Industria petrolera de Venezuela, un gigante en ruinas | El Nuevo Siglo
foto archivo AFP
Sábado, 15 de Enero de 2022
Agence France Presse

Una decena de pozos con tuberías oxidadas, piezas desprendidas y escaleras desvencijadas que no conducen a ninguna parte: es todo lo que queda en uno de los campos petroleros que durante décadas hizo de Venezuela uno de los países más ricos del continente.

Este yacimiento, ubicado en el Lago de Maracaibo, región de altas temperaturas y sol perenne donde nació la industria petrolera venezolana hace más de un siglo, lleva años abandonado, símbolo de la decadencia de esta otrora potencia.

De 3,2 millones de barriles por día (bd) que extraía hace 13 años, Venezuela cerró 2020 en 500.000 bd, su peor desempeño en décadas. Y aunque en diciembre de 2021 superó el millón de barriles diarios, aún no llega a los 1,5 millones que prometió el presidente Nicolás Maduro, en medio de una crisis sin precedentes que ha llevado el PIB per cápita al nivel del empobrecido Haití.

Corrupción, decisiones erráticas, falta de mantenimiento, sanciones financieras de Estados Unidos -que fue el principal comprador del petróleo venezolano-, incremento en los costos de producción y envejecimiento de pozos, explican el actual estado de la industria.

Por las noches, muchos navegantes se guiaban por las luces de estaciones en el sur del Lago, que parecían una ciudad flotante, siempre frecuentada por personal de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Ahora, este lugar conocido como las 'Siete planchadas', es un paisaje fantasmal.

Los sindicatos y los líderes de la oposición denuncian con frecuencia los accidentes en la industria, pero el gobierno habla de "sabotaje" y de "acciones criminales" que forman parte de una "guerra permanente dirigida por grupos pertenecientes a la extrema derecha venezolana (...) amparados por el imperialismo" de Estados Unidos.

El 11 de enero, la explosión de un ducto de combustible en una zona petrolera del estado Anzoátegui, dejó tres heridos. 

La situación contrasta con la prosperidad de la industria en los años 70, cuando el petróleo fue nacionalizado y el país entró en la etapa popularmente conocida como "la Venezuela saudí".

Pdvsa tuvo el monopolio del crudo hasta la llamada "apertura petrolera" en la década de 1990, que dio la bienvenida a petroleras extranjeras. Esa liberación del mercado se vio limitada con la llegada al poder de Hugo Chávez (1999-2013), quien impuso a las transnacionales asociarse, en minoría accionaria, con Pdvsa. Son esas "empresas mixtas" las que producen hoy en Venezuela, sobre todo en el este del país, un polo de producción que se recupera paulatinamente.

Trabajadores de la estatal petrolera hablaron con la AFP usando nombres ficticios por temor a represalias. La empresa no respondió a los pedidos para una entrevista.

"Un partido político"

Tenía poco de haber cumplido 18 años cuando Carlos, hoy de 32, entró a trabajar en Pdvsa. La industria recién superaba un paro petrolero que se prolongó entre diciembre de 2002 y marzo de 2003, llevando a un descenso histórico de la producción que se ubicó entonces en 25.000 barriles por día.

Chávez denunció la paralización como un "sabotaje petrolero" y despidió a directivos y a miles de empleados, para contratar a personas "leales con la Revolución", aunque no necesariamente formados para trabajar en la industria. Pdvsa se convirtió así en "la vaca lechera del Estado", con "fieles servidores" dejando de lado las necesidades de la empresa, según expertos.

El paro fue la oportunidad de Carlos para entrar en la nómina de la estatal en una época donde los cargos eran muy codiciados por las atractivas condiciones que ofrecían. Así vivió las mieles de la industria, pero luego "Pdvsa se convirtió prácticamente en un partido político" y todo se vino abajo, señaló. 

La malversación de fondos y las expropiaciones de contratistas petroleras hirieron mortalmente a la industria, subraya el técnico petrolero.

Contratistas que fabricaban estaciones petroleras en el Lago, ejecutaban mantenimientos de pozos y trasladaban a personal a instalaciones marítimas, pasaron a control de Pdvsa. "Con las expropiaciones llegó la falta de mantenimiento y (la) desmotivación de los trabajadores" que vieron caer sus salarios, resume Carlos. 

Por su parte María, una analista de computación con casi 20 años al servicio de la empresa, contempló desconcertada los efectos de estas expropiaciones y de la corrupción. La última vez que visitó un muelle en el Lago de Maracaibo había lanchas varadas, un cementerio de buses destartalados y trabajadores sentados leyendo el periódico.


