.

El Congreso Nacional del Partido Comunista de China es el evento político más importante del año, una reunión que se celebra dos veces cada década y en la que suele acabar renovada la cúpula de poder. A lo largo de los cuatro días de la cita, que abrirá con el discurso de Xi Jinping y cerrará con la proclamación de su nuevo periodo como secretario general, tendrán cabida todos los temas de importancia excepcional tanto en el ámbito doméstico -política de tolerancia cero contra la pandemia de coronavirus- como internacional, especialmente el histórico conflicto soberanista con Taiwán o las relaciones con Rusia en el marco de la guerra de Ucrania.

En el anterior congreso nacional celebrado en noviembre de 2021, Xi mencionó a los anteriores líderes del partido, Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao como líderes de todos los grupos étnicos y del pueblo chino en el "avance vital de la revolución, la construcción y las reformas con una preciosa experiencia acumulada".

La publicación del documento sorprendió por ser una "resolución histórica" como la de 1945 que dio a Mao el control personalista del partido durante décadas o la que Deng publicó en 1981 condenando el Gran Salto Adelante de Mao y su Revolución Cultural para abrir paso a la liberalización y a la economía de mercado.

Ante el magno evento, la seguridad se reforzó alrededor de la plaza Tiananmen de Pekín, en cuyo imponente Gran Palacio del Pueblo se reunirán los delegados del partido comunista de todas las provincias de China.

En el cónclave, celebrado en gran parte a puerta cerrada, los participantes elegirán a los 200 miembros del Comité Central del partido.

A su vez, estos designarán a los 25 integrantes del Buró Político y a los de su Comité Permanente, el máximo órgano de decisión de China.

Pero, en realidad, "todo ha ocurrido de antemano, porque el congreso no tiene lugar hasta que las facciones se han puesto de acuerdo", explicó el sinólogo Jean-Philippe Beja a la AFP.

En el primer día, Xi pronunciará un discurso para evaluar su mandato anterior y para esbozar su plan para los próximos cinco años.

En el Congreso de 2017, Xi prometió una nueva era para el socialismo con características chinas y una mayor implicación de Pekín con el mundo.

"La apertura trae progreso, mientras que la autorreclusión te deja atrás", dijo. "China no cerrará su puerta al mundo, se volverá más y más abierta", añadió.


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Pero el camino fue el inverso.

Mientras el resto del mundo volvió gradualmente a la situación previa a la pandemia, Pekín se aferra a su estrategia cero covid, con restricciones de viaje, cuarentenas obligatorias y recurrentes confinamientos.

Además de las inconveniencias causadas a la población, la política también perjudicó a los negocios.

El crecimiento económico se ha ralentizado justo cuando emergen otros problemas de larga cocción, como el declive de la burbuja inmobiliaria.

"La polícia cero covid de Pekín ha desincentivado inversiones muy necesarias y ha fracasado en ganarse el corazón y las mentes de los jóvenes chinos, que son quienes más han sufrido económica y socialmente", dijo Yu Jie, del programa Asia-Pacífico del grupo de reflexión Chatham House.

"Muchos chinos se preocupan ante un regreso a un periodo de aislamiento" no visto en el país desde su apertura a finales de los 1970, indicó Beja.

Las relaciones con Estados Unidos se envenenaron todavía más en los últimos cinco años y la política exterior más agresiva de Xi causó disputas con numerosos países como India, Australia o Canadá.

Los países occidentales criticaron la retórica beligerante frente a la isla gobernada autónomamente de Taiwán y acusaron a China de abusos de los derechos humanos, especialmente contra la minoría uigur en la región occidental de Xinjiang.

Culto a personalidad y lobros

Con 96,7 millones de miembros, el Partido Comunista de China es una de las mayores organizaciones políticas del mundo, pero sus mecanismos internos se califican de opacos por su hermetismo.

Los observadores solo pueden suponer la futura composición del Comité Permanente, cuyos miembros se sitúan en la cumbre del poder del país.

Desde los 1990, los miembros del Buró Político se retiran generalmente después de dos mandatos, pero la reelección de Xi rompería con esta tradición.

La elección de las personas que rodearán a Xi será crucial, dijo Steve Tsang, director del SOAS China Institute.

"Creo que Xi tendrá cuidado de enviar un mensaje claro de que nadie promocionado al Comité Permanente será un sucesor en el 21o Congreso", apuntó.

Su configuración no se revelará hasta el día después de que termine el Congreso.

Si, como se espera, Xi se mantiene como secretario general, será confirmado para otro mandato presidencial en el encuentro anual de la Asamblea Popular Nacional de China en marzo.

Muchos observadores auguran que no será su último mandato.

"La incertidumbre es absoluta", dijo el politólogo Jean-Pierre Cabestan.

"Pero la promoción del pensamiento de Xi Jinping, la restauración del culto a la personalidad, la importancia de su poder en el corazón del liderazgo del partido, esto evoca a alguien que se quedará en el poder mucho tiempo, puede que de por vida", añadió.

Como antesala del cónclave partidario se abrió a comienzos de esta semana una exposición que busca ensalzar la personalidad de Xi y destacar sus logros.

En Pekín se puede apreciar la exposición del Partido Comunista, que incluye misiles balísticos, robots desinfectantes o muestras lunares, para representar el avance del país en esta primera década de gobierno de Xi.

En esta exposición, los retratos del hombre fuerte de Pekín son ineludibles. Se lo puede ver entregando un premio, saludando a un bebé o conversando con personas de diferentes etnias.

"El pensamiento de Xi Jinping guía la construcción económica de nuestro país hacia logros heroicos", afirma un eslogan.

Frente al Palacio de Exposiciones, de arquitectura soviética, los visitantes se hacen selfis delante de un dron de combate furtivo o del inmenso DF-41 (Viento del este-41), el misil balístico intercontinental chino más sofisticado.

Desarrollada en plena época de tensiones con el gran rival estadounidense, esta joya tecnológica podría llegar a cualquier punto del territorio de Estados Unidos gracias a sus 14.000 km de alcance.

La exposición examina los éxitos del partido en la vida cotidiana de los chinos, así como sus proezas tecnológicas, incluida una serie de muestras lunares que trajo China después de una misión inédita en más de cuatro décadas.