Le puede interesar: Al menos 225 personas murieron en disturbios de Kazajistán


Considera que la politización fue causa crucial en el hundimiento de la estatal petrolera. "Designar a personas por política afectó muchísimo la producción. Se comenzó a hacer de lado drásticamente al personal con experiencia, la meritocracia desapareció", reflexiona.

En 2017, las autoridades lanzaron una amplia operación contra la corrupción en el seno de Pdvsa, dirigida a exdirectivos del grupo petrolero estatal, incluido su expresidente Rafael Ramírez. "Se apoderan de los recursos públicos y buscan de manera ilícita legalizar estos capitales", comentó entonces el fiscal general, Tarek William Saab.

María sostiene que esa "trama de corrupción" dentro de la empresa, por la que hay un centenar de extrabajadores presos, entre ellos altos gerentes, condujo a Pdvsa a la ruina

"Pescar para comer"

En el Lago de Maracaibo, 'La Casona', una plataforma para almacenar insumos que sobresale entre los 13 pozos de las 'Siete planchadas' que es un símbolo de decadencia.

"Hay corrupción vieja y corrupción nueva", observa Carlos Mendoza Pottellá, experto petrolero que apunta que ya desde la década de los 80 se sabía de compras irregulares y otros malos manejos en Pdvsa.

Los racionamientos eléctricos desde hace 15 años en Zulia, también pasaron factura a estas enormes instalaciones. Llegó un punto en que solo trabajaban hasta mediodía por los apagones.

Para el año 2013, muchas empresas desistieron de ofrecer servicios o materiales a la empresa por la mora en los pagos. La estampida afectó operaciones neurálgicas, así como suministros de alimentos al personal.

Con pocas provisiones en los comedores, algunos trabajadores esenciales para la extracción petrolera "se ponían a pescar para poder comer durante sus jornadas" en instalaciones ubicadas en zonas marítimas o en el lago, asegura María.

El deterioro ha llevado a muchos empleados a buscar trabajos alternos y ahora son taxistas o laboran en supermercados.  "En la actualidad ningún trabajador petrolero vive del salario de Pdvsa", apunta María, que lamenta la fuga de talentos, como reconocidos geólogos, que completa el panorama de catástrofe.  

Amenaza ambiental

La abandonada 'Casona' es hoy es foco de fugas de crudo. Los derrames llevan años envenenando al Lago de Maracaibo, uno de los más extensos de Sudamérica con 13.000 km cuadrados, donde suele haber mortandad de peces por falta de oxígeno.

Tal es la magnitud de la contaminación, que la NASA difundió en octubre de 2021 imágenes donde pueden verse espirales de petróleo y algas en esta fuente acuática.

Las fugas de crudo se extienden en todo el país, pero rara vez son informadas por Pdvsa.

En Maturín, capital de Monagas, los enormes oleoductos que atraviesan haciendas y caseríos como el de Eleazar, habitante de Los Pozos de Guanipa, suelen presentar fisuras. Los derrames "han sido continuos desde hace dos años para acá", comenta este agricultor.

El gobierno venezolano achaca a las sanciones estadounidenses sobre su industria petrolera el desastroso estado de la infraestructura.

Por falta de dinero para mantenimiento se han hundido barcazas, roto cabezales de pozos y fisurado tuberías que pasan por debajo del lago, explica Mendoza Pottellá. 

De cualquier forma, Maduro se ha felicitado por la recuperación de la producción y apunta a 2 millones de bd en 2022.

Desde mayo de este año ha habido "un pequeño repunte" de las actividades petroleras y "un cumplimiento parcial de los pagos por parte de Pdvsa" a los contratistas que le prestan servicios, reconoció uno de ellos bajo anonimato.

"Sueño faraónico"

El gobierno de Chávez apostó por el "sueño faraónico" de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), un enorme reservorio de crudo extrapesado de costosa extracción y procesamiento, pero que igualmente atrajo muchas inversiones.

Su desarrollo se hizo a costa del abandono de campos en el Lago de Maracaibo, donde abunda el crudo liviano, mucho más rentable.

Mendoza Pottellá, crítico de lo que llama un "megadisparate", observa que si se recuperaran algunos de los campos del occidente de Venezuela se podría "producir dos millones de barriles diarios durante 60 años".

"Diez campos del Zulia entre los que está Mene Grande", el primero en explotarse hace más de un siglo, "tienen más reservas que Argentina, Perú, Bolivia y Ecuador juntos; tienen reservas equivalentes a las de Brasil", subraya. 

Pese a los cuantiosos daños, María cree que la petrolera tiene salvación. "Las palabras que salvan a Pdvsa son gastos e inversión, mucha inversión”